27 de junio de 2021

Sangrar 1881



"Combate de Sangrar - 1881

Revisando El Mercurio de Valparaíso, he tenido ocasión de leer la carta que va á continuación y que se refiere á la acción de armas librada en Sangrar, provincia de Canta, en junio de 1881, entre fuerzas peruanas y chilenas, durante nuestra última guerra internacional. Trascurridos ya treinta años desde esos acontecimientos, conviene recordar á las nuevas generaciones la verdad de los hechos ocurridos y evitar que se adulteren los sucesos históricos.

La carta á que me refiero es la siguiente.

El Combate de Sangrar
Hemos recibido la siguiente carta, que nos remite un veterano de la guerra del Pacífico:

"Señor director de El Mercurio: En un artículo publicado "El Perú actual", que fué publicado por su estimable diario, se encuentra un dato referente á lo que un oficial peruano, había expresado sobre la actuación de los "buines" en el combate de Sangrar.

El concepto poco honroso para los "buines" que en número de 52, solamente, sostuvieron con heroísmo la acción de guerra, nos hace pensar que dicho oficial, que á toda costa quería atribuir los laureles á su patria, arrebatándolos injustamente á los héroes del Buin, ni asistió quizás al combate, pues si así hubiera sido, no variaría ni quisiera hacerlo, la opinión del mismo jefe peruano en esa acción, coronel don Manuel de la E. Vento. quien declaró, poco tiempo después en carta á nuestro jefe don Juan León García, y en presencia de muchos oficiales peruanos y chilenos que aún viven, que el combate de Sangrar había sido un hecho heroico por parte de ese puñado de soldados, que daban honor á nuestro ejército.

El mismo jefe declaró que de los 1,000 hombres que llevaba, había perdido en aquella acción 110 individuos de tropa y 11 oficiales.

Más tarde, el coronel Vento, habiéndose encontrado con otro sobreviviente del combate, el capitán don José Dolores Ríos, lo felicitó también caballerosamente, no obstante ser éste de nuestro ejército; y veinte años después encontrándose en Iquique dicho coronel peruano y sabiendo que el jefe de los "buines" en la heroica acción de Sangrar, se encontraba en esa ciudad, envió á su hijo especialmente para que lo saludara en su nombre.

Estos dos hechos bastarían para confirmar el testimonio del distinguido militar peruano.

En obsequio de la verdad, debe saberse que dicho combate no solo fué un triunfo para nuestro ejército, sino también un glorioso renglón en nuestra historia.

Sin más, señor cronista, y agradeciéndole anticipadamente la publicación de estas líneas, se suscribe de usted atento y S. S.
-Nemesio Ibarra, sobreviviente del combate de Sangrar."

Véase ahora lo que al respecto dice un sobreviviente peruano del combate de Sangrar, que actualmente desempeña en la provincia de Canta elevado cargo público: "Que los chilenos pelearon con valor no cabe duda. Prisioneros solamente tuvimos dos ó tres, uno de ellos -Sepúlveda- herido que murió...
(Se transcribe el relato de Solís.)
...En ese mismo hecho de armas, se tomó dos banderas pequeñas: una chilena que conserva el doctor don Ignacio Bao, cuyo hijo el malogrado Hermógenes, fué uno de los combatientes, y otra peruana que sin duda cargaba el enemigo para engañarnos en ciertas ocasiones"

Qué contradictorias son ambas versiones. Toca, pues á la crítica esclarecer la verdad. Por de pronto vemos que los rifles tomados al enemigo fueron 70. ¿Cómo podía ocurrir esto siendo solo 52 los "buines."?

La afirmación hecha por Vento, de que los peruanos fueron 1000 y que sus bajas llegaron á más de 100 individuos de tropa y 11 oficiales, no está clara. El sobreviviente chileno don Nemesio Ibarra no dice ni cuan. do ni donde se hizo tal aseveración que es de suyo inverosímil, pues sabido por todos es que las fuerzas de Canta no llegaban ni podían llegar á tanto; su armamento no se lo permitía. Aquello habría sido una división en forma y nadie ha hecho de ella referencia en la historia de la guerra, ni se conoce su plana mayor.

Además, recientemente se reorganizaba en el interior, con grandes dificultades, el ejército de resistencia nacional, después de la campaña de Lima, y el cuartel general estaba en Huarochirí. La fuerza de Canta no pasaba de una débil columna.

Por otra parte, las aseveraciones de Vento, las felicitaciones que hizo á León García y á Ríos, de ser ciertas. por razones de todos conocidas, tienen muy poco valor para nosotros.

No está demás recordar que la bandera arrebatada en Sangrar y de que ha hablado el sobreviviente peruano, es la misma que se exhibió en un establecimiento comercial de Mercaderes, á raíz del ruidoso "incidente de la corona de Chile."

Obra patriótica sería que el estado la adquiriese y la depositara en el Museo Histórico, pues es una veneranda reliquia para el país y un testimonio de lo que hicieron nuestros valerosos pueblos para rechazar la invasión chilena; es un trofeo que recordará á la posteridad esa acción de armas en que un puñado de voluntarios, sin preparación, ni pertrechos, con las mismas municiones tomadas al enemigo, aniquiló á 70 soldados chilenos é hizo huir á 20 más.

Victorias como estas y otras muchas ¿no volverá á tener el Perú? Siempre que nuestros ejércitos se mantengan dignos de las gloriosas tradiciones de sus antepasados guerreros; siempre que los voluntarios llenos de entusiasmo se improvisen soldados aguerridos y valerosos como los vencedores de Sangrar; siempre que estén nuestras huestes mandadas por jefes heroicos que como el general Cáceres en ese entonces y muchos otros bizarros capitanes enarbolaron el estandarte de la resistencia al invasor é hicieron morder el polvo al enemigo.

Lizardo Revollé.


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"Ilustración Americana". Año III n° 77. Lima, 22 de marzo de 1911.

Saludos
Jonatan Saona

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