Recorte del diario |
"NOTICIAS DEL PACIFICO.
De una correspondencia fechada en Lima á últimos de enero copiamos los siguientes párrafos:
“La dictadura Piérola es la salvación del Perú y el triunfo seguro sobre Chile, que contaba como útiles aliados con la torpeza, fatuidad, indolencia y cobardía del ex-presidente general Prado. Al saberse en Chile que hoy está al frente de los destinos del Perú un hombre de talento, energía, actividad y valor probados como don Nicolás de Piérola, ha entrado el desconcierto en las operaciones de guerra y empezado á insinuarse en la prensa de Santiago la idea de celebrar tratado de paz.
En los veinte días que lleva de gobierno el Sr. Piérola ha dado al ejército la buena organización de que carecía y provístolo de elementos que le faltaban. El país, en poquísimo tiempo más, quedará en estado de defensa y el ejército del Sur expedito para emprender con ventaja operaciones sobre Tarapacá, donde los chilenos reconcentran hoy sus fuerzas.
Diversos arreglos y combinaciones con la casa Dreyfus de París y un contrato ajustado con la misma sobre venta y consignación de guano, han traído al erario del Perú un anticipo de muchos millones que se aplicaran á los gastos de guerra. Miéntras Chile se encuentra con su tesoro casi exhausto y pobre de recursos para mantener su escuadra y ejército, el Perú tiene hoy más de lo preciso para sostener la guerra y llegar á la victoria. No pasará el mes de Mayo sin que la preponderancia marítima que actualmente tiene el enemigo haya desaparecido, merced á la actividad y patriotismo del señor Piérola. Ni conviene ser más explícitos en este punto.
El honrado y entusiasta dictador ha realizado en medio mes en bien del país y de su independencia, lo que Prado encontraba imposible.
¡Qué contraste de gobernantes, señor director!
Prado, en vez de preocuparse de la suerte del país, pasaba sus noches entregado al juego de rocambor, sin cuidarse del ejército, sin meditar un plan, procediendo siempre al acaso, esquivando su persona al peligro, no consultando opinión alguna y encerrado en su falta de iniciativa, de ilustración y de criterio. Con ese hombre imprevisor é infatuado no había gobierno no gloria posibles para el Perú. La desmoralización cundía, no se castigaba ninguna falta militar, el ejército era una leonera y el país se hundía. El escándalo y el mal partían de las altas regiones. Por eso cosechó el Perú los descalabros de Angamos y San Francisco.
Piérola es todo lo contrario. Infatigable para el trabajo, (pues desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche, se ocupa de la administración pública) moral, ajeno á frivolidades y dotado de clarísima inteligencia, todos, á la par que respeto por su persona, abrigamos la convicción de que él humillará muy en breve la arrogancia chilena y salvará la honra nacional. Hoy se hace la guerra. Con Prado se perdía vergonzosamente el tiempo.
Sin embargo, es preciso ser justos y reconocidos. El único servicio que Prado prestó al Perú, y por el cual la nación debe estarle agradecida, ha sido su escandalosa fuga. Si ese hombre no se hubiera desertado a tiempo, acaso el país no tendría ahora ni la más remota esperanza de triunfo. Con su deserción se ha deshonrado; pero ha salvado al Perú.
El General Don Hilarión Daza, Presidente de Bolivia y que estaba al mando del ejército aliado, ha sido depuesto por sus tropas. Prado y Daza se completaban. Eran un buen par de nulidades.
Como sabe Ud., Daza salió de Tacna con una división al encuentro de los chilenos y regresó á mitad de camino, frustrando con esta incalificable conducta un plan de batalla.
Daza está bien castigado. Su ejército le niega obediencia por cobarde. Así lo consigna el acta.
El contra-almirante Montero, por disposición del nuevo gobierno de Bolivia, se encuentra interinamente al mando de ese ejército.
La cuestión “Luxor’’ ha terminado satisfactoriamente, evitando al Perú complicaciones con la Alemania. Declarado aquel buque buena presa por los tribunales del Perú y acatado el fallo por el gabinete de Berlín, el gobierno peruano, por un acto de generosidad, devuelve la nave á la compañía Kosmos. Con este paso correspondemos también á las simpatías que por nuestra causa ha manifestado siempre la numerosa y acaudalada colonia alemana, residente en Lima.
Una división chilena de cerca de mil hombres ocupó Moquegua el día 2, reembarcándose tres días después al tener noticia de que tropas peruanas se ponían en marcha sobre esa ciudad.
Los prisioneros peruanos del Huáscar y Pilcomayo llegaron al Callao canjeados con los chilenos que, á la fecha, deben encontrarse ya en Valparaíso.
Según telegrama de Pisco, cinco buques chilenos han pasado ayer frente á las islas de Chincha con rumbo al norte. Hasta hoy no han aparecido en el Callao, Chancay ni Huacho."
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Texto e imagen publicados en "Boletín mercantil de Puerto Rico" 10 de marzo de 1880.
Saludos
Jonatan Saona
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