(Texto publicado en la Revista Chilena de Historia y Geografía n° 62 de 1928)
El documento que publicamos se encontraba hasta la fecha inédito y es muy interesante por los datos geográficos de la época que contiene, relacionados con los tres países limítrofes: Bolivia, Chile y el Perú.
Bolívar deseaba por aquellos años habilitar un puerto para el comercio del Alto Perú, para, lo cual ordenó que se hiciera un reconocimiento de la costa en la provincia que entonces se denominaba Atacama y que viene a corresponder a la actual provincia chilena de Antofagasta.
Esta importante misión fué encomendada al coronel Francisco Burdett O'Connor, Ayudante del Estado Mayor General, distinguido oficial de origen irlandés, que adoptó después la nacionalidad boliviana.
O'Connor, que se encontraba en Tarija, recibió la orden del Libertador, por intermedio de Sucre, en Noviembre de 1825, y pocos días después se ponía en marcha hacia el litoral con una reducida comitiva. Los datos de esta expedición pueden encontrarse en las Memorias del mismo O'Connor, una de las obras más amenas de esta clase que hayan dejado los contemporáneos y actores de la libertad de América, y que, como se sabe, se publicó en un volumen de la Biblioteca Ayacucho, dirigida por don Rufino Blanco-Fombona.
El litoral fué reconocido en un trayecto de cerca de doscientas leguas, y en el curso de él se hicieron además estudios para un camino desde el puerto de Cobija, el que O'Connor encontró más aparente para los deseos del Libertador, hasta la capital de Potosí.
C. A
Observaciones hechas por el Coronel Francisco B. O'Connor en el reconocimiento que ha practicado de orden del Señor General en Jefe, Gran Mariscal de Ayacucho, en la Provincia de Atacama, los puertos de mar que comprende y el camino desde el punto de Cobija hasta la capital de Potosí.
La provincia de Atacama se extiende en el día, por informes tomados de sus habitantes y líneas de demarcación que éstos enseñan, entre los grados 22°1' y 25°10' latitud Sur, pero anteriormente era su extensión entre los grados 21°28' 30' y 27°, es decir, desde la embocadura del río Loa, que la dividía del Perú bajo, hasta el Hueso Parado, que la separaba del Gobierno de Chile. La raya oriental de Atacama se halla entre los pueblos de Rosario y Anticuyo, el primero perteneciente a esta provincia y el segundo a la de Salta, y sirve de línea divisoria la cabecera del río grande que corre entre estos dos puntos. Este río baja hacia Tatina, se une con el que viene de Tupica, sigue por Inipacha al Libilibi y viene a formar aquí la línea de demarcación entre la provincia de Chichas y la de Tarija, frente a dicho pueblo de Libilibi.
La provincia de Lípez es limítrofe con la de Atacama por el Este, donde se separa de la Rinconada de Salta y el Noreste, cuya línea sigue por el pie de la cordillera Tapaguilcha a dos leguas del Oriente de este cerro. De esta Rinconada de Salta hay un terreno que comprende el espacio de 27 leguas, que se hallan introducidas entre la provincia de Atacama y la de Chichas por el Oriente. La provincia de Atacama tiene por el Norte a Tarapacá, cuya línea de de marcación viene en el día sobre la costa hasta la Punta de Duende y corre hacia el Oriente una media legua al Sur del pueblo de Quillagua, atraviesa el arenal que está al Norte de la serranía de Calama, y se introduce entre las cordilleras Miño y Chila, más adelante de la cual sube a los linderos de Lípez en el Punto de Urgina.
La provincia de Atacama es la más estéril de todas las
que contiene la República Boliviana, pero la más rica por sus minerales de oro, plata, cobre, fierro, plomo, salitre,
azufre y piedras preciosas, de muchas y buenas cualidades.
Tiene dos curatos, el de Atacama por el Sur y
el de Chiuchiu
por el Norte. Sus habitantes ascienden al número de 35,000,
entre los que hay 700 hombres de trabajo. La escasez de
esta provincia y su esterilidad provienen de la poca agua,
pues en ella no se encuentran más ríos que el de Loa, por
que los arroyos que nacen de las cordilleras corren por los
pueblecitos de Atacama, Toconao y se pierden en riego de
los terrenos que se hallan a las inmediaciones de estos puntos. Entre la línea de cordillera que domina esta provincia
hacia el Oriente y la costa, todo el terreno es de arenales
interceptados por serranías de diferentes alturas, de modo
que los habitantes de los pueblos por la mayor parte se han
visto en la necesidad de formar sus chacaritas en toda la
falda y quebraditas de la cordillera, y algunos hasta la distancia de 30 leguas de la capital de Atacama. En estas chacaritas crían sus corderos y llamas y siembran la cebada suficiente para la manutención de sus familias. Pero en los
puntos de Atacama, Chiuchiu y Calama se puede cultivar
en abundancia el maíz, trigo, cebada y alfalfa, observando
más economía en la distribución del agua en Atacama y
habiendo brazos suficientes para el trabajo en Chiuchiu y
Calama. Este último punto, principalmente, ofrece grandes
recursos a la provincia, pues, aunque en el día no cultivan
en él más terreno que el preciso, tiene lugares en donde con
la industria se pueden formar pastos y sembríos para una
gran población.
