Juan Francisco Pazos |
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 1° de febrero de 1890)
El Dr D Juan Francisco Pazos, hombre público de vasta ilustración, de doctrina, orador notable, publicista de clara inteligencia, ciudadano de costumbres austeras, creyente, de los llamados de escuela y de maduro juicio, que ha brillado como periodista en la prensa local; nació, el 22 de Julio de 1836, del matrimonio de don Juan José Pazos y Solano con la señora Francisca Monasi, y niño aún fué enviado á Paris donde hizo sus primeros estudios Regresó á su país por causas inesperadas, é ingresó á San Carlos donde coronó su educación profesional con brillo obtando las insignias doctorales y de abogado, el año 62 en Arequipa, donde fué como secretario particular del general San Román.
El periodismo, esa luz deslumbradora que entusiasma el cerebro, que se siente con vivos anhelos de infundir orden y progreso con la rapidez del vapor, y atrae al hombre en la edad de los generosos impulsos en favor de los demás, subyugó también al joven Pazos que inició sus labores como cronista de “El Comercio” hacia el año 1859.
Enrolado en la causa política defendida por el general Prado, el 64 fué redactor del Boletín oficial, una vez triunfante la causa qué servía fué elegido diputado á la constituyente donde hizo conocer en mayor amplitud sus dotes políticas y su tacto administrativo.
El 23 de Noviembre de 1865 fundó “El Nacional” y lo sostuvo hasta el 71. Resolviéndose á ejercer su profesión abrió su estudio en 1872 conquistando en breve el renombre que hace subir la clientela. De sus labores del escritorio de abogado fué sacado por el gobierno del general La Puerta para encomendarle el portafolio de Hacienda, y sirviendo esa cartera arrancó al Congreso del 79 la autorización para entregar el huano y salitre á los acreedores del Perú, arreglo salvador del país que no llegó á realizarse por oposición del gobierno dictatorial.
Por segunda vez le tocó al Dr. Pazos formar parte del gobierno nacional en la cartera de Justicia con el general Cáceres, habiendo formado, antes, parte del Congreso de 1886.
La Municipalidad y la Beneficencia de Lima le deben buenos servicios al Dr. Pazos habiendo también servido á la Nación como agente Fiscal.
Por el momento vive alejado de la política activa, como síndico del Convento de la Encarnación desde 1883.
Protestamos contra esta abstención que se ha impuesto el Dr. Pazos, porque el país necesita de la actividad de sus buenos hijos cuyo brazo pertenece á la Patria.
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 143, Lima, 1° de febrero de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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