José A. Castellón

José Antonio Castellón

Don José Antonio Castellón

Capitán del batallón Lontué

No tuvo participación el entusiasta chileno que llevó el apellido de Castellón, mitad francés i mitad español, avecindado en Perú en las batallas campales de la guerra, pero fué su heraldo. Nacido en Santiago en 1853, dotado de notable facilidad para hablar i apuesto mozo por su figura, fué uno de los miembros más activos i prestijiosos de aquel comité patriótico que, presidido por el entusiasta curicano Florencio Moreira, predicó la primera cruzada de la guerra en todas las ciudades de la república i contribuyó no poco al alistamiento de los primeros voluntarios.

Enrolado a su turno en el batallón Lontué i destinado a la reserva, cubrió durante una parte de la fatal i pestilente ocupación del Perú la guarnición de varios pueblos infestados i especialmente el de Ica, donde fundo un periódico con el titulo de LA VOZ DE ICA. Gracias a su claro talento le era dado también desempeñar el cargo de secretario del activo jefe político de aquella provincia i comandante del batallón Lontué don Leoncio Tagle.

Vínole este destino después del malogrado C. Díaz Vega, modesto cronista de la guerra, que sucumbió en Ica victima de la fiebre amarilla; i en este intervalo de tiempo, asaltado por la misma ponzoñosa dolencia, el capitán secretario i redactor siguió a su predecesor al sepulcro el 24 de abril de 1883.

Fué el capitán Castellón un nobilísimo mozo, entusiasta, jeneroso, notablemente intelijente, esperanza de una madre viuda, sostén de una hermana célibe, i llamado talvez a figurar con brillo en la política futura de su patria. Pero la ocupación, enfermedad peor que el cólera tropical, porque comprendía todas las variedades del tósigo que en los trópicos mata a los hijos de la zona templada, cerró su carrera cuando apenas comenzaba, a la edad de 24 años (*).

Tributáronle sus compañeros de armas afectuoso homenaje de duelo i de cariño, distinguiéndose entre aquéllos su propio jefe i el segundo de su cuerpo don Máximo Correa, que en pos de él vino también a morir, victima de la misma atroz enfermedad: de ocupación.

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(*)Debe ser un error pues Vicuña Mackenna narra párrafos antes que Castellón había nacido en 1853, por lo que estaría cerca de cumplir los 30 años.

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Texto e imagen tomado de "El Álbum de la gloria de Chile", Tomo II, por Benjamín Vicuña Mackenna

Saludos
Jonatan Saona