Federico Pflücker

Federico Pflücker

Doctor don Federico Pflücker
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 19 de noviembre de 1887)

El Doctor Pflücker, pertenece á esa juventud que se levanta llena de vida y de afán para trabajar en bien de la Patria. Tiene cualidades que hacen esperar que, en su carrera cosechará honrosos frutos, Sírvale de aliento la sinceridad de nuestras apreciaciones, que le probamos, publicando. junto con su retrato, los apuntes biográficos que insertamos más adelante.

El Doctor Don Federico Pflücker nació el 23 de Abril de 1856, siendo su padre el ciudadano alemán D. Julio A. Pflücker y Doña María de Taramona y Manrique.

Hizo sus primeros estudios en el Colegio Inglés dirigido por el respetado pedagogo señor D. Williams.

Ingresó á la Universidad de San Marcos el año de 1870 y completó allí su instrucción media, dedicándose después al estudio de la Jurisprudencia.

En 1878, siendo aún estudiante de Derecho, entró á la imprenta de «El Nacional» de Lima, como redactor de su sección principal. En 1879 fué elejido miembro de los Concejos Departamental y Provincial de Lima. Recibióse de abogado en 1880 y continuó en sus labores de prensa, hasta la clausura de «El Nacional,» en la época del Gobierno del señor Piérola.

Establecido el Gobierno del señor Iglesias, en Lima después de la desocupación de está ciudad por las fuerzas de Chile, asümió la redacción y dirección de “El Nacional” en unión de su compañero de diarismo, señor Luis Esteves.

La fidelidad á sus convicciones y la energía con que las sostuvo en épocas bien difíciles y azarosas, le ocasionaron serios disgustos con las autoridades de aquel tiempo. El Congreso de Ministros lo nombró secretario de la Legación del Perú en Bolivia, puesto que desempeña actualmente.

En 1882 fué elejido diputado suplente por Lima al Congreso de Chorrillos y en Mayo de 1886 fué Encargado de Negocios ad interim en Bolivia por ausencia del Plenipotenciario, Doctor del Valle.

Se abre, pues, para el señor Pflücker una carrera que, en bien de la patria, deseamos que sea tan honrosa para él, como útil para nuestro país, que hoy más que nunca, necesita del continjente de luces y buena voluntad de todos sus hijos.

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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 28, Lima, 19 de noviembre de 1887.

Saludos

Jonatan Saona