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15 de marzo de 2015

Protesta de San Marcos

Casona de San Marcos
Protesta de la Universidad de San Marcos contra la ocupación chilena del litoral boliviano

Universidad de San Marcos

Los que suscriben, graduados i alumnos de las diferentes facultades de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima i de la Escuela de Construcciones civiles i de minas,

Considerando:
1.° Que los gravísimos acontecimientos, que con menosprecio de la lei internacional i de la civilización de nuestra época, se desarrollan en la República de Bolivia desde el 14 de Febrero, en que las fuerzas chilenas ocuparon bu litoral; acontecimientos que, por su orden i sus tendencias harto lamentables, son conocidos, reclaman, asi como los principios proclamados para cohonestarlos, la atención de las personas ilustradas, i mui especialmente, de los pueblos hispano-americanos, obligados a velar por la respetabilidad de su nombre, i cuyo espirita de confraternidad, acaba de recibir un rudo golpe;

2.° Que el Gobierno de Chile, haciendo una gran cuestión de una diferencia relativamente insignificante, con el objeto de realizar su pretensión de preponderancia sud-americana —tan natural i lejítima cuando se le persigue por medios lícitos, como absurda e inicua cuando «e conspira í atenta contra la prosperidad i derechos ajenos— i aprovechando de sus aprestos bélicos que no quiso emplear contra un enemigo poderoso, a la vez que cediendo a un interés de política interna, ha procedido de hecho a apoderarse del indefenso litoral boliviano, sin declarar previamente la guerra, como lo aconseja la propia hidalguía i lo prescribe el derecho de jentes a los pueblos civilizados; sin dirijir siquiera el acostumbrado ultimátum; i sin proponer el medio pacífico del arbitraje, que él mismo tenia pactado, i cuya práctica entre loe países hermanos de este continente prometía i debía ser una de sus mejores glorias, sino cuando en presencia de las bocas de los cañones el honor de Bolivia le impedía ya aceptarlo;

3.° Que con la vana pretensión de justificar tan graves atentados ha invocado el Gobierno de Chile el absurdo principio de la reivindicación, que él mismo condenó con enerjía en 1864 i que después de los brillantes triunfos de esa época se creía imposible que volviera a aparecer en el suelo de la América, i mas aun, que fuera una nación sud americana, que luchó contra él, la que lo proclamara de nuevo; principio cuyo renacimiento no puede ser mirado con indiferencia, desde que él consagra la instabilidad de las relaciones internacionales, por la desaparición de la fe de los tratados, i constituye una terrible amenaza a la tranquila posesión de los derechos de todos los Estados, contra los que mañana puede invocarlo Chile, del mismo modo que hoi lo invoca, con asombro jeneral, en daño de la República de Bolivia;

4.° Que no es tampoco una reivindicación, lo que Chile intenta en el litoral boliviano, desde que ella supone dominio anterior, i se ha apoderado, con ánimo de ocupación permanente, como lo manifiestan los actos de su Gobierno i las revelaciones de su prensa, de territorios que nunca poseyó, ni siquiera disputó; siendo por tanto, una verdadera conquista, la que tiene la insensata pretensión de realizar en pleno siglo XIX; anomalía que los países de este continente, no pueden bajo ningún aspecto permitir aunque no sea tino por defender el prestijio del nombre americano i los fueros de la civilización;

5.° Que tantos i tan monstruosos escándalos han merecido la aprobación unánime del pueblo chileno, pues, siguiendo las inspiraciones de su prensa i de sus tribunos, soñando con un poder indestructible, alentado con victorias alcanzadas sin peligro, i no calculando la importancia de los acontecimientos, toda la estensión de sus consecuencias, i lo mucho que algún dia tendrá que arrepentirse de sus estravíos e ilusiones de hoi, incita a su Gobierno, con un entusiasmo digno de mejor causa, a que no se detenga en la torcida senda, que ha principiado a recorrer, i practica actos de vandalaje, i lanza groseros insultos contra el país, que, noble i grande como siempre, hace lo posible por apartarlo del abismo a cuyo borde se encuentra; actos que no serán imitados, e insultos los que suscriben no contestarán, ni ahora ni nunca, sino con la moderación i altura propias de la juventud de un país culto, que ni puede apelar a la calumnia i a la diatriba, porque su decoro se lo impide, ni necesita de ellas, para justificar la elevada actitud que ha asumido, i la que quizá desgraciadamente se vea obligado a asumir, porque la justicia de la causa con que ardientemente simpatiza es i será suficiente para lejitimar su conducta ante el tribunal de la opinión pública hoi, ante el tribunal de la historia mañana;