Los puertos que tiene esta provincia según su extensión
actual de costa son tres: el de Mejillones por el Sur, el de
Tucupillo por el Norte y
el de Cobija en el centro. El primero es el más hermoso, seguro y perfecto que se halla en
las costas del Pacífico, pero tiene el defecto irremediable
de no poder proveerlo de agua, lo mismo sucede con respecto al de Tucupillo, de manera que alguno de los tres que
presenta algunas ventajas al comercio, es Cobija, y aun
para habilitar éste es indispensable emprender algún trabajo, pues a pesar de que se hallan en las orillas fronteras
a este puerto seis manantiales, el agua que da es tan poca, que no basta para las familias. Mas, este inconveniente
puede remediarse emprendiendo una zanja de diez varas
de ancho y
de una profundidad suficiente para encontrar
el origen de los manantiales con el objeto de cortar al través el curso de ellos que seguramente nacen del pie de los
cerros y
de recibir toda el agua que proporcionen conservándola en estanque para el consumo de los habitantes. Su
largo será desde el paso del Gallinazo, en la playa alta hacia
el Norte, hasta el frente de la garganta de tierra que une la
punta saliente a la playa hacia el Sur, cuya distancia será
poco más o menos de quinientos pasos.
El costo que se ha calculado para la construcción de esta
zanja trabajada con toda perfección, asciende a 117,000
pesos, suponiendo que sea del modo siguiente: que los marineros de tres buques que no deben ser menos de 100 hombres, en cada uno de ellos trabajen por el término de tres
meses, cuyo tiempo se presume pueda durar la obra, sino
se encuentra alguna dificultad que la retarde. Para este efecto
deberán tener a bordo los víveres suficientes y los instrumentos precisos, y
el presupuesto subirá a 13,000 pesos al
mes cada buque. Este medio se propone como el único
practicable en atención al poco número de habitantes en la
provincia, la pereza de ellos para el trabajo, la escasez de
instrumentos, la mucha distancia de los pueblos habitados
hasta el puerto y la dificultad de proveerlos de víveres desde el interior, mientras que los marineros irán provistos de
todo, tendrán los buques donde recogerse de noche y sus
comandantes y
oficiales servirán de directores para activar
el trabajo.
El proyecto anterior se ha propuesto considerando que
la población haya de ser grande, y que todo el trabajo que
se emprenda en ella sea de un modo permanente; mas, si
por las actuales circunstancias no se creyese conveniente
adoptarlo, se puede provisionalmente tomar la medida de
abrir pozos en la inmediación de cada manantial, a fin de
hacer un acopio de agua mayor que el que hay en el día,
cuya operación se ha practicado en tiempos pasados hasta
entrar agua suficiente hasta 800 mulas y la tripulación de
dos buques.
El agua de que se ha hablado no puede servir más que para el consumo de los habitantes, pues su posición no permite que sea aplicable al riego de los terrenos inmediatos por hallarse éstos entre la zanja y el pie de las serranías, y por consiguiente, en más altura que el nivel del agua. Sin embargo, hay otro manantial llamado «Las Higueras», que sale de una quebrada formada por dos de los referidos cerros, en muy poca cantidad en el día, pero merece atención, pues, consiguiendo agua en alguna cantidad bajará ésta por sí a la playa y se le da por acequias el curso que conviene a la agricultura.
La playa alta frente al puerto de Cobija tiene una legua y cuarto de Norte a Sur, y media legua de Este a Oeste, desde el pie de los cerros que dominan el puerto hasta la orilla del mar, pero toda esta extensión no es cultivable por estar ocupada en muchas partes de peñas grandes que salen de la tierra. Las lomas de los cerros fronteras al puerto presentan algunas ventajas. En ellas se encuentran buen pasto verde desde el mes de Julio hasta Diciembre y en suficiente cantidad para engordar muías en algunos meses; el resto del año se secan estos pastos y se vuelven pajonales que mantienen bien las bestias, aunque no las engordan. Contienen además mucha leña y algunas maderas útiles para la construcción de casas pequeñas, pero los demás cerros que siguen en curso hacia el Sur, cerca del puerto de Mejillones y hacia el Norte hasta la provincia de Tarapacá, se hallan enteramente sin pasto ni leña.
