(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 16 de agosto de 1890)
"CARLOS LLOSA fué una esperanza para Arequipa, y hoy su nombre constituye una realidad gloriosa para el Perú.
Vió la luz de la existencia en la ciudad del Misti, el 4 de Noviembre de 1849, siendo fruto legítimo del matrimonio del Coronel don Toribio Llosa con la señora Viviana Llosa de Llosa.
La primera educación la terminó con brillo en el "Colegio de la Independencia", y cursó dos años en la Universidad de San Agustín; pero la carrera de su padre era la elegida por su afición, así es que en 1867 obtuvo permiso de sus padres para abrazar la profesión militar y sentó plaza de Teniente en el batallón Arequipa núm. 7 siendo uno de los fundadores de ese cuerpo.
Llosa llevó al cuartel la esmerada educación del hogar y no es, pues, de extrañarse que allí se distinguiese inmediatamente por sus maneras aristocráticas, su porte caballeresco y el cumplimiento estricto de la disciplina.
Hizo la campaña de la restauración, y el 11 de Enero de 1868 ascendió á capitán graduado, obteniendo la efectividad en 7 de Junio de 1872 durante el Gobierno del Coronel Balta. Cuando estalló la tremenda avalancha de la dictadura Gutiérrez, Llosa, junto con otros militares distinguidos, se retiró á la vida privada, observando una conducta digna en la revolución del día 22 de Julio como lo hizo constar el Coronel Coello, Jefe del Batallón Callao. Restablecido el orden constitucional, fué llamado Carlos al servicio por el malogrado Coronel Herencia Zeballos; y fué graduado de Sargento Mayor, y una vez hecho Jefe marchó á la campaña de Ayacucho y asistió al combate de Pacopata,el 22 de Agosto del 73, á órdenes del heroico General Silva.
En 9 de Noviembre del 74 recibió la efectividad de su clase é hizo la campaña de Moquegua, asistiendo al combate de Buenavista á órdenes del Contra-Almirante Montero, donde cayó gravemente herido; el 28 de Enero del 75 fué ascendido á Teniente Coronel y nombrado tercer Jefe del "Zepita" donde sirvió al lado del General Cáceres cuya amistad y distinciones fueron la mejor prenda de su vida militar.
Cuando estalló la guerra con Chile que nos ha robado las mejores existencias de nuestros hermanos, Carlos Llosa desempeñaba la Sub-prefectura de Mollendo y le tocó ser el primero que cambió balas con el "Cochrane" y una cañonera chilena, portándose con el denuedo que le valió las felicitaciones del Presidente Prado y la de los jefes caracterizados del Ejército. Llosa anhelaba por merecer un puesto en el centro de las operaciones, y obtuvo pasar á Arica y nombrado accidentalmente Jefe del "Zepita" por haberse nombrado Comandante General de la 1°División al entonces Coronel Cáceres.
Con ese brillante cuerpo del Ejército, modelo por su moralidad y valor, concurrió Carlos Llosa á la Batalla del "Alto de la Alianza" como lo prometió á sus compañeros de armas al comenzar el combate, disputó palmo á palmo el laurel de la victoria para la Patria, y solo obtuvo la gloria de los héroes, regando con su sangre el campo de batalla y rindiendo la existencia en la flor de su edad, junto al pabellón nacional.
Arequipa honró la memoria de Carlos Llosa, su predilecto hijo, celebrando suntuosas honras fúnebres en el templo de la Merced, el 9 de Julio de 1880. Sus restos aún yacen en solitaria playa, pero su recuerdo glorioso vive en el corazón de la República agradecida."
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Texto e imagen publicados en el semanario "El Perú Ilustrado" núm. 171, Lima, 16 de agosto de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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