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| Emilio Sotomayor |
Estado Mayor Jeneral del Ejército
Pisagua, noviembre 29 de 1879
El 23 del presente, al mando del Rejimiento Cazadores a caballo, salí de Porvenir con dirección a Agua Santa, Peña Grande, Pozo Almonte, Noria e Iquique, a fin de tomar posesión de estas localidades i dar una batida a los enemigos, si se encontraban en los cantones indicados, según US. me lo ordenó.
El día 24 a las 4 de la tarde, estando en Peña Grande avistamos una partida enemiga que se dirijía de Pozo Almonte a Tarapacá; cargamos sobre ella, dando por resultado la captura de cinco individuos de tropa que conducían el archivo del Estado Mayor del ejército enemigo, algunos víveres i forrajes.
Por estos prisioneros supe que el General Buendía i coronel Suárez se encontraban en Tarapacá con cinco mil hombres. Acto contínuo mandé a US. un sarjento de Cazadores a caballo, dándole esta noticia. En la noche fue atacado el sarjento por tres individuos armados, teniendo que matar a uno de ellos para escaparse, yendo a rematar a Guantajaya, llegando a Iquique el 27 por la mañana.
Al Señor Ministro de la Guerra dirijí la misma noticia a la misma hora. Por los referidos prisioneros supe que en Pozo Almonte había algunos oficiales con tropa peruana en corto número i algunos bolivianos. Para tomar este punto ordené al Capitan de Cazadores, don Sofanor Parra, marchara con su compañía a tomar posesión de ése canton, lo que efectuó a las 10 de la noche, i que comunicó por mi órden al señor Ministro de la Guerra, dirijiéndole un telegrama a Iquique. A la mañana siguiente me trasladé con otra compañía del mismo rejimiento al lugar ya dicho; tomé posesión de todos los enseres del enemigo, como cebada, frejoles, arroz i otros objetos, entre ellos algunos rifles destrozados.
Para dar seguridad al lugar nombré Gobernador militar i comandante de armas de Pozo Almonte, canton de San Antonio, al comandante de Cazadores, don Pedro Soto Aguilar.
Con acuerdo del señor Ministro de Guerra me trasladé a la Noria el día 27, en donde se elijió una junta de vecinos con el carácter de autoridad política i administrativa que vele por los intereses jenerales i particulares del comercio i habitantes. Al servicio de esta junta quedan 25 cazadores al mando del teniente don Juvenal Calderón.
El presidente de la junta es el señor don Juan I. Smail, ciudadano ingles, representante de la compañía salitrera La Limeña. En este lugar encontré una existencia de 120 cajones municiones de infantería que el señor Smail remitirá a Iquique. En las estaciones de San Juan i Molle he encargado a don Antonio Serco i José María Salcedo para que cuiden los cuarteles i algunas mochilas del enemigo que existen en esos lugares. En Peña Grande como en Pozo Almonte encontramos perteneciente al enemigo una regular existencia de víveres i cebada que queda a cargo del teniente coronel graduado de cazadores, don Feliciano Echeverría.
Ayer en la tarde por noticia que recibí en Iquique, de encontrarse en peligro tropa de nuestro Ejército cerca de Dibujo, ordené que toda la tropa de Cazadores de Pozo Almonte i Peña Grande marcharse en el acto a protejerla, uniéndose con la división que, según se me informó, mandaba el jeneral don Manuel Baquedano.
Estas son, señor Jeneral, las operaciones que he practicado por órden de US, con la tropa de caballería de Cazadores a caballo.
He venido a Pisagua con el comandante Soto Aguilar, los tenientes-coroneles don Arístides Martínez, don Diego Dublé Almeida, don Evaristo Marín; teniente de Guardias Nacionales, don Manuel Rodríguez Ojeda, i subteniente don Domingo E. Sarratea, que me han acompañado en esta lijera campaña. Por las ocurrencias del 27 en Tarapacá nos hemos trasladado en el vapor Amazonas a este puerto i por creer serian mas importantes nuestros servicios.
Dios guarde a US.
E. Sotomayor
Al señor General en Jefe del Ejército del Norte
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Saludos
Jonatan Saona
El parte del coronel Sotomayor trascrito mas arriba es incompleto, según podemos reconstruir hoy con datos históricos emanados de otras fuentes y testigos.
ResponderBorrarLo que el citado omite informar en este parte es que el mismo día 23, al caer la tarde, una avanzada del regimiento de su mando eventual divisó en la pampa tropas de infantería enemiga que se desplazaban con dificultad
hacia el NE. Se les observó marchar desordenadamente, dejando muchos rezagados, y se estimó el número a la vista en ese momento en unos 300 o 400 h.
Hoy sabemos que se trataba de la retaguardia de la división Ríos, que había abandonado Iquique el día anterior, cumpliendo órdenes de Buendía, para intenta reunirse con este último en Tarapacá. Tales tropas se trasladaron por tren hasta La Noria, y emprendieron desde esa estación la agotadora marcha de infantería que le permitió unirse a las tropas derrotadas en Dolores que se reagrupaban en Tarapacá.
Sotomayor disponía en esos momentos del Regimiento Cazadores completo (los dos escuadrones incluidos en el Ejército Expedicionario), unos 350 a 360 jinetes, y recibió de sus oficiales la solicitud inmediata de atacar y cargar al enemigo a la vista. Entre ellos, de los capitanes Barahona y Parra, que habían comandado la carga de sus compañías en Germania solo 17 días antes.
Pero Sotomayor no ordenó ataque alguno, ni destacó observación cercana, y dejó que la tropa enemiga, manifiestamente agotada en su dificultoso tránsito, se alejara sin ser molestada.
Cuatro días mas tarde, el 27 de ese mes, la división Ríos, que el día 23 pudo ser destruída o al menos muy debilitada en el desierto, contribuiría a la derrota de las fuerzas chilenas en la quebrada de Tarapacá.
El coronel Emilio Sotomayor iba en ese viaje - del que da cuenta en su parte - de regreso a Chile, recién destituído de su cargo de Jefe del Estado Mayor del E. Expedicionario. Remoción basada, nos dice Bulnes y otros historiadores, en su errática actuación de los día 18 y 19 anteriores, en la víspera y durante el desarrollo de la batalla de Dolores.
El coronel Sotomayor fué, meses mas tarde, ascendido a general de brigada, y con ese grado tuvo el mando de la 2a DE en las jornadas comprendidas en las llamadas "batallas de Lima". En aquella que en Chile llamamos "de Chorrillos" y en Perú "de San Juan", solo una de las tres divisiones que marcharon, en la oscuridad, al asalto de la línea peruana, no cumplió con el plan y horario pre establecidos, atrasándose casi una hora en entrar en acción. Y causando con ello serios problemas - y dolorosas bajas - a la 1a División de Lynch. ¿ Cual fue esa división que no embistió a la línea enemiga en el lugar y tiempo precisos esa mañana del 13.01.81 ?
La 2a división que mandaba el general Emilio Sotomayor.
Tampoco explica el citado esa enorme falla en su parte sobre la batalla de Chorrillos, aunque sabemos por distintos relatos que Baquedano se manifestaba indignado en su puesto de mando, y que envió varios ayudantes a averiguar urgentemente el paradero de esa 2a división en momentos clave de la batalla. Asimismo, que luego de tomado San Juan sostuvo una entrevista muy acalorada con Sotomayor.
La guerra produce a veces ascensos, y, lo que es mucho peor, postergaciones, que resultan difíciles de entender a 140 años de distancia.