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1 de enero de 2019

Marcelino Iribarren

Marcelino Iribarren
Don Marcelino Iribarren
Capitán

I.
Tranquilo agricultor del departamento de Elqui, hogar de los Iribarren del norte, el capitán que llevó su nombre i lo hizo ilustre, vivió en la modestia de mediocre profesión hasta que estalló la guerra.

Por esos días era subteniente del batallón cívico de la Serena con despacho de 14 de setiembre de 1877; de suerte que salió a campaña ascendido a teniente i en la víspera de Tacna fué promovido a capitán.

Mas constante que muchos de sus compañeros llegó en esa graduación a Chorrillos i después a Miraflores donde como a bueno, es decir, como coquimbano, sucumbió batiéndose.

Era hombre joven, bien formado, tranquilo hasta parecer rehacio a las cosas corrientes del mundo, por cuyo motivo solían sus compañeros de armas denominarlo "el huaso Iribarren".

Pero la verdad era que había hecho buenos estudios médicos en Santiago i aun había logrado sin esfuerzo ser artista. "Cuando su padre don Marcelino Iribarren,—decíanos un amigo común a quien sobre el particular interrogamos— trajólo a Santiago por la primera vez para que siguiera la carrera de médico, como dicho señor tenía parentesco con mi esposa, creyó conveniente dejarlo recomendado en casa, en donde estuvo mas o menos tres años. En este tiempo tuve ocasión de conocerlo mui de cerca i noté en él mucha aplicación para sus estudios, conducta irreprochable como también mucha afición a la música por lo que se puso a aprender la flauta, lo que consiguió regularmente en mafia poco tiempo" (1).

(1) Carta de don Exequiel Vargas, Santiago, julio 10 de 1881.

II.
Ocurrió en la muerte del capitán Iribarren, que era rudo, valiente i supersticioso como muchos otros que no temen a las balas pero que temen las ánimas, una particularidad de vaticinio que entristeció a sus compañeros de armas cuando viéronlo cumplido. I fué aquel la convicción anticipada de que escaparía ileso de Chorrillos, pero que, sobreviniendo otra batalla, en esta moriría bandeado en el vientre por enemiga bala.

I tal cual él lo predijo, así llevólo a cabo el misterioso augurio.


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Texto e imagen tomados de "El Álbum de la gloria de Chile", Tomo II, por Benjamín Vicuña Mackenna

Saludos
Jonatan Saona

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