Narciso de la Colina

Narciso de la Colina

Se concede pensión íntegra de montepío a la viuda del Coronel don Narciso de la Colina.

Se aprobó el dictamen que sigue:

COMISIÓN DE PREMIOS.

Señor:

La señora Adela Malausena viuda del señor Coronel don Narciso de la Colina, se presenta al Congreso, pidiendo se le conceda la pensión integra que le fija la cédula expedida por el Gobierno, 6 sea la suma de ciento setenta y tres soles treinta y tres centavos (S. 173.33)

Nada más justo que premiar los meritorios servicios prestados á la Nación, por el que fué primer J. fe del Batallón N. 6 de la Reserva, quien se sacrificó heróicamente en defensa del honor nacional en la memorable jornada de Miraflores el 15 de Enero de 1881.

El malogrado Coronel Colina, era Gerente de los Ferrocarriles de Tarapacá, cuando se inició la guerra con Chile; empresa en la que gozaba de la más absoluta confianza y de una renta que aseguraba el porvenir de su familia.

En el acto de declararse la guerra, el señor Colina, organizó y sostuvo á su costa en Iquique, un batallón de Guardia Nacional; cedió su casa para el establecimiento de las Oficinas del Estado Mayor General del Ejército del Sur, hasta la toma de Iquique por las fuerzas enemigas, quienes emplearon toda su saña en saquear y destruir cuanto en el referido local existía; en Arica prestó sus servicios al lado del General Prado, hasta que venido á Lima el Gobierno nombró al señor Colina, Jefe del Batallón N. 6 de Reserva. Además, asistió al combate del Callao el 2 de Mayo de 1866, como bombero, habiendo concurrido á apagar el incendio de la torre de la Merced.

Desde la fecha en que fué nombrado Jefe del Batallón N.° 6, se dedicó Colina, por entero, al servicio del Cuerpo que se le confiara, convirtiendo su casa en academia militar donde se instruían sus oficiales, hasta el día en que se le comunicó la orden de trasladarse al campo de Miraflores, donde á la cabeza de sus subordinados y haciendo lujo de un valor heróico, cayó herido y atravesado el pecho por una bala enemiga, lo que le ocasionó la muerte pocos momentos después.

Vuestra Comisión opina, que la Representación Nacional cumplirá un acto de extricta justicia al acceder á la solicitud de la señora viuda del Coronel Colina, concediéndole el goce de la pensión de 178 soles 33 centavos, que le fija su cédula sin descuento alguno, pues el Coronel Colina es acreedor à la gratitud nacional, por los hechos mencionados en el presente dictamen. 

Salvo mejor acuerdo.

Dése cuenta - Sala de la Comisión 

- Lima, 17 de setiembre de 1898.

Edmundo Seminario y Arámburu. - J. Arturo Peña y Girout. - Lucas Rodríguez. - J. Genaro Gambou.

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Discurso pronunciado por el H. señor Federico Ríos al ponerse en debate el dictamen que opina por la concesión de montepío íntegro a la viuda del Coronel La Colina.

"Excmo. Señor:

Bien conocido como es para todo aquel que se halle enterado de la historia de la guerra del Pacífico y de sus hechos gloriosos, el nombre del Coronel don Narciso de La-Colina, no necesito, por supuesto, recomendar el asunto puesto en debate, tanto más cuanto que me dirijo á los ilustrados y patriotas representantes de la H. Cámara de Diputados. 

Basta recordar que puesta su patria en peligro, ese distinguido ciudadano abandonó su destino para cuadrarse en las filas de la defensa nacional y que después de cumplir su deber en el Sur, como bueno, llegando hasta sacrificar su modesta fortuna en aras de la patria, vino todavía á Miraflores á hacer el glorioso holocausto de su vida, para que su muerte heróica llenara ella sola, la página de esa jornada y sirviera de tema á los artistas encargados de trasmitir los ejemplos dignos de imitarse á la posteridad. La familia de ese jefe, una viuda у varios hijos, ha quedado, pues, por lo dicho, sin esa vida que le servía de amparo y sin la fortuna que él le supo formar."

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Congreso Extraordinario de 1898. "Diario de los Debates de la H. Cámara de Diputados.". Lima, 1899.

Saludos

Jonatan Saona