Brigada de Artillería de Campaña
Tarata, Mayo 30 de 1880
Señor Coronel Comandante General de armas
S.C.
Cumplo con el deber de dar cuenta a V.S.. de lo ocurrido en la Brigada de mi mando, en la batalla que tuvo lugar el 26 del presente, en el Campo de la Alianza, con el Ejército de Chile.
De regreso de la marcha emprendida por el Ejército, en la noche del 25, y cuyos resultados V.S. conoce, a las 7 de la mañana, se presentó a la vista, el enemigo, por cuya razón, se inició por el E.M.G. el toque de generala; y desde este momento, estuvimos listos para el combate, y habiendo recibido órden de V.S. a las 9 a.m. de coloccar la 2° y 3° Baterías, en la ceja delantera de nuestro campamento, a órdenes de sus respectivos Capitanes D. Ricardo Ugarte y D. Eduardo Aguila, así como del 2° y 3° Jefe de la Brigada Sargentos Mayores D. Pedro Ugarteche y D. José Manuel Ordoñes, recibiendo dichos Jefes, la órden de que tan luego que estubieran a tiro las líneas enemigas, rompieran el fuego sobre ellas, lo que se efectuó con feliz ecsito.
Después de una hora de fuego sostenido por las baterías arriba indicadas, ordenó V.S. entrara a ocupar la línea de combate, la 1° Batería que había quedado de reserva, con cuyo refuerzo, sostuvo la Brigada a mis órdenes, un fuego nutrido con la Artillería enemiga, hasta las 11 a.m. hora en que ordenó V.S. cesara el fuego, y ocupar la ondulación que teníamos a retaguardia de la línea, sitio en donde aguardaba nuevas órdenes.
Pocos momentos después de las 11 a.m. recibí orden de V.S. de reconcentrarme sobre la izquierda, lo que efectué sin pérdida de tiempo, logrando hacer esta marcha, por algún tiempo, en compañía de la sección de a 12, la que no pudo, por mas esfuerzos que se hacían, seguir el movimiento, por su propio peso, mal estado del ganado de tiro, é inconvenientes del terreno; y en esta situación, recibí orden de V.S. de cargar el material, á lomo, para efectuar con velocidad el movimiento que V.S. había acordado, el cual era tomar una posición a la izquierda y retaguardia de nuestra línea, en la imposibilidad de hacer fuego en ella, por no herir a nuestras propias guerrillas, que habían avanzado y se batían a vanguardia denodadamente con el enemigo. De las dos Baterías de Campaña, la 2° que marchaba á la cabeza, y que pudo llegar a una de las ondulaciones del terreno, cargó su material, no sin pocos esfuerzos, lo que desgraciadamente no pudo efectuar la 1° pues esta se hayaba en uno de los sitios más elevados del terreno, y el fuego era tal, que muy pronto sacó fuera de combate a los Oficiales, Teniente D. Eduardo del Castillo y Capitán graduado D. Elías Bodero, siendo al mismo tiempo, diezmada en gran parte la dotación de dicha batería, así como, casi en su totalidad, el ganado de ella.
A pesar de estos poderosos inconvenientes, los esfuerzos del Capitán Sargento Mayor graduado D. Manuel Carrera, se redoblaban a tal extremo, que tocaban en la desesperación, pero todo esfuerzo escolló, ante la fuerza numérica del enemigo, que ya nos dominaba y que arrollando nuestra ala izquierda, nos obligó a replegarnos a la 2° Batería, que en su tránsito, para ocupar la altura señalada, había sufrido las mismas consecuencias que la 1°, quedando herido su Capitán D. Eduardo Aguila, muertos y heridos la mayor parte de su fuerza, así como seis de sus mulos conductores.
En cuanto a la sección de a 12 como dejo ya indicado, por sus condiciones tan desventajosas, para seguir el movimiento el Capitán D. Ricardo Ugarte, y el graduado de esta clase D. Eloy Caballero, lograron en medio de las difíciles circunstancias en que se encontraban, hacer seis disparos sobre el enemigo, hasta perder no solo los sirvientes de estas piezas, sino hasta el Maestro Mayor de la Maestranza de Campaña, cuyos operarios contribuyeron con sus esfuerzos a la falta de artilleros, hasta que contusos los dos Capitanes indicados, y arrollados por el enemigo, vinieron a replegarse donde se encontraban los restos del cuerpo, y pronunciada ya la derrota y dueño del Campo el enemigo, ordenó V.S. que el Capitán graduado D. Felix del Piélago, se replegara hácia nosotros, con el parque que tenía a su cargo, disponiendo V.S. la retirada hácia Tacna, que se efectuó en órden a unirse con los restos del Ejército, que en dispersión, se dirigían al Alto de Lima, en donde momentos después V.S. se puso a órdenes del Sr. Coronel J. E.M.G. D. Manuel Velarde, que con el Prefecto del Departamento, hicimos la marcha hasta este lugar.
Por el cuadro adjunto, quedará V.S. informado del número de Jefes, Oficiales, Tropa, Operarios de Maestranza y Conductores, así como de material y parque que se ha salvado y conducido hasta este lugar, y que se conducirá, con el mismo interés y patriotismo, donde lo requieran las circunstancias de la guerra. Demás me parece Sr. Comandante General el hacer recomendación especial de ninguno de los Jefes, Oficiales y Tropa de la Brigada de mi mando, pues cada uno en su esfera, ha cumplido como verdadero peruano y como militar de honor.
Lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V.S. en cumplimiento de mi deber, adjuntando al mismo tiempo, la relación de los Sres. Oficiales heridos.
Dios guarde a V.S.
Domingo Barboza
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Texto gentileza de Martín Paredes
Saludos
Jonatan Saona
El más objetivo de todos los partes que he leído de los jefes peruanos y bolivianos.
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