Un niño héroe

Tambor peruano

Un niño héroe. 

(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 30 de julio de 1887)

Esteban Gómez era un niño de 13 años cuando estalló la guerra del Pacífico.

Inflamado por el ardor pátrio, fugó de la casa de sus tutores para enrolarse como tambor en uno de los primeros batallones que de esta capital marcharon para el Sur.

Como al presentarse, le hubieran hecho la observación de que su pequeña estatura era inaparente para sobrellevar las fatigas de la ruda campaña que iba á emprenderse, contestó con voz firme y serena: “Yo os probaré que para defender la patria no se necesita ser hombre fuerte.”

Tan varonil y patriótica respuesta, le valió no solo el ser admitido, sino el cariño de todos, desde los jefes hasta el último soldado de ese batallón

Y lleno de regocijo partió á luchar contra los invasores del suelo querido de la patria.

Apenas llegó al teatro de la guerra, se hizo notar por la impetuosidad de su valor. Durante los combates en los cuales tomó parte su batallón, dejando de tocar su tambor, recojía el rifle de un herido ó un muerto y con él hacía fuego delante de sus compañeros, sin cuidarse del peligro.

En uno de estos momentos de delirio guerrero recibió la muerte.

En la memorable batalla de Tacna, en que los ejércitos beligerantes se disputaron en encarnizada lucha el laurel de la victoria, y en los momentos en que ésta aún estaba indecisa, el pequeño Gómez, siguiendo su temeraria costumbre, se adelanta á sus compañeros haciendo fuego contra los chilenos. 

Ya había dado muerte á uno de éstos y se presipitaba sobre otro, cuando de improviso se vé rodeado por un grupo de enemigos, que tal vez respetando su valor no le victiman en el acto, y le ordenan que grite ¡viva Chile!

— ¡Viva el Perú! gritó entonces el valiente Gómez, arrojando al aire su cristina, é instantáneamente cayó acribillado por las balas enemigas.

Esta muerte sublime de un niño, sacrificando su vida á la Patria, despertó la admiración de sus mismos victimarios.

Esteban Gómez hijo de un antiguo soldado de la patria y de una de aquellas abnegadas mujeres conocidas con el nombre de rabonas, era natural de Ayacucho y fué traído á esta capital cuando solo contaba 5 años de edad.

¡Honor eterno á la memoria de ese valeroso infante!

E. Blancas 

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Texto tomado de "El Perú Ilustrado" núm 12, Lima, 30 de julio de 1887.
Detalle de fotografía, niño tambor peruano, tomado por E. Maunoury, tomada a fines década de 1860.

Saludos
Jonatan Saona