Todos estos relatos escritos por personas que combatieron en ese conflicto tienen la característica - o ventaja, si se quiere - de recoger el sentimiento general de sus respectivos compatriotas en relación a los motivos o fundamentos que llevaron a esa guerra. En el caso de Machuca, su narración hace ver que, en el caso de Chile, la opinión pública creía firmemente que las causas primigenias se remontaban a la guerra llamada "contra la Confederación Perú-Boliviana" de 1837-39. Asimismo, que los odios engendrados en ese conflicto habrían creado un afán de revancha por parte de Perú, interrumpido por la guerra contra España en 1865-66. Misma en la que Chile no tuvo ofensa española alguna que vindicar, y en la que se involucró, ingenuamente, sin contar con puertos artillados ni naves de guerra suficientes. Con el resultado de ver su puerto principal hecho añicos. En los años que siguieron, Perú adquirió naves de guerra que lo dejaron como primera potencia del Pacífico Sur, y entonces, habría maquinado la perdición de Chile, suscribiendo un tratado secreto con Bolivia en 1873 - contra Chile, aunque denominado "defensivo" - y procurando incorporar a Argentina en ese pacto. Es, en línea gruesa, la versión que recoge Machuca y varios otros autores chilenos que historiaron el conflicto y sus consecuencias geopolíticas. Como es obvio, tales relatos e historias omiten considerar que Chile, por su parte, procuró en ese período la suscripción de tratados de igual entidad, o similares, que buscaban aislar, o perjudicar, a unos u otros de sus vecinos mejor armados. Conque "nadie es inocente" en ese follón, detrás del cual estuvo siempre latente la lucha de los puertos de Valparaíso y El Callao en busca de la hegemonía en el Pacífico Sur. El capital involucrado en aquello, sin embargo - y no hay que olvidarlo - es apátrida. En mi opinión, la versión peruana que habla recurrentemente - por boca de sus historiadores y excombatientes - de un ataque artero y sorpresivo por parte de Chile en 1879, habiendo Perú suscrito el tratado secreto de alianza con Bolivia en 1873, peca de ingenuidad. O bien estima en forma exagerada las tragaderas del público al cual estuvieron y han estado destinadas tales declaraciones. Como sea, contar con publicaciones como "Las cuatro Campañas" de Machuca provee material abundante que los investigadores pueden aprovechar a su aire. Un gran aporte de este blog que cabe destacar y agradecer.
Todos estos relatos escritos por personas que combatieron en ese conflicto tienen la característica - o ventaja, si se quiere - de recoger el sentimiento general de sus respectivos compatriotas en relación a los motivos o fundamentos que llevaron a esa guerra.
ResponderBorrarEn el caso de Machuca, su narración hace ver que, en el caso de Chile, la opinión pública creía firmemente que las causas primigenias se remontaban a la guerra llamada "contra la Confederación Perú-Boliviana" de 1837-39. Asimismo, que los odios engendrados en ese conflicto habrían creado un afán de revancha por parte de Perú, interrumpido por la guerra contra España en 1865-66. Misma en la que Chile no tuvo ofensa española alguna que vindicar, y en la que se involucró, ingenuamente, sin contar con puertos artillados ni naves de guerra suficientes. Con el resultado de ver su puerto principal hecho añicos.
En los años que siguieron, Perú adquirió naves de guerra que lo dejaron como primera potencia del Pacífico Sur, y entonces, habría maquinado la perdición de Chile, suscribiendo un tratado secreto con Bolivia en 1873 - contra Chile, aunque denominado "defensivo" - y procurando incorporar a Argentina en ese pacto.
Es, en línea gruesa, la versión que recoge Machuca y varios otros autores chilenos que historiaron el conflicto y sus consecuencias geopolíticas.
Como es obvio, tales relatos e historias omiten considerar que Chile, por su parte, procuró en ese período la suscripción de tratados de igual entidad, o similares, que buscaban aislar, o perjudicar, a unos u otros de sus vecinos mejor armados.
Conque "nadie es inocente" en ese follón, detrás del cual estuvo siempre latente la lucha de los puertos de Valparaíso y El Callao en busca de la hegemonía en el Pacífico Sur. El capital involucrado en aquello, sin embargo - y no hay que olvidarlo - es apátrida.
En mi opinión, la versión peruana que habla recurrentemente - por boca de sus historiadores y excombatientes - de un ataque artero y sorpresivo por parte de Chile en 1879, habiendo Perú suscrito el tratado secreto de alianza con Bolivia en 1873, peca de ingenuidad. O bien estima en forma exagerada las tragaderas del público al cual estuvieron y han estado destinadas tales declaraciones.
Como sea, contar con publicaciones como "Las cuatro Campañas" de Machuca provee material abundante que los investigadores pueden aprovechar a su aire. Un gran aporte de este blog que cabe destacar y agradecer.