Era hijo de don Federico Luna y de la señora Ruperta Peralta. Había nacido en la ciudad del Cuzco el 8 de mayo de 1852; hizo su primera instrucción en el seminario de Arequipa y más tarde (1866) pasó al colegio de San Agustín de la misma ciudad.
Durante la administración del Presidente Pardo fué secretario de la prefectura de Arequipa, cuando era prefecto el general Osma. El año 1876 fué redactor del "Diario de los Debates". Ese mismo año desempeño el puesto de secretario del Ministro de Hacienda, doctor José Aranívar.
Ingresó a la Universidad durante su estadía en esta capital después de haber terminado sus estudios secundarios en el Colegio de Guadalupe. El año de 1878, se encontraba matriculado en la Facultad de Jurisprudencia en los cursos de Derecho Penal Positivo, la asignatura de Práctica Forense y la de Jurisprudencia Médica, a los 27 años de edad. (Acta de matriculación respectiva. Libro de registro de Matrícula, año de 1878, pág. 124.)
El año siguiente se dirigió al Centro obligado por una afección pulmonar que ya en anterior ocasión se había manifestado. La guerra lo sorprendió cuando se encontraba muy delicado de salud, por cuya razón no pudo prestar sus servicios desde el comienzo de ella.
Cuando el general Cáceres empezó a poner en práctica la guerra de guerrillas que fuera fatal muchas veces para las armas chilenas, Luna se encontraba desempeñando interinamente la alcaldía de Jauja, (era teniente alcalde) y el citado jefe solicitó de él formar un cuerpo de voluntarios, función que cumpliera satisfactoriamente Luna, constituyendo el batallón "Jauja Nº. 2", cuyo mando le fué confiado. Cuando las operaciones llevadas a cabo por el ejército enemigo obligaron a las fuerzas de Cáceres a dirigirse al Norte, Luna siguió con el ejército al mando de su batallón que pertenecía a la tercera división del Ejército del Centro.
Se encontró presente por ese motivo en la batalla librada en los alrededores de Huamachuco el 10 de julio de 1883, donde hallara gloriosa muerte.
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Carbajal y Seminario, Francisco. "La Universidad de Lima y la Guerra del Pacífico". Lima, 1929.
Saludos
Jonatan Saona
En el relato que hace el capitán chileno Alejandro Binimelis sobre la muerte del coronel Luna, en Huamachuco, señala que este le recuerda - durante un breve diálogo sostenido antes de la ejecución de Luna - que, luego de la ocupación de Lima, los oficiales del regimiento chileno "Concepción" se habían arranchado en el restorán "Ecuador" de la capital peruana. Y que allí también hacían sus comidas algunos oficiales peruanos que habían registrado sus domicilios ante la autoridad de ocupación y se encontraban, por lo tanto, libres de cargo y sin limitación de movimientos. "Nosotros también concurríamos a ese restorán" habría señalado Luna a Binimelis (en el relato de este último), haciéndole ver la cordialidad del mutuo respeto y la especie de trato amistoso que habría trascurrido allí entre unos y otros oficiales de ambos bandos.
ResponderBorrarLo que me lleva a deducir que Luna si habría combatido por su patria en los hechos de armas previos a la ocupación del 17 de enero de 1881. Y que concurría a ese restorán en compañía de sus camaradas de armas en las campañas anteriores al desenlace de Chorrillos y Miraflores. Debe haber sido aquello en los meses de marzo a mayo de 1881, cuando aún no se encendía, o recién se iniciaba tibiamente, la lucha en la Sierra peruana.
Luna fue ejecutado, según sabemos, el mismo 10 de julio de 1883, al término de la batalla de Huamachuco, y la relación que hace Binimelis de la forma en que el coronel peruano enfrentó su muerte, es impactante. Destaca la serenidad y valor con que el coronel Luna pasó a la eternidad, protestando dignamente hasta el final sobre la legitimidad de su lucha y el honor de su uniforme.