(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 24 de enero de 1891)
El bachiller José María Hernando, no había ceñido nunca la espada; pero, en la hora de la prueba, supo morir con el arrojo digno de un espartano.
Nació al año 1825 en Huanta del departamento de Ayacucho: creció en la escuela del honor y del deber é hizo sus estudios en la Universidad ayacuchana de San Cristóbal, donde optó el grado de Bachiller, dedicándose al ramo de Hacienda.
En 1851 desempeñó la tesorería de Huancavelica, y al paso del ejército de Castilla se reunió á él en calidad de Comisario de Guerra; hizo la campaña de la Palma y llegó victorioso á esta capital, donde reunida la Convención Nacional del 55, Hernando concurrió á ella como diputado por Huancavelica. Asistió también a los Congresos de los años 60 y 73 como diputado por Ayacucho.
Cuando la declaratoria de la guerra con Chile, Hernando desempeñaba el cargo de Oficial Mayor de la Cámara de Diputados: y como tal salvó todos los objetos de valor que pertenecían á la mesa de dicha Cámara, depositándolos en una casa extranjera de donde recogió la familia y entregó á la Municipalidad que funcionaba en 1881. Después de aquella precaución se alistó en la Cruz Roja atendiendo á los achaques de que venía minándose su salud, mas, en la hora del sacrificio el amor patrio enardeció sus venas dándole la virilidad de los veinte años. Tomó un rifle y se incorporó en el batallón N° 6 mandado por el denodado Coronel Colina, que lo destinó á guardián del estandarte: y allí con el bicolor entre sus brazos, fue atravesado por una bala que cortó su vida en noble sacrificio.
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Texto e imagen publicados en el semanario "El Perú Ilustrado" núm. 194, Lima, 24 de enero de 1891.
Saludos
Jonatan Saona
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