15 de mayo de 2011

Carta de Canseco

Artillero peruano no identificado
Carta privada del oficial de artillería, don Ernesto Canseco, sobre el combate de Iquique


Iquique, mayo 22 de 1879.

Estoy bueno y sin la menor novedad anticipo ésta, porque habiendo sido actor en un pequeño combate de tierra contra la Esmeralda, quiero que al mismo tiempo que reciban la noticia del combate sepan de mi salud.

Ayer 21 ha sido un día de emociones. El Huáscar y la Independencia se aparecieron en la bahía, a las ocho y media de la mañana y trabaron combate con la Esmeralda y la Covadonga. Ésta última logró salir hacia el Sur, seguida de la Independencia.
El Huáscar y la Esmeralda quedaron, pues, solos en la bahía. La Esmeralda por guarecerse se vino hacia tierra. Entonces el coronel Velarde, Carbajal, Muñoz, Puente, Pastrana y yo, les hicimos fuego con nuestra artillería, contestándonos ellos con su artillería y fusilería; pero logramos nuestro objeto, retirándose ellos de junto a tierra y dando lugar a que el Huáscar la echara a pique, después de haberle intimado rendición por tres veces; pero los chilenos peleaban como leones. 

El comandante de la Esmeralda, un tal Prat, saltó sobre el Huáscar y con revólver en mano intentó dar muerte a Grau; pero se encontró con el teniente Velarde a quien mató de un pistoletazo; un marinero que vio ésto, mató a Prat, partiéndole la cabeza de un hachazo. Prat y cinco que lo siguieron quedaron muertos. La Esmeralda a pique con 150 a 200 de tripulación; solo hay 50 ó 60 prisioneros, los demás quedaron en el abismo.

Al ser prisioneros los chilenos vivaron al Perú.

Mientras tanto una escena muy distinta tenía lugar entre la Independencia y la Covadonga. Esta siempre huyendo, se metía por sitios que su calado le permitía; la Independencia siguiéndola, quedó encallada, entonces regresaron y les hicieron fuego hiriendo a muchos y matando a tres, entre ellos Guillermo García y García.

Los que pudieron salvar los tenemos en tierra, con quienes hemos tenido que hacer cada uno de nosotros la obra de misericordia de vestir al desnudo.

La Covadonga se fue a pique a la altura de Pica.

La victoria ha quedado por nuestra, pues les hemos echado dos buques a pique y tomándoles prisioneros; pero la pérdida material para nosotros, que hemos perdido a la Independencia.
Terrible¡ Terrible todo¡

No tengo tiempo para más, pues tenemos orden de marchar.

Escríbanme siempre para acá, pero sin olvidarse de poner en el sobre División Velarde para que la lleven donde estemos.
Creemos que vamos a Molle.

Tengo que alistarme y por eso no escribo más

ERNESTO CANSECO


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Saludos
Jonatan Saona

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