Antonio Arenas |
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 27 de setiembre de 1890)
Los puntos de nuestra pluma encuentran naturales resistencias para correr sobre el papel siempre que se trata de biografiar á un personaje que aún vive. Tememos insitar odios, y hasta provocar gratitudes, que no las solicitamos por que al ocuparnos de tal ó cual personaje, llenamos el programa del semanario y solo cumplimos con un deber.
Hoy tenemos el honor de hablar de un magistrado que por diversas faces de su vida pública merece el respeto de sus contemporáneos y tiene su página en la historia. Nos referimos al Dr. D. Antonio Arenas, cuya foja de servicios insertamos como el más valioso documento que en su honor podemos reproducir.
El doctor Arenas es hijo de Lima, y nació el 13 de Junio de 1809. Se educó en los claustros del afamado Consistorio carolino donde no tardó en ser profesor durante muchos años.
Un colega nuestro ha dicho al ocuparse del doctor Arenas.
«En 1837 fué nombrado oficial 2.° del Ministerio de Instrucción y poco después, oficial 1.° del de Gobierno y Relaciones Exteriores, sirviendo este empleo hasta la caída del Gobierno que presidía el General Santa Cruz. Desde esta época, se dedicó á ejercer su profesión, colocándose muy pronto, entre los primeros jurisconsultos de la república. Nombrado sucesivamente por el General Gamarra, Juez de 1.a Instancia y oficial 1.° del Ministerio de Gobierno, renunció ambos cargos. En 1839 el Tribunal del Consulado lo propuso para Secretario y desde esta fecha hasta 1852, compartió su tiempo entre ese importante cargo y su profesión en la cual tenia conquistado ya buen renombre.
En 1852 el Dr. D. Bartolomé Herrera, Rector de San Cárlos, fué enviado á Europa, en representación de nuestro Gobierno cerca de la Santa Sede y cupo al Dr. Arenas la honra de ser nombrado en reemplazo del notable prelado cuyo retrato y biografía engalanaron El Perú Ilustrado.
Como Rector del Convictorio, el Dr. Arenas manifestó actividad y decidido celo. Debiósele la creación de la cátedra de Derecho Penal, cuya falta se hacía sentir y redacto el curso del primer año, según los principios de Rossi, ya proclamados en Madrid por el Dr. Pacheco y exijidos por la civilización del siglo. Al comenzar el año de 1854, renunció el Rectorado y á mediados del mismo año, fué nombrado Juez de Alzadas del Tribunal del Consulado.
Llamado nuevamente al Rectorado de San Cárlos, (1856) redactó los Estatutos de ese Establecimiento, en concordancia con el Reglamento de Instrucción, expedido por el Gobierno de la época.
En 1857 dejaba el Dr. Arenas ese puesto y en el mismo año se le nombraba Fiscal de la Corte Superior de este Distrito; pero no aceptó ese empleo.
En 1858, Lima lo elejía diputado á Congreso, y al concluir el mismo año, se le encomendaba la Cartera de Relaciones Exteriores, que conservó por muy breve tiempo.
Elejido Diputado por Lima, también, para la Legislatura de 1860, fué miembro de la comisión reformadora de la Constitución de 1856 y Presidente de la Cámara en las sesiones ordinarias que comenzaron en Noviembre.
En 1859, poco después de su elección de Diputado, se le nombraba Fiscal interino de la Corte Suprema, cuyo empleo, como ya lo había hecho con varios otros, no quiso aceptar.
El Congreso de 1860 dio al país la Constitución vigente, contribuyendo á ello, en gran parte, el doctor Arenas, así con su palabra como con su influjo.
En 1861 fué Vice-Presidente de la Comisión permanente,y Ministro de Gobierno durante la breve administración del General San Román; luego miembro del Congreso en las Legislaturas de 1862 á 1864, concluidas las cuales, formó parte de las comisiones permanentes respectivas.
En la Legislatura de 1864-65, á la que perteneció como Senador por Amazonas, combatió con energía el Tratado Vivanco-Pareja.
Ministro del General, Canseco, cuando su entrada á Lima, renunció á los pocos días la cartera, por que según sus principios, el orden de cosas establecido en esa época, no estaba conforme con la Constitución.
En 1870 fué nombrado Vocal de la Excelentísima Corte Suprema de República, cargo que sirve hasta hoy, y por tres veces ha desempeñado la presidencia de ese Tribunal.
En 1872 fué uno de los candidatos a la Presidencia de la República, pero tuvo á bien retirarse del campo eleccionario después de los sucesos de Julio.
Designado para representar al Perú en el Congreso Internacional de Juristas, convocado por nuestro Gobierno y que se instaló en esta capital el 9 de Diciembre de 1877, se separó de la Presidencia de la Corte Suprema, que ejercía desde el comienzo del año judicial.
Frescos están aún los recuerdos de esa época y sería demás que nos detuviéramos en manifestar cuál fué la conducta del Dr. Arenas en ese alto cuerpo, cuyas labores han sido de tanta utilidad al Congreso reunido poco há en Montevideo.
Elegido el Dr. Arenas Presidente del Congreso de Juristas, fué autor de la gran mayoría de las Convenciones celebradas, y es un documento honroso para él y para el País, el oficio ó informe en que dá cuenta de los trabajos que presidiera.
En 1880 fué Ministro Plenipotenciario del Perú en las Conferencias de Arica, en 1883; Presidente de la Asamblea convocada por el General Iglesias, y en 1885; Ministro de Relaciones Exteriores y Presidente del Consejo de Ministros que se encargó del Poder Ejecutivo, desde la solución del conflicto civil, hasta el advenimiento del General Cáceres.
En Junio de 1886 volvió á la Corte Suprema.
Desde muchos años atrás, el Dr. Arenas es socio de la Beneficencia de esta ciudad.»
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Texto e imagen publicados en el semanario "El Perú Ilustrado" núm. 177, Lima, 27 de setiembre de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
Texto e imagen publicados en el semanario "El Perú Ilustrado" núm. 177, Lima, 27 de setiembre de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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