José Domingo Amunátegui |
3a. DIVISIÓN
PARTE DEL JEFE DE LA DIVISIÓN, CORONEL JOSÉ DOMINGO AMUNÁTEGUI.
Señor Coronel:
Paso a dar cuenta a V.S. de la parte que la tercera división, que comando, tuvo en la batalla del 26 del mes en curso, en la altura de Tacna contra el ejército perú-boliviano.
En cumplimiento de órdenes superiores, el día 25 el regimiento 4° de línea que forma parte de la tercera división pasó a constituir con otros cuerpos la reserva del ejército, de consiguiente, no estuvo a mis órdenes el día del combate.
El citado día 26, puesto en movimiento en ejército chileno en busca del enemigo que teníamos a nuestro frente, recibí orden de continuar la marcha a retaguardia de la primera línea de batalla formada por la primera y segunda división.
Iniciado el combate por la primera línea de nuestro ejército y después de una hora de nutrido fuego, recibí orden de marchar con la división de mi mando a reforzar el ala derecha y centro de nuestra línea, lo que inmediatamente se ejecutó en el orden de batalla, con las guerrillas al frente y a paso de carga.
Habiendo dominado las alturas que en los primeros momentos del combate ocupara el enemigo, ordené que el regimiento de Artillería de Marina avanzase en protección del batallón Chillán y regimiento Esmeralda que se batían contra fuerzas enemigas muy superiores, oportuno auxilio y ante el cual momentos después los enemigos huían trasmontando y descendiendo las irregularidades del terreno, hasta ser arrojados al plan del valle de Tacna, abandonando en poder de la Artillería de Marina 2 ametralladoras y 2 cañones Krupp que arrastraban en su fuga.
Al mismo tiempo el batallón Chacabuco avanzó a marcha forzada en refuerzo de las divisiones de vanguardia con sus compañias desplegadas en guerrilla, atacando impetuosamente el centro de la línea enemiga, que cedió después de un sostenido combate. Rechazado el enemigo en esta parte, obligado a abandonar sus ventajosas posiciones, el Chacabuco, juntamente con los otros cuerpos, que constituían nuestro centro, le persiguió descendiendo por la pendiente que hay hacia el valle.
A la vez el batallón Coquimbo marchó al frente desplegado en guerrilla a reforzar los regimientos 2° de línea y Santiago, rompiendo sus fuegos contra el enemigo cuando se halló a 250 metros de éste; estrechándose con él hasta la distancia de 80 metros. En el centro de la línea de batalla donde el batallón Coquimbo le correspondió batirse, el combate fue muy sostenido por ambas partes. Aquí cayó herido el comandante del batallón, don Alejandro Gorostiaga, como asimismo gran número de oficiales e individuos de tropa.
Después de hora y media de vivísimo fuego, la línea enemiga en aquel punto principió a ceder, y momentos después se ponía en fuga, siendo perseguido el ejército perú-boliviano hasta las últimas faldas de los cerros, que cierran el valle de Tacna por el lado norte.
Creo un deber imprescindible consignar en este parte una circunstancia respecto del batallón Coquimbo, que será un timbre de gloria para este cuerpo y para la provincia que representa.
El estandarte del batallón Coquimbo quedó gloriosamente mutilado. Recibió 10 balas del enemigo. Durante el combate cayó herido el oficial que lo conducía, subteniente abanderado don Carlos Luis Ansieta; tomó enseguida el estandarte el subteniente don Juan G. Vargas, que también fue herido, sucediéndose en sostenerlo los sargentos de la escolta Juan N. Oyarse y Cristian Helthlarg, ambos muertos, y los cabos de la misma, Daniel Díaz y Bernardo Segovia, herido.
Me es muy satisfactorio, señor coronel, consignar estos nombres y honrar a estos valientes.
Lo expuesto constituye la parte que tomó la tercera división de mi mando en la jornada del día 26.
Réstame manifestar a V.S. que mis ayudantes, los señores jefes, oficiales e individuos de tropa que sirvieron a mis órdenes en ese glorioso día para nuestras armas, cumplieron con su deber.
El teniente coronel don Diego Dublé Almeyda, Jefe de Estado Mayor de la tercera división, de orden superior pasó a prestar sus servicios al Estado Mayor General desde los primeros momentos del combate.
Tacna, mayo 30 de 1880.
J. D. AMUNÁTEGUI.
Al señor Coronel Jefe de Estado Mayor.
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Saludos
Jonatan Saona
Estoa MALDITOS INVASORES vinieron con la última tecnología armamentística de ese momento... mientras que los patriotas teníaan armamento OBSOLETO tanto física como tenológicamente. Solo con HEROÍSMO y VALOR pudieton, los patriotas, tratar de equiparar la superioridad tecnológica de los DESCLASADOS chilenod. La Verdadera Causa de la Guerra de RAPIÑA fue la AMBICIÓN de un país MISERABLE: chile, que ha basado "SU" CRECIMIENTO Económico EN EL ROBO Y MANCHADO DE SANGRE QUE EL TIEMPO NO PODRÁ LAVAR JAMÁS!!
ResponderBorrarNapoleon dijo : Un pais que pierde una guerra, siempre buscara una excusa y nunca lo reconocera.
BorrarLos chilenos ganaron porque estaban mejor organizados, conducidos y por la calidad de su tropa. Lo demás es tratar de excusar sus derrotas.
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