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20 de diciembre de 2018

Juan C. Grieve

Juan Crisóstomo Grieve
Grieve, el inventor de los cañones utilizados para defender a Lima en la Batalla de San Juan, en 1881

por Víctor Alvarado.

Los fabricó con su peculio y aportes de los empresarios, se improvisó como artillero con sus operarios. Sobrevivió a la batalla y su cabeza fue puesta a precio por los invasores chilenos.

Un patriota notable y dueño de una capacidad de inventiva comparable a la que tuvo el ingeniero Manuel Cuadros Viñas, el inventor de los torpedos que fueron activados para hundir a los buques chilenos “Loa” y “Covadonga”, es el ingeniero mecánico Juan Crisóstomo Grieve Downning, quien a costa de su propio peculio, inventó y fabricó en 1880 una versión del cañón alemán Krupp, que fue utilizado para defender a Lima durante la invasión chilena del 13 de febrero de 1881.

Y no solo se remitió a fabricarlos y ponerlos a disposición del Ejército del Perú, sino que él mismo, junto a los operarios que lo ayudaron a fabricarlos, se puso al frente de estas mortíferas armas en las batallas de San Juan y Miraflores. Grieve sobrevivió a estas batallas y su cabeza fue puesta a precio por los invasores y se vio obligado a salir del país y refugiarse en Guayaquil (Ecuador), de donde retornó al término de la agresión chilena en 1883.

Grieve construyó en total 42 cañones y no se fabricaron más por falta de tiempo y recursos económicos y hay testimonios de su eficiencia, pues sembraron la destrucción y mortandad entre los atacantes. Pero, la superioridad bélica de los invasores, en una proporción de 10 a uno, fue determinante para derrotar a los defensores de Lima, y ocupar la capital por más de dos años. Lima fue saqueada impunemente bajo la consigna del presidente chileno Aníbal Pinto de “que el Perú no levante cabeza ni en 100 años”. 

Según da cuenta nuestro historiador Jorge Basadre, Grieve en 1879 era un graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en la especialidad de ingeniería mecánica y tenía una bien ganada fama en su especialidad por haber participado codo a codo con el norteamericano Henry Meiggs, en la construcción del ferrocarril de La Oroya. Como es posible recordar, Meiggs fue contratado primero en 1868 para iniciar la línea Mollendo-Arequipa, la cual fue terminada en 1871; y en 1870 para hacer el tendido del ferrocarril de La Oroya que consiguió llegar en 1875 hasta Chilca, cerca a Matucana, a una distancia de 142 kilómetros del Callao. Fue interrumpida por dos hechos sensibles: la muerte de Meiggs y la invasión de Chile al Perú. La construcción del FFCC fue reanudada el 13 de abril de 1890 y culminada el 10 enero de 1893. Grieve había nacido en Lima, era hijo de padre escocés y madre irlandesa y tenía 31 años cuando se ofreció voluntariamente al presidente Mariano Ignacio Prado para reparar y dar mantenimiento a la artillería del Ejército.

En el contacto que sostuvo con las armas de artillería, tuvo la inspiración de diseñar un cañón rayado de retrocarga y ofreció fabricarlo al Gobierno para lo cual pidió se le provea de una pequeña suma para la adquisición de las herramientas e insumos necesarios, pero el dinero nunca llegó. Era comprensible que eso ocurriera porque la caja fiscal afrontaba serias dificultades para satisfacer los gastos de la guerra que había declarado Chile al Perú. Basadre recuerda que Grieve invirtió su fortuna personal en la fabricación del prototipo de cañón, y cuando ésta se acabó pidió ayuda al Club Nacional, cuyos socios, los empresarios limeños de la época, hicieron una colecta destinada a terminar su trabajo. Grieve empezó la construcción pidiendo ejes de acero de ferrocarril y un cañón del ejército boliviano que se encontraba en Lima para tenerlo de modelo. Los trabajos fueron cumplidos en horarios denodados de siete de la mañana a diez de la noche en la antigua Escuela de Artes, pero el rayado del ánima lo hizo en la maestranza del ferrocarril inglés. El cañón rayado de retrocarga fue terminado en febrero de 1880 y los peritos de la Junta Facultativa nombrados por la Secretaría de Guerra del gobierno expresaron su opinión favorable y recomendaron se construyan los que se puedan. Hasta ese momento solo se tenía el prototipo fabricado por Grieve.

En el escenario de la guerra se tenía una variopinta de cañones, pero por primera vez se tenía un tipo de cañón propio, de fabricación nacional. Debido a la escasez de acero en Lima, Grieve diseñó un sistema de zunchado en frío, en el cual el ánima del cañón se introducía a presión mediante una prensa hidráulica en una camiseta de bronce, por eso se tiene la creencia de que eran de bronce, pero en realidad eran de acero templado. 

El cañón construido por Grieve era similar al cañón Krupp de montaña de 60 mm. El ánima tenía un diámetro de 60,3 mm, ligeramente superior al Krupp, con un rayado de 18 estrías y un paso de 1 vuelta en 35 calibres. El cierre para la carga en la culata era de cuña simple prismática idéntico al de Krupp. Era de fierro forjado. Para evitar los escapes de gases tenía un obturador de anillo Broadwell de cobre y acero. El propio creador de los cañones y sus operarios se improvisaron como artilleros y pusieron al lado de estas armas en la Batalla de San Juan, más precisamente en el sector del Morro Solar hacia el este que estaba a cargo del primer cuerpo del Ejército, bajo la jefatura del general Miguel Iglesias. 

De acuerdo al parte de guerra del general Pedro Silva sobre la Batalla de Miraflores, es posible concluir que Grieve fabricó un total de 42 cañones, pues esta es la cifra que resulta sumando las piezas de artillería emplazada en las alturas de Chorrillos, conformantes de la línea defensiva que se extendía, a lo largo de 12 kilómetros, hasta San Juan. Del total de 97 cañones dispuestos en el citado sector, según el parte del general Silva, 42 fueron “Grieve”. Los otros correspondían a las marcas Vavaseur (10), White (38), Walgely (4), Armstrong (1) y 2 pequeños cañones de acero sistema Selay de retrocarga, construidos en una factoría de Bellavista.


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Texto escrito por Víctor Alvarado y publicado en reportperu.wordpress.com

Saludos
Jonatan Saona

4 comentarios:

  1. Ya en ese tiempo los peruanos copiaban elementos extranjeros y los hacían pasar como propios?. En todo caso, de bien poco sirvieron esos cañones, el ejército chileno arrasó con los peruanos.

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  2. Lamentablemente Pierol estaba mas preocupado a quien nombrar como asesor militar o que uniforme usar, que estos temas militares.

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  3. Con henry meiggs aprendio mucho fue la base de su ingenio para su diseño del cañon gracias es muy bueno saber

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  4. Lo de superioridad bélica de los adversarios en la proporción de 10 a 1, que se expresa en este texto, es una observación bien curiosa.
    Chile contaba con una población de 2 millones de habitantes, y Perú con otra superior, de 3 millones. Dejemos de lado a Bolivia, cuyos otros 2 millones poco aportaron.
    ¿Como pudo Chile estar siempre en superioridad numérica en todas las batallas y combates de esa guerra?
    Hay quien afirma que Chile puso en el campo tropas británicas vistiendo uniforme chileno, lo que explicaría su inmensa superioridad numérica.
    O quizás la explicación sea más sencilla, y consista en que la población chilena se enroló con entusiasmo y se puso bajo bandera en número más que suficiente cada vez que se convocó a la guardia nacional durante ese conflicto.

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