Campamento De Miraflores, enero 17 de 1881.
Cumpliendo con la orden de US. paso a dar cuenta a US. del rol que tuvo la suerte de desempeñar el
batallón en la jornada de Chorrillos el día 13 del actual.
La fuerza efectiva del cuerpo en ese día era de 889 individuos de tropa, 33 oficiales y 2 jefes.
Por orden del señor coronel don Pedro Lagos, jefe de la división, marché en refuerzo de las compañías guerrilleras que marchaban a vanguardia de ella, con el fin de tomar una batería de artillería enemiga, la que huyó con la infantería que la custodiaba, a nuestra vista, y fue perseguida por aquellas compañías y por la 5° de este batallón, al mando del capitán don Pedro A. Dueñas.
Las otras cinco compañías, formando otras tantas alas de guerrillas en columna, avanzaron en dirección a las posiciones enemigas, las que fueron tomadas por las tropas que iniciaron su ataque.
Después de esta marcha acampamos momentáneamente, y siendo molestados por algunos tiradores enemigos, mandé la 1° compañía al mando del capitán don Enrique Escobar S. para que los batiese, lo que ejecutó y regresó al campamento; sufriendo en esta marcha la baja de un soldado a causa de la explosión de una pequeña granada y las muchas que el enemigo tenía enterradas en ese campo y que reventaban al más simple choque: le hirió gravemente en un pié. Igual explosión sufrió el subteniente don Galo Irarrázaval, pero tuvo la suerte de no ser tocado por alguno de los cascos de la granada. El teniente don Manuel 2° Rengifo sufrió igualmente otra que le descompuso un pié.
Habiendo reaparecido otros tiradores enemigos, envié al capitán don Roberto Simpson con su compañía, quien consiguió ponerlos en fuga.
Poco momentos después de recibir orden de avanzar, se incorporó a nosotros la compañía del capitán
Dueñas y marchamos en dirección a la estación del ferrocarril, defendida por el enemigo, en cuyas inmediaciones atacaba el 3° de línea y artillería de montaña a fuerzas dispersas que, protegidas a tiempo por otras de refuerzo llegadas en el tren de Lima, pretendían resistir.
A mi llegado encontré al comandante Gutiérrez, jefe de ese regimiento, e impuesto por él de su situación, tomé colocación a la derecha del 3°, dándole la derecha del batallón e invirtiendo éste lo corrí a la derecha. En esos momentos llegó un batallón del Aconcagua al mando del comandante Bustamante, a quien indiqué la colocación que debía tomar y las posiciones del enemigo. También llegó el otro batallón de ese regimiento al mando de su primer jefe, el comandante Díaz Muñoz, quien, como Bustamante, tomó su posición a la derecha y continuando el ataque pusimos en completa derrota al enemigo.
Concluido esto nos retiramos y acampamos en el punto donde se nos señaló, juntamente con todo el
Ejército, dan do por terminada y con gloria para Chile la jornada de ese día.
Las bajas que tuvimos en esta jornada fueron nueve individuos de tropa, seis heridos y tres muertos, y el teniente Rengifo herido, de que ya he hecho mención anteriormente.
La conducta de los señores oficiales y tropa, como del sargento mayor don Loredano Fuenzalida, es digna de toda recomendación.
Dios guarde a US.
FRANCISCO J. FIERRO
Al señor Jefe de la 1ª Brigada de la 3ª División.
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Saludos
Jonatan Saona
que increible encontrar esto de mi Tatarabuelo, gracias.
ResponderBorrarMi Tatarabuelo también. Tremendo orgullo siento. No sabía que era un héroe de la Patria.
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