Al pié del legendario morro de Arica, el 13 de Marzo de 1850 nació Julio Jiménez, y sin duda por haber visto desde su infancia el grandioso mar azotando la callada roca, sintió la inspiración del atrevido marino y determinó seguir la profesión de las armas, alcanzando de sus padres, don José Jiménez y la señora María Abal de Jiménez, el apoyo de su voluntad, para ingresar al «Colegio Nacional» con el título de Guardia marina, extendido por el Ministro de Guerra, que por aquel año lo era el General Pezet. Estudió con notable aprovechamiento hasta 1865, año en que lo destinaron á bordo del Tumbes que servía la causa de la Restauración, llamada con fundado motivo la segunda guerra de la independencia.
Terminada ésta, el guardia marina pasó á la fragata Amazonas en cuya dotación concurrió al combate de «Abtao». Perdida la Amazonas, Jiménez se apresuró en buscar puesto de pelea, y el "2 de Mayo" lo contó entre los vencedores del Tumbes.
Desde aquella época, sin interrupción alguna, continuó prestando sus servicios en diferentes naves, habiéndose distinguido á bordo del Tumbes, donde como 2° comandante hizo el viaje de estudio á que se mandó á los grumetes de la armada nacional, que terminaron su aprendizaje teórico en la fragata «Apurimac».
Cuando el grito de guerra lanzado por Chile resonó en la República, Jimenez formaba parte de la dotación del «Limeña» de donde, el que de sus aptitudes tenía conocimiento de Capitán de Navío Portal lo sacó para la dotación de la Unión.
En una de sus escurciones la "Unión" capturó al «Rímac» y cinco buques pequeños del enemigo, de los que se dio Jiménez el comando del bergantín «Saucí Jack» cargado de metales que condujo al Callao, desde las alturas de Caldera llevando prisionero al capitán y arrostrando los mayores peligros.
Perdida la escuadra, Jiménez se dirige á tierra en busca de un lugar para seguir defendiendo su patria
y aceptó la secretaría de la Prefectura del Cuzco, encomendada á su hermano el Dr. D. José Jiménez, pero, con mira de reunir en el interior elementos de defensa. Poco tiempo después, se organizaba en aquel Departamento el batallón «Libres del Cuzco», apareciendo Jiménez como segundo jefe. Podemos decir que allí comenzó la segunda etapa de la vida pública de don Julio Jiménez, galoneado ya con las insignias de Teniente Coronel provisional y salió al teatro de la guerra recorriendo la amarga vía crucis que estuvo reservada al ejército peruano en la guerra del Pacífico. Nombrado jefe de la 1.° sección del Estado Mayor General del Ejército poco tiempo después Prefecto del Departamento de Puno, dejó este último para servir como 1er jefe del batallón "Piquiza", nombre cambiado más tarde por «Bolognesi».
Después del fracaso de las armas peruanas en Arequipa, donde en varias juntas de guerra, Jiménez votó siempre por la resistencia á todo trance, tomó el camino del centro y reunido con el ejército del General Cáceres, hizo toda la campaña constitucional, habiendo sido herido con dos balazos en la entrada á Lima el 27 de Agosto del 85 y permaneciendo aquí sólo el tiempo preciso para medicinarse, salió nuevamente al sur y luego otra vez al centro, concurriendo á las acciones de armas de Huancayo, Izcuchaca y Masma, siendo luego nombrado Sub-prefecto é Intendente del cercado del Cuzco, y pronto Prefecto accidental de aquel Departamento; época en la que contrajo matrimonio con una señorita de la mejor sociedad cuzqueña, circunstancia que acrecentó las simpatías con que Jiménez contaba en el Cuzco, siendo expontáneamente presentado candidato á la diputación de la más bella é ilustrada de las provincia de aquel vasto Departamento. — Calca— que lo eligió su Diputado al Congreso Nacional de 1886, á cuyas dos legislaturas asistió siendo sacado de las cámaras para regir el Departamento de Cajamarca, donde, las conveniencias del servicio, y no obstante la popularidad de que allá gozaba, fué trasladado á la Prefectura de Ica que actualmente desempeña con general aplauso y sagacidad digna de encomio.
Nada mas natural que nuestro semanario haya recogido el retrato de la primera autoridad para el número consagrado al hermoso Departamento de Ica.
Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 138, Lima, 28 de diciembre de 1889.
Saludos
Jonatan Saona
No hay comentarios.:
Publicar un comentario