(Texto publicado en "El Hijo de la Patria", 9 de julio de 1881)
Como un homenaje rendido al mérito, como un tributo de admiración a la gloria, damos al público en nuestro primer número el retrato de una de las figuras mas culminantes de nuestra querida Patria: la del Contra-Almirante, don Patricio Lynch, digno jefe de nuestro glorioso Ejército i acreedor a la gratitud nacional por mas de cuarenta i cuatro años de provechosos servicios.
Nacido en Santiago, el 3 de diciembre de 1825, fué destinado por su padre a la carrera de las armas, i cuando solo contaba once años, cambiando la cartilla por el florete, lo vemos en la Escuela Militar, aprendiendo a servir a su Patria i adiestrándose a derramar su sangre por defenderla.
En ese mismo tiempo, Chile estaba comprometido en una guerra eterna. Perú i Bolivia, unidos con pérfida coyunda, pretendieron envolver entre sus tenebrosas redes el porvenir de Chile, que se vio obligado a empuñar la espada gloriosa, envainada desde 1826, i llamar a sus buenos hijos para que con ella cortaran el lazo infame que se atravesara en su camino.
El jóven Lynch, dócil a su llamado, se embarca el 12 de febrero de 1838 como guardia-marina en la corbeta Libertad que se dirijia a bloquear, al Callao, donde, bajo las órdenes de Segnoret i García del Postigo, asistió a los ataques parciales contra las fortalezas inexpugnables de aquel puerto, que, por una rara coincidencia, habría de desaparecer mas tarde bajo su planta. Allí le cupo una activa parte en el abordaje i toma de la Socabaya i en la destrucción del bergantín Congreso, interrumpiendo la monotonía del bloqueo con audaces excursiones a las costas peruanas para protejer al ejército restaurador hasta su llegada a Valparaíso,
Solicitado en esta'última ciudad por el almirante de Su Majestad Británica, sir Hodgson Ross, para educarlo a su lado, i, previa la autorización del Gobierno de Chile, entró a la marina inglesa el 1° de junio de 1840, en calidad de aspirante, al servicio de la corbeta Electra, que se dirijía a Inglaterra. Siete años permaneció en la marina de esta nación, durante los cuales recorrió los principales países del mundo, asistió a nueve combates en la campaña de China, al asalto de cuatro ciudades, llevando siempre la bandera inglesa, por lo que mereció ser aclamado guardia-marina en el mismo campo de batalla i puesto su nombre en la órden del día, recibiendo después una medalla de honor i el grado de teniente de la armada de su Majestad Británica.
A principios de octubre de 1847, Lynch, jóven entónces de 22 años, regresaba a Chile cargado de preciosos conocimientos, que tan ventajosamente habría de utilizar su Patria, nombrándole miembro de diversas comisiones científicas i gobernador marítimo de Valparaíso, premiándolo en 1862 con el grado de capitán de navio.
El señor Lynch desempeñaba un importante puesto en el Ministerio de Marina, cuando la guerra perú-boliviana le llamó al campo de la acción.
Bien conocidos son los servicios prestados por don Patricio Lynch en la presente campaña. Nombrado comandante en jefe de trasportes el día 21 de mayo de 1870, supo captarse común estimación, que le dió por recompensa la efectividad del grado de capitán de navío.
El 4 de setiembre de 1880, Lynch salió de Arica con una división de dos mil hombres para el norte del Perú. Después de hostilizar al enemigo, impedir la internación de armas, destruir sus injenios de azúcar e imponer contribuciones de guerra, regresó a Arica en ¿noviembre, seguido de millares de chinos a quienes había dado jenerosa libertad.
Vistos el tino i la intelijencia revelados por el señor Lynch en el servicio de su Patria, fué nombrado, en enero de 1881, jefe de la primera división, la primera en atacar al enemigo en Chorrillos, sosteniendo el terrible avance sobre las artilladas fortalezas i alentada por el valor i la serenidad de su esforzado caudillo.
Tantos méritos cosechados por el señor Lynch comprometieron la gratitud nacional, haciendo que la Comisión Conservadora, en la primera de sus sesiones, le acordara por unanimidad el puesto de Contra-Almirante de nuestra Armada.
Al presente, don Patricio Lynch, es jeneral en jefe de las gloriosas huestes que defendieron la integridad i el honor de nuestro querido Chile.
Con tales jefes, se va siempre a la victoria.
Joaquín Figueroa .
Julio 8 de 1881.
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Texto e imagen publicados en el periódico "El Hijo de la Patria" núm. 1, Santiago, 9 de julio de 1881.
Saludos
Jonatan Saona
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