6.° Que el Perú, comprendiendo que la confraternidad entre los pueblos de este Continente, es para ellos una tradición de su pasado i el mas sólido fundamento de su grandioso porvenir, se ha distinguido siempre por la lealtad de su política esterior, por su espíritu de acendrado americanismo, por su amor a los pueblos hermanos, que siempre lo han visto a la vanguardia de las causas justas, apoyándolas desinteresadamente con sus poderosos elementos de que jamás ha abusado, o alentándolas con su autorizada palabra; como lo ha demostrado acojiendo con entusiasmo el pensamiento de unión hispano-americana, concebido por el jenio del Libertador, cuya realización siempre ha perseguido, teniendo hoi mismo reunida por su feliz iniciativa una Asamblea encargada de llevarla a cabo bajo uno de sus principales aspectos; como lo ha demostrado protestando de la invasión filibustera en Centro América en 1857 i de la anexión de Santo Domingo a España en 1861; como lo ha demostrado protestando de la intervención francesa en Méjico en 1864; como lo ha demostrado, siendo el primero en reconocer la independencia de la desgraciada Isla de Cuba; como lo ha demostrado, en fin, de la manera mas espléndida, colocando mui alto el nombre americano, a la vez que dando la prueba mas elocuente de la virilidad de su carácter, en Abtao i en las aguas del Callao el glorioso "Dos de Mayo", día en que vengó a los mismos que hoi lo llaman ingrato, del atentado de que habían sido víctimas con el bombardeo del indefenso puerto de Valparaíso; honrosos antecedentes todos, que impiden al Perú ver con indiferencia que la desmesurada ambición de un Estado venga a turbar la confraternidad americana i a arrojar una mancha sobre el buen nombre del Continente; siendo natural que las nobles aspiraciones del país, sean manifestadas por sus clases ilustradas;

7.° Que es una necesidad ante la moral i una exijencia de la civilización del siglo, de los intereses de la libertad i de la seguridad de las naciones, que se dé a conocer a la sanción de la opinión pública sobre la conducta de los Estados, como un medio de contener sus estravíos i alentar el buen proceder por el res peto que merecen sus inapelables fallos; i a fin de no dejar esclusivamente abandonada a la fuerza la solución de las cuestiones internacionales, sino de que la razón, recobrando su imperio, señale de qué lado se encuentra la justicia i pueda modificar así en algo los resultados de la guerra, disminuyendo las glorias del vencedor injusto, con la protesta del mundo, i comunicando una palabra de aliento al vencido desgraciado, con el reconocimiento de su derecho;

8.° Que, por último, la juventud ilustrada, que siempre simpatiza con las causas justas, i que, educada en la escuela de la libertad, rechaza todo abuso de la fuerza con menosprecio del derecho, no puede mirar con indiferencia la conducta observada por el Gobierno de Chile con la República de Bolivia, que contraría sus principios i aspiraciones, ni limitarse, a causa de la gravedad de los acontecimientos, a deplorarlos en silencio; estimando como un sagrado deber de su parte, hacer públicas sus opiniones, cualquiera que sea el valor que ellas tengan;

Por tales consideraciones,
Los que suscriben, han acordado:
I, Protestar, como en efecto protestan solemnemente, de la conducta observada por el Gobierno de Chile con la República de Bolivia;

II. Poner esta protesta en manos del Excmo. señor Ministro de Bolivia, para que por su digno órgano, llegue a conocimiento del Gobierno i pueblo bolivianos.

Universidad Mayor de San Marcos de Lima, a los 16 días del mes de Marzo de 1879.
—Doctor, E, de la Riva Agujero,— Juan de D. Ramos,—Licenciado, Carlos Wiesse.—Bachiller, S. F. Parodi,—Bachiller, Pedro Falla Rodríguez—Bachiller, Enrique Arnaes,—José Andrés Torres Paz, — Bachiller, Hildebrando Fuentes, —Doctor, Pedro A, Labarthe — Doctor, Lizandro La-Puente,—
Doctor, Felipe Valle-Riestra—(Siguen las firmas).
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Imagen, Casona de San Marcos, tomada a inicios del siglo XX

Saludos
Jonatan Saona

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