Tacna Marzo 17 / 1880
Amada Esposa
Hoy por el correo te dirijo una y aprovecho la oportunidad de que mañana sale el buque conductor de esta para decirte que a Dios gracias me conservo bien de salud e imploro al Todo Poderoso les conceda a Uds. igual beneficio.
Hoy he estado muy preocupado con la entrada a Arica de la Unión en presencia de un blindado del Huáscar y un transporte ha desembarcado lo insignificante que trajo que se compone de 20,000 varas de genero blanco para vestuario, 2,000 pares de zapatos y 2 ametralladoras y nada de cañones ni rifles ni plata, elementos que tanto necesitamos. Parece que han expuesto el único bien que nos queda solo para acallar la justa grita e indignación que bien esa se ha levantado por el abandono a nuestra propia suerte con que se nos ha relegado aquí en el teatro de la guerra, en el punto objetivo del enemigo y en fin en el centro de las operaciones, que tendrán que decir la suerte de la Patria.
No parece si no que solo se desease nuestra ruina y extinción, porque hasta ahora creen ciertos círculos que este ejército patriota, abnegado, sublime y resignado, pudiera esgrimir sus armas en nefastas guerras civiles que mil veces maldecidas sean. Nosotros lo que deseamos es que se nos remitan elementos de guerra para triunfar del enemigo y entonces nuestras bendiciones serán para el gobierno que mira por suerte de la Patria y de su ejercito. En fin pasemos a otra cosa.
Nada me has dicho de Federico, ni si has recibido mis cartas que por conducto de la casa Canevaro te he dirigido en los buques extranjeros.
Cuando tengas oportunidad puedes escribirme bajo la cubierta de la misma carta de Canevaro y también por la del Gral. Montero quienes me han ofrecido ese medio seguro.
Creo que mis hijas ya no me quieren pues no me han escrito una sola letra.
El 23 de este martes santo cumplo 42 años y siento en el alma no pasar ese día al lado tuyo y del de mis muy queridos hijos; ruega en unión de ellos por tu pobre esposo que tanto los ama. Saluda a la Sra. y hazles mil y mil caricias a mi Sofía, María, Margarita, Carlos, Víctor y Magdalenita y tú recibe el alma de tu esposo que tanto te adora.
Víctor
Supongo que ya habrás recibido los primeros 200 billetes de la casa José Canevaro e hijos, correspondientes al mes de Marzo que ya yo los tengo abonados el día 1º y así sucesivamente lo haré y recibirás en todos los meses.
Marzo 31 de 1880
Esta debió haber ido a tus manos en su fecha y por el buque que te digo mas fue imposible hacerla llegar a tiempo, así es que no teniendo nada que añadir sino solo lo mucho que los extraño, día por día, te la remito por este correo.
Los chilenos dueños de todo Moquegua y los Ángeles.
Los abraza tu pobre
Víctor
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Fotografía y transcripción de la carta, gentileza de Genaro Figueroa Fajardo, descendiente del héroe.
Saludos
Jonatan Saona
Fajardo cayó heroicamente al frente de su unidad el 26 de mayo de 1880. Cumplió, entonces, hasta el final su compromiso con la patria.
ResponderBorrarNo obstante, no es justa su crítica al cometido de La Unión burlando el bloqueo chileno a Arica en marzo de ese año.
Si bien esa nave, muy bien comandada por Villavicencio, no aportó elementos ni material de guerra de importancia a las fuerzas concentradas en Tacna y Arica - tal como Fajardo señala - cabe tomar en cuenta de que Perú carecía - ya entonces - de medios como para procurarlos, en primer lugar.
Y luego, que la destreza de Villavicencio, logrando fondear su nave en la rada de Arica y sacarla de allí en el mismo día, implicó un golpe de efecto que tuvo gran resonancia en la opinión pública peruana. Fue una inyección de optimismo, un refuerzo a la moral significativo para un pueblo que venía de vivir una sucesión preocupante de derrotas.
Malditos políticos
ResponderBorrarBasadre menciona que Fajardo era muy amigo del brujo Cáceres y era su rival en el prestigio como jefe de tropa. Según algunos datos biográficos extraídos del periódico “Sierra”, de la primera quincena de noviembre de 1949, se dice que “sus soldados lo amaban, porque sabían que era un jefe capaz de sacrificios de todo orden en servicio de ellos”.
ResponderBorrarEl gobierno de Piérola debió ser juzgado por el abandono en que se dejó al ejército que defendió Tacna. Es sorprendente. Piérola tomó el poder en Diciembre de 1879. De allí hasta Mayo del 80, aparte de la carga que la Unión llevó. El ejército parece haber recibido muy poca asistencia del gobierno para su organización y supervivencia. Como un gobierno pudo abandonar a los mejores batallones que el Perú tenía en esos momentos? Tan grandes eran los intereses caudillistas de Piérola y los que lo apoyaban? Hablar de "Unión Nacional" parece ser algo irrisorio.
ResponderBorrarCon las derrotas y la perdida de Tarapaca mas la perdida de Tacna y Arica, Pierola buscaba asegurar el desprestigio de sus rivales politicos, principalmente del Contralmirante Montero, a la vez que evitaban la aparicion de otro lider triunfante que podia hacer sombra a su liderazgo.
ResponderBorrarPensaba tambien que por la lejania, los chilenos no invadirian la capital y si lo hacian, ahi estaria el como jefe de la defensa para evitarlo y nadie le arrebataria el poder.
Asi sacrifico las mejores tropas del Peru y de paso termino con el paos invadido.
pais.
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