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| Estanislao del Canto |
Tarma, Julio 14 de 1882.
Señor Jeneral:
En la mañana del día 9 del corriente mes debiera haber evacuado la plaza de Huancayo, i para cuyo efecto había dado las órdenes para que todas las guarniciones de los puntos avanzados se reuniesen al grueso del ejército; pero en la madrugada de ese mismo día, una compañía del Batallón Santiago 5. ° de Linea, que estaba destacada en Marcabaye, fue rodeada por un número considerable de indios, protejidos por algunas fuerzas armadas de rifles i una o dos piezas de artillería, que según la esposicion verbal de los oficiales del destacamento, fueron disparadas dos o tres veces.
Sabido que hube el ataque que se daba a la compañía de vanguardia, me puse en marcha inmediatamente con el ejército de mi mando, en dirección al lugar del suceso, dejando resguardados los hospitales i la entrada Norte de la población, con dos compañías del Batallón Lautaro.
Todo el día 9 me ocupé en buscar al enemigo; pero no encontró otra cosa que grupos de jente coronando elevadísimos cerros i donde era imposible atacarlos, tanto por estar completamente distribuidos en puntos inaccesibles, cuanto porque no conducía a resultado alguno el haber atacado uno de esos grupos, por la mui sencilla razón de que al aproximarnos a ellos, huían i cambiaban de posiciones.
El ataque dado a la compañía del Santiago, me hizo convencer de la evidencia del plan combinado por el enemigo de atacar nuestras guarniciones pequeñas con crecido número de indios.
De resultas del ataque, hemos tenido la desgracia de perder al teniente don José de la Cruz Retamal, al subteniente don Elías Garai i 17 individuos de tropa, que fueron muertos por el enemigo; como asimismo 12 heridos del Santiago i dos de Carabineros. El número de bajas del enemigo debe ser considerable, pero, repito como otras veces a V. S. que juzgo no hai compensación entre la pérdida de un solo hombre nuestro i miliares de los del enemigo.
Orijinal acompaño a V. S. el parte del Comandante accidental del Santiago, para que se imponga de los demas pormenores no consignados aquí.
Dios guarde a V. S.
E. Del Canto.
Al Señor Jeneral en Jefe del ejército del Norte.
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En la mañana del día 9 del corriente mes debiera haber evacuado la plaza de Huancayo, i para cuyo efecto había dado las órdenes para que todas las guarniciones de los puntos avanzados se reuniesen al grueso del ejército; pero en la madrugada de ese mismo día, una compañía del Batallón Santiago 5. ° de Linea, que estaba destacada en Marcabaye, fue rodeada por un número considerable de indios, protejidos por algunas fuerzas armadas de rifles i una o dos piezas de artillería, que según la esposicion verbal de los oficiales del destacamento, fueron disparadas dos o tres veces.
Sabido que hube el ataque que se daba a la compañía de vanguardia, me puse en marcha inmediatamente con el ejército de mi mando, en dirección al lugar del suceso, dejando resguardados los hospitales i la entrada Norte de la población, con dos compañías del Batallón Lautaro.
Todo el día 9 me ocupé en buscar al enemigo; pero no encontró otra cosa que grupos de jente coronando elevadísimos cerros i donde era imposible atacarlos, tanto por estar completamente distribuidos en puntos inaccesibles, cuanto porque no conducía a resultado alguno el haber atacado uno de esos grupos, por la mui sencilla razón de que al aproximarnos a ellos, huían i cambiaban de posiciones.
El ataque dado a la compañía del Santiago, me hizo convencer de la evidencia del plan combinado por el enemigo de atacar nuestras guarniciones pequeñas con crecido número de indios.
De resultas del ataque, hemos tenido la desgracia de perder al teniente don José de la Cruz Retamal, al subteniente don Elías Garai i 17 individuos de tropa, que fueron muertos por el enemigo; como asimismo 12 heridos del Santiago i dos de Carabineros. El número de bajas del enemigo debe ser considerable, pero, repito como otras veces a V. S. que juzgo no hai compensación entre la pérdida de un solo hombre nuestro i miliares de los del enemigo.
Orijinal acompaño a V. S. el parte del Comandante accidental del Santiago, para que se imponga de los demas pormenores no consignados aquí.
Dios guarde a V. S.
E. Del Canto.
Al Señor Jeneral en Jefe del ejército del Norte.
Saludos
Jonatan Saona
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