Teniente del Atacama
Fué también hijo de Valparaíso, donde naciera el 12 de abril de 1850, el teniente del Atacama don Juan Ramón Silva, que tuvo la gloria de ser segundo de Rafael Torreblanca en la cima de Tacna, i como su jefe de compañía, fué hombre de trabajo, fué minero, fué soldado, buscando honrosa vida en todos los senderos que la constancia señala al hombre contra el hado adverso.
Empleado de comercio en Iquique hasta la catástrofe física de 1868, oficial de la policía en Copiapó, minero en Caracoles, incorporado después a la policía de su ciudad natal, partió entre los primeros en el batallón Valparaíso a Antofagasta. I en esa ciudad pasó al Atacama a petición de su jefe el coronel Martínez, que de antiguo lo conocía.
No se equivocó en su elección el último jefe, porque habiendo heredado en el campo de la Alianza el mando de la compañía del bravo Torreblanca, que pereció a su lado traspasado de cien bayonetazos, recibió el teniente Silva, minutos después, tres mortales heridas, de cuyo daño sucumbiera dos semanas más tarde (9 de junio) en los desamparados hospitales de Tacna.
Escribió con este motivo el jefe del Atacama a la madre del bravo capitán, la señora Isabel H. de Silva, que le sobrevive, estas palabras de recuerdo i de justicia:
"Su hijo, señora, era un valiente oficial, pundonoroso en el cumplimiento de sus deberes i abnegado patriota en el puesto del honor. Su muerte jamás será suficientemente lamentada por los compañeros que hemos tenido la suerte de sobrevivirle i que estamos dispuestos a seguir sus huellas por peligrosa que sea la situación que se nos presente".
¡Noble efusión de un viejo soldado que sería sólo para quien vertiérala el eco profético de la muerte!
Seis meses más tarde el coronel del Atacama, siguiendo la huella de gloriosos subalternos, se inmortalizaba como ellos i para ellos, envolviéndose en la doble mortaja de Chorrillos i de Miraflores.
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Texto e imagen tomado de "El Álbum de la gloria de Chile", Tomo II, por Benjamín Vicuña Mackenna.
Saludos
Jonatan Saona
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