Nos es muy grato reproducir en el número de hoy la fotografía del señor don José Sebastián Gamero, el simpático candidato á la diputación por la provincia constitucional del Callao.
Para que nuestros lectores conozcan los méritos contraídos por el señor Gamero en servicio de la Patria y de la provincia que va á oonfiarie su representación, publicamos en seguida los datos biográficos que hemos podido obtener respecto á su corta pero interesante vida pública.
El señor José Sebastián Gamero, nació en Arequipa el año de 1852, y después de haber hecho sus estudios de instrucción media en el colegio de la Independencia de esa ciudad, bajo la dirección del eminente prelado don Juan Gualberto Valdivia, y de haberlos perfeccionado en Lima en el colegio Peruano del doctor Melchor García, ingresó á la Universidad Mayor de San Marcos é hizo ahí sus estudios de derecho.
En el año de 1873, se estableció en el Callao, como empleado de Aduana, habiendo prestado en esa oficina sus servicios, con intachable honradez y celo inteligente, por espacio de seis años.
Declarada la guerra con Chile, solicitó y obtuvo una plaza en el ejército. El Supremo Gobierno le nombró entonces capitán de la 2.° compañía de la artillería establecida en las fortificaciones de este puerto; y en ese puesto asistió á todos los bombardeos de la escuadra enemiga.
Organizadas después, las fuerzas de reserva del ejército en Lima, solicitó y obtuvo también colocación en esas fuerzas destinadas á una acción directa y eficaz sobre el enemigo. Alistado en el batallón número 44, que fué refundido en el 14, tomó parte en la batalla de Miraflores, como Ayudante Mayor del Coronel Pomar.
Derrotado en esa batalla, regresó no obstante al campamento con una compañía y salvó el parque y víveres del cuerpo, trasladándolos á Lima, de donde emigró al Norte con el Contra Almirante Montero, con quien siguió la campaña.
El señor Gamero prestó en esta campaña importantes servicios y desempeñó las más difíciles y honrosas comisiones. Contribuyó á la organización del ejército del Norte y al sometimiento de las fuerzas enviadas al departamento de Ancachs, Habiendo redactado las bases de la retirada de Yungay concedida al coronel Recabarren; sirvió las secretarías de las prefecturas de Ancachs y Apurimac; organizó y sistemó el servicio del parque general en Arequipa, del cual fue nombrado jefe; y en esta, como en otras comisiones, estuvo siempre a la altura de sus obligaciones, mereciendo singulares demostraciones de afecto del Ministro Norte-Americano Mr. Trescott, cuando lo acompañó como ayudante militar en su viaje de Casma a Huaráz y de regreso á la costa.
Estando en Andahuaylas tuvo conocimiento el señor Ciamero de la desocupación de Lima y el Callao por las fuerzas chilenas; y sólo entonces dejó la vida militar, á la cual lo había conducido su patriotismo únicamente, para dedicarse á las labores comerciales por las que tuvo predilección desde su más tierna juventud.
En el Callao ingresó el señor Gamero á la muy honorable casa de comercio del señor Lorenzo Delaude, en la cual desempeñó el puesto de empleado de Aduana. Sus aptitudes o pusieron muy pronto en la condición de fundar una agencia de Aduana independiente, en la cual se ha hecho acreedor á la estimación de que goza en todo el comercio.
Miembro conspicuo del partido constitucional desde que volvió al Callao, el señor Gamero figuró ventajosamente en los trabajos emprendidos para el triunfo del General Cáceres.
A consecuencia de esa participación, fué nombrado elector en las elecciones del 86 y miembro del Concejo Provincial del Callao.
Das condiciones especiales del señor Gamero, como hombre ilustrado y profesor por algún tiempo, de instrucción primaria y media en dicho puerto, antes de la guerra con Chile, lo elevaron al importante puesto de inspector municipal en ese ramo, que le debe sus mejoras más eficaces y más aplaudidas.
Podemos asegurar, que nunca estuvieron las escuelas del Callao en un grado superior de adelanto al que obtuvieron bajo su hábil y diligente dirección.
No sólo ese servicio le debe el Callao al señor Gamero, que ha contribuido poderosamente en la organización de sociedades útiles como la sociedad “Aduana” y el club Regatas; le debe también la más constante y calurosa defensa de sus intereses municipales. Miembro de la minoría, que lucha hace más de cuatro años por la buena administración de las rentas comunales, su palabra se ha hecho oir, siempre que ha sido necesario combatir los abusos.
Y su palabra es elocuente y persuasiva; porque además de las virtudes que adornan al presunto diputado por el Callao, posee aptitu-desple orador, poco comunes.
Un ciudadano así, honorable, ilustrado, patriota y de ideas liberales, fírme en sus convicciones honrado y asiduo en servir á su país, es indudablemente digno de representar úna provincia como la del Callao.
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 258, Lima, 23 de abril de 1892.
Saludos
Jonatan Saona
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