Por Luis Benjamín Cisneros
No; el mundo entero podrá decir que hemos sido vencidos; mas no que estamos envilecidos ni deshonrados. No es patriotismo, ni valor, ni abnegación en los partidos políticos, ni desprendimiento, ni amor a nuestra altiva bandera, ni arrojo militar, ni cohesión nacional, lo que nos ha faltado; son las cosas que no se crean con el sentimiento y que no se forman en un día.
Tuvimos la audacia de aceptar una guerra con un enemigo robustecido, en todo órden, por cincuenta años de paz y de trabajo y de carácter cauteloso y astuto; y la aceptamos, aparte de nuestros tradicionales achaques, después de siete años de la más terrible crisis económica y fiscal que haya postrado jamás a pueblo alguno; sin recursos pecuniarios, sin marina y casi sin ejército.