Este lugar no tiene en el día más habitantes que el cuidador Don José M. Maldonado, natural de Cochabamba, pero hay trece familias más que se han retirado por la costa hasta Tucupillo y Mejillones, huyendo de la peste de viruelas que se ha llevado el resto de la población en el año pasado hasta el número de 43 personas; dichas familias sólo esperan que pase el contagio para restituirse al puerto. El modo de vivir de esta gente comprueba su ineptitud y pereza, pues teniendo maderas para construir casas, pastos para criar ganados y otros varios recursos con que proporcionarse una vida cómoda, están viviendo como bárbaros y su única subsistencia es la carne de lobo marino, de donde resulta que a nada se dedican, ni aun al cultivo de la tierra, siendo uno de los trabajos de primera necesidad.
El camino más cómodo desde el puerto de Cobija hasta la capital de Potosí, tiene 181 ½ leguas y se divide en 20 pascanas, del modo siguiente:
De Cobija a Culupo, 12 leguas. Al salir del puerto se siguen de dos leguas por la orilla hacia el Norte hasta llegar a una quebrada, de donde se toma a la mano derecha. Esta tiene de subida 2 ½ leguas de buen piso; de aquí hasta Culupo hay siete leguas y media de camino bueno de bajadas y subidas muy tendidas y algunas llameras. En Culupo no hay casa alguna, ni pastos, ni tampoco en el tránsito, pero es regular que se encuentre agua practicando la diligencia de buscarla por medio de pozos. En todo el camino hasta Potosí, es la única jornada que hay de esta especie.
De Culupo a Chacance, 12. Como Culupo está al pie de un cerro, se sube uno de éstos media legua algo pendiente y se sigue derecho hasta Chacance por un camino casi llano y de buen piso. Se llega antes a la orilla del barranco hondo por donde corre el río de Loa hasta el cual se baja un cuarto de legua y se encuentra la pascana junto al río. Aquí hay agua aunque salobre, bastante pasto y leña y algunos algarrobales sirven en el día para sombra, pues no hay una sola casa. Sobre la orilla de este río hay trechos que por medio de acequias se pueden regar y sembrar con maíz y alfalfa. Dos leguas antes de llegar a Chacance se separa un camino que va derecho al puerto de Tucupillo. En el punto de Chacance se unen los ríos que se separan en Calama viniendo de Chiuchiu, y toman desde Chacance la dirección hacia el Norte pasando por. Quillagua al punto de Calate, desde donde corren por Loa al mar con dirección al poniente.
De Chacance a Aguacate, 6. Se sube al lado opuesto del barranco un cuarto de legua y se sigue por muy buen camino hasta encontrar otra vez el río, al cual se baja para llegar a su orilla donde está situado Aguacate. En este punto se hallan las mismas proporciones que en Chacance e igualmente lugares que admiten cultivo. Cuatro leguas antes de llegar a Aguacate se encuentra el camino que va derecho de Chacance a Calama que es de dos leguas más corto, pero sin agua ni pasto, y para conseguir estos recursos, se baja a Aguacate.
De Aguacate a Calama, 10. La subida desde la orilla del
río en Aguacate es pendiente y
de una legua y desde su
cima hasta Calama el camino es bueno y llano en su mayor
parte. Calama tiene de catorce a veinte casitas y
una capillita;
es lo mismo que Cobija anexo del curato de Chiu
chiu. Está situado en una ciénaga muy fértil que forma
una isla por separación de las dos ramas del río. El que corre por el lado del Sur sirve para regar los terrenos cultivados y
el del Norte conserva siempre húmedos los pastos;
en éstos habrá en el día como 200 reses, 2,000 corderos y
100
muías, pero son capaces de mantener muchísimo ganado, y
pueden producir estos terrenos maíz, papas, trigos, cebada
y
alfalfa para una población considerable, y
tiene también
bastante leña por todas partes.
De Calama a Chiuchiu. Este trecho es de ocho leguas cor
tas y por camino casi llano con pequeñas subidas y baja
das. Desde la separación del río en Calama hasta llegar al
pueblecito de Chiuchiu no se encuentra agua. Este pueblecito
es cabeza de Doctrina y
de pocos recursos. Sus habitantes son por la mayor parte arrieros. A una legua antes
de llegar a él, se unen dos ríos que forman el mismo que se
llama de Loa. El uno que es de agua dulce, viene del pie de
la cordillera Miño y pasa al lado del poniente del pueblo;
el otro se llama Río Salado y es más caudaloso que el Miño;
viene también de la cordillera, de Oriente a Poniente, pasa
a una legua al Sur del pueblo de Chiuchiu y se une con el
Miño, como se ha dicho. Casi toda la pampa entre estos
dos ríos antes de su confluencia, es cultivable, aunque en
el día nada produce por el abandono de sus habitantes.
De Chiuchiu a la capital de la provincia de Atacama hay
25 leguas, sin recursos, y
de Calama al mismo punto, 30
leguas, sin recursos, con excepción de un poco de agua de
pozos a siete leguas de Atacama en el camino de Calama.
De Chiuchiu a Santa Bárbara, 13 leguas. Esta jornada es
casi con dirección al