Sres. Editores del Mercurio, Valparaíso
Arica, Agosto 14 de 1879
Señor Editor:
En las columnas de su ilustrado diario i en la sección de crónica, hemos leído un suelto, que ocupándose de la captura del Rímac i su entrada a Arica con el monitor Huáscar i corbeta Unión, se asegura que el primero llevaba en uno de sus palos enarbolada la bandera peruana i bajo de ella la chilena.
Amigos siempre de la verdad, señor editor, i testigos presenciales de los hechos, permítanos el honor de hacer alguna rectificación sobre el incidente, i esperamos de la hidalguía de usted le dará cabida en su importante diario. Aparte de las anteriores razones, tenemos otra un tanto o mas decisiva que la primera, i es la gratitud por el esquisito trato i distinción con que a nosotros como a los demás prisioneros nos trató el señor comandante Grau i sus dignos oficiales.
Los hechos pasaron del siguiente modo:
Al entrar en la mañana del 25 a este puerto los tres ya citados buques, la Unión, que era la última del convoi, enarboló en el pico de mesana la bandera peruana i bajo ésta la chilena con el escudo invertido, costumbre no observada hasta hoi por ninguna nación i ménos por hechos de la significación de la captura de un trasporte. El Huáscar i el Rímac no enarbolaban otra bandera que la peruana.
El incidente que acabamos de apuntar causó en nosotros, como en los demás prisioneros que la presenciaron, entre los que recordamos al señor José F. García, honda pena i profundo dolor, porque la guerra, en nuestro humilde concepto, no autoriza a que se ultraje el emblema de la soberanía del país enemigo.
Para honra del digno jefe i oficiales del Huáscar, tócanos declarar, con la franqueza i sinceridad del hombre honrado, que ese hecho fué visto por ellos con profunda indignación, i lo mismo tuvimos ocasión de oír mas tarde a las personas de tierra, lo que no nos estrañaba, porque harto conocido es para nosotros la nobleza i jenerosidad del carácter peruano.
Después de esta franca i verídica esposicion, no nos resta mas, señor editor, que darle las gracias por su atención i suscribirnos de usted sus atentos i seguros servidores.
-P. LAUTHRUP, capitán.
-R. HAMPKE, primer piloto.
-F. WILLIAMS, segundo oficial.
-J. SLESCHE."
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Ahumada Moreno, Pascual, "Guerra del Pacífico, Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia" Tomo I, Valparaíso, 1884.
Imagen, detalle del cuadro sobre la captura del Rímac, por A. Chapeyquen Romero.
Saludos
Jonatan Saona
La prensa chilena - y los marinos - asignaron la responsabilidad por esta vejación del pabellón enemigo al CN señor Aurelio García y García, comandante de "La Unión". Tenía el mando de esa nave, así es que no hay donde perderse en la asignación de responsabilidad.
ResponderBorrarQuizás si por ello, cuando el 8 de octubre siguiente el citado optó por alejarse a toda máquina de Punta de Angamos, donde el "Huáscar" fue batido y capturado por la Armada de Chile, la prensa chilena festinó ese accionar rebautizando al comandante peruano como "Corría y Corría". El examen frío de los hechos nos indica que García y García en realidad no tuvo opción ese día, dado que quedarse a combatir habría implicado sacrificar ambas naves sin ventaja alguna para el Perú.
Y aún más tarde, el día 15 de enero de 1881, durante el trascurso de la batalla de Miraflores, la artillería chilena tuvo información en el sentido de que cierta propiedad ubicada en las inmediaciones de Barranco, y en su línea de fuego, era propiedad de la familia del citado marino peruano. Con la consecuencia de que tal inmueble fue arrasado por el fuego artillero chileno. Lo probable es que tal información fuera errada, o mal intencionada, y que la propiedad en cuestión perteneciera a un tercero.
Como sea, durante generaciones el mundo naval chileno ha recordado el episodio de su bandera del "Rímac" izada al revés, y el difícil que lo olvide.
La bandera del "Huáscar", cabe recordar, capturada en combate, fue tratada con el respeto que merece el pabellón enemigo, y aún se guarda con la debida consideración al almirante Grau y sus oficiales. Aquella de la "Pilcomayo", en cambio, no fue honrada por el vencedor el 18.11.79, debido a que sus defensores no tuvieron el valor de defenderla con sus vidas.
Raúl Olmedo D.