Extranjeros en Concepción (El caso del Dr. Journé)
La versión chilena del combate de Concepción se dice que está basada en el relato de ciudadanos extranjeros, que presenciaron el combate y fueron amigos de los chilenos. Incluso en "Adiós al Séptimo de Línea" de Jorge Inostroza, y en una obra de teatro sobre Concepción, tienen al Dr. Journé como un personaje.
Sobre la situación de los extranjeros en Concepción luego del combate, Cáceres ya lo mencionaba en su parte oficial del 13 de julio de 1882:
"Han saqueado toda la población, incendiándola más tarde y fusilando ancianos, mujeres, criaturas, en una palabra, cuantos se presentaban a su vista por casualidad. Haré notar a V.S. que en este desenfreno no se ha respetado nada, ni los escudos y pabellones extranjeros que se hallaban en las casas y tiendas de neutrales. El respetable médico francés, doctor Luis M. Yournés, ha sido gravemente maltratado a culatazos y saqueada su casa. Los señores Schof y Krignes (alemanes), Giolfo (italiano) y otros españoles han sido saqueados y quemados sus establecimientos..."
Ernesto Linares en su artículo "A 130 años de los combates de Marcavalle, Pucará y Concepción" nos recuerda que Louis Michel Journé presentó un reclamo contra el gobierno de Chile por las lesiones causadas. Entre 1882 y 1885, Chile firmó convenios con Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Suiza y Austria, para establecer Tribunales de Arbitraje para resolver las demandas. Michel Journé presentó el reclamo N° 53 al Tribunal Franco- Chileno por los daños recibidos en Concepción.
Journé declaró que se salvó por la intervención del propio coronel Estanislao Del Canto, aunque para el Tribunal Franco-Chileno, Del Canto declaró “que tenía serias sospechas acerca de la neutralidad de Journé, por sus relaciones amistosas con el Obispo Valle y el cura Gómez, que se habían distinguido en la labor de exhaltar los ánimos de los montoneros en contra de Chile…. El médico chileno que lo atendió, señor Ibarra, declaró que las heridas habían sido leves, hasta el punto que en la noche ya se encontraban bien".
El libro "Tribunales de Arbitraje: Contra Memorándum sobre algunas reclamaciones francesas presentados al tribunal franco chileno" (Santiago, 1885) señala basado en el propio reclamo interpuesto por L. M. Journé:
" ...Poco después, la ciudad de Concepción fué arrasada casi completamente por orden del comandante de la división chilena, coronel E. del Canto; así lo declara este jefe en su parte de 30 del mismo mes:
“No partí de Concepción sino cuando se hubo sepultado convenientemente á los heroicos oficiales y tropa del batallón Chacabuco que perecieron en la defensa de esa plaza, combatiendo durante 19 horas; y después de haber ejemplarizádo á ese pueblo infame, reduciéndolo a cenizas casi en su totalidad".
Para tal ejemplarización, los soldados rompieron las puertas de casas y tiendas, saquearon cuanto cayó á sus manos, y, por fin, incendiaron, destruyendo así, tanto los intereses peruanos como los neutrales; entre ellos, los de los reclamantes doctor Michel Journé, Joseph Poumaroux y Tertulien Bergerot, cuyas propiedades ostentaban, no sólo la bandera de Francia, sino grandes letreros con la inscripción “Propiedad francesa".
El Agente de Chile niega la justicia de esos reclamos con razones contradictorias ú opuestas á los más triviales principios del derecho de la guerra.
En el expediente Poumaroux, por ejemplo, afirma que las tropas peruanas perpetraron esos daños; y en el del doctor Journé, reconoce que fueron las chilenas, hecho que no podía poner en duda después de la afirmación categórica del coronel del Canto. En cambio, agrega que sus compatriotas fueron "pasados á cuchillo", lo cuál está también desmentido por el parte de aquel jefe; y concluye aseverando que la obra de desolación fué un acto legítimo de represalia porque las fuerzas victoriosas eran de montoneros y rebeldes.
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Los actos de violencia contra las personas tuvieron episodios horrorosos que dejamos entre sombras en los cuadros cuyo conjunto hemos bosquejado.
Expusimos, en el § 93, que las fuerzas del coronel del Canto saquearon y luego redujeron á cenizas Concepción, á fin de dejar "ejemplarizado á ese pueblo infame"; expusimos igualmente que entre los damnificados por aquella incalificable obra de destrucción, se encuentra el doctor Journé, miembro de la Facultad de Medicina de París.
El venerable anciano no sufrió sólo en sus intereses. Cuando intentó contener con protestas verbales el saqueo de su casa, los soldados se abalanzaron sobre él, —tenia setenta años de edad— y le asestaron dos culatazos en la cabeza y en el pecho. El infeliz cayó exánime y ensangrentado: el capellán chileno le recitó la plegaria de los agonizantes.
El doctor Journé no murió; pero, á consecuencia de las graves lesiones que le infirieron, ha perdido la visión del ojo derecho y sufrido en sus facultades intelectuales hasta el punto de quedar incapaz para el ejercicio de su profesión."
Es el propio testimonio del Dr. Journé que demuestra que en Concepción las tropas chilenas no respetaron a los extranjeros, por lo que es poco probable que éstos hayan dado libremente buen testimonio del combate exaltándolos.
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Saludos
Jonatan Saona
Una muestra más de que aquello que las cercanas tropas chilenas de arrojaron a sus cercadores muriendo valiente mente, es una total farsa, invención venida del imaginario chileno para hacer propaganda de un supuesto acto heróico. Mentira como casi toda la histografia chilena.
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