Relato de Adriana de Verneuil sobre Lima ocupada
"Fuera de esos pequeños desagrados casi inevitables de la vida en común y palpando el verdadero interés que me manifestaban la mayoría de las madres, yo seguía feliz y contenta en Belén*. Salía a menudo a mi casa y me constaba la inquietud que ocultaba la aparente tranquilidad de la ciudad, bajo la mano férrea del invasor; se le sentía alerta y listo a ejercer represalias contra el pueblo que sabía los aborrecía.