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21 de julio de 2012

Parte de Novoa

Alberto Novoa
Parte de Alberto Novoa sobre la batalla de Huamachuco


REGIMIENTO DE CAZADORES A CABALLO

Huamachuco, julio 11 de 1883.

Como di cuenta a V.S. en mi nota número 128 del 28 del mes próximo pasado, al día siguiente me puse en marcha con la fuerza de Cazadores que vino de Chiclayo y Pacasmayo, llegando a esta ciudad el 7 del presente, en donde nos reunimos con la división del señor coronel don Alejandro Gorostiaga y los 120 Cazadores que, al mando del sargento mayor don Sofanor Parra, había en ella.

Como a las 3 P. M. del día 8 se dio aviso de estar el enemigo a la vista, y de orden superior marchamos a colocarnos a retaguardia de la línea de batalla que formó nuestra infantería y artillería en el cerro llamado Sazón, situado como a dos millas al norte de esta población.

Media hora después el enemigo rompió sus fuegos de artillería sobre nuestra línea y tropa que avanzaba a tomar las indicadas posiciones, los que fueron contestados a su vez, suspendiéndose por ambas partes a las oraciones de ese día.

El 9, poco después de diana, empezó nuevamente el cañoneo de nuestra artillería sobre la línea enemiga, siendo contestado por ésta, sin que nada más de particular hubiese en dicho día.

Como a las 7.30 A.M. del día 10, mandó el señor coronel, jefe de la división, a reconocer la derecha del enemigo dos compañías guerrilleras del batallón Zapadores.

Con este motivo y por instrucciones que recibí de dicho jefe, dispuse que el capitán don Abel P. Ilabaca, con su compañía marchase en protección de las citadas guerrillas, las que se replegaron a nuestra línea después que se les concluyeron las municiones.

Viendo esto el enemigo, avanzó decididamente sobre nuestra línea, haciendo, al parecer, un movimiento para flanquearnos. En tal momento ordené que el capitán don Juan de Dios Quezada cargase con su compañía, no haciéndolo con toda la fuerza de mi mando por no permitirlo la topografía del terreno.

Esta carga dio por resultado la detención del enemigo en su avance.

Dos horas después, cuando ya hacía tiempo se había comprometido el combate por toda la fuerza de la división y el enemigo volvía a tomar su primera línea de defensa, según instrucciones que recibí, ordené que el sargento mayor don Sofanor Parra cargase con un escuadrón hacia donde se encontraba la artillería enemiga.

Ejecutada dicha carga destruyó aquella fuerza y le quitó siete piezas que ahí tenía con todas sus municiones.

Al mismo tiempo dispuse que el teniente don Benjamín Allende, con los 25 hombres de su mitad, cargase a la derecha de la misma línea.

El fuerte empuje con que nuestra infantería llevó el ataque sobre la línea enemiga, unido a las oportunas cargas dadas por las fuerzas de mi mando, dio por resultado la derrota completa del enemigo, el que, siendo en número más del doble superior al nuestro, dejó en el campo muchas bajas, de ellas algunos jefes y oficiales de graduación.

Por mi parte he tenido que lamentar la pérdida de los soldados Laureano Acevedo y Nicolás Tapia, que murieron en el combate, habiendo sido herido levemente el cabo 1º José L. Baeza, y de alguna gravedad los soldados Julio Arredondo, Cirilo Mena y Rosauro Pontigo.

Termino, señor coronel, felicitando a V. S. por el buen comportamiento de la fuerza del regimiento que tengo a mi cargo en la batalla del día de ayer, haciéndole presente que tanto el sargento mayor don Sofanor Parra como los oficiales y tropa que tengo el honor de mandar, han estado en ella a la altura del buen nombre que tiene adquirido el regimiento.

Dios guarde a V. S.
ALBERTO NOVOA GORMAZ

Al señor Coronel comandante del Regimiento de Cazadores a Caballo.

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Huamachuco, julio 11 de 1883.

Señor Jefe de Estado Mayor:
Doy cuenta a V.S. de la parte que tomó la fuerza de mi cargo, en la batalla del día de ayer.

Durante la acción se dieron dos cargas: la primera por la 1ª compañía del primer escuadrón, al mando de su capitán, don Juan de Dios Quezada, cuando el enemigo avanzando sobre nuestra línea, trató, al parecer, de flanquear las guerrillas, dando por resultado su detención; y la otra por toda la fuerza, siendo mandado un escuadrón por el sargento mayor, don Sofanor Parra, el que, cargando la línea enemiga donde estaba su artillería, destruyó esta fuerza quitándole siete piezas con sus respectivas municiones, y el teniente don Benjamín Allendes, que al mando de una mitad, cargó a la derecha de dicha línea, contribuyendo con este ataque a la derrota completa del enemigo.

En la acción he tenido que lamentar la muerte de dos soldados, un cabo y tres soldados heridos, cuyos nombres constan de las relaciones que le adjunto.

Al terminar este parte, me hago un deber en hacerle presente, que el sargento mayor don Sofanor Parra, capitán ayudante de ejército agregado a esta fuerza, don Amador Larenas y todos los señores oficiales e individuos de tropa del regimiento que estaba a mis órdenes, han llenado cumplidamente sus deberes.

ALBERTO NOVOA GORMAZ



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Saludos
Jonatan Saona

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