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| Teobaldo Elías Corpancho |
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 26 de enero de 1889)
Con el nombre de su malogrado padre, esa eminencia de las letras americanas, heredó Teobaldo Elías Corpancho la inspiración, sin la que no hay poeta, como no hay día alegre cuando el sol niega sus rayos á la madre tierra.
Teobaldo Elías, aunque nacido algunos años antes que nosotros, pertenece á nuestras filas y es uno de los bohemios de fuste.
Cultiva de preferencia el género lírico y en sus versos se desborda la ternura de su alma.
Por eso cuando canta al amor, hace oír notas de inefable dulzura, sin caer jamás en ese amaneramiento de que regularmente adolecen las poesías eróticas, frutos, más de la voluntad y de la paciencia que del corazón.
Júzguesele por la siguiente estrofa:
«Juegos, quimeras, gritos, alegrías
« Son los recuerdos del fugáz ayer;
« Bellos celajas de encantados días,
« Dulces fascinadoras armonías,
« Que forman el amor en la mujer.»
Teobaldo Elias, lo mismo que su ilustre padre, ha vestido con honra el uniforme del diplomático, tocándole representar á su patria en la República de Bolivia.
Antes, en la triste época de la guerra con Chile, fué Secretario de la División ‘‘Vanguardia" que mandaba el Gral. La Cotera en La Noria, y poco después era nombrado, en la Secretaría General de Prado en Arica, Jefe de la Sección de Hacienda y Ultramar.
También fué durante algún tiempo oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores, y por espacio de 7 años, hasta 1879, Secretario del de Gobierno.
Miembro del Círculo Literario y del «Ateneo de Lima,» es Secretario del «Club de la Unión» que congrega en su seno á lo mejor de la buena sociedad masculina de la capital.
Corpancho, en toda la fuerza de su juventud, debe mantener con honor el prestigioso nombre que lleva, al cual dará nuevo lustre.
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 90, Lima, 26 de enero de 1889.
Saludos
Jonatan Saona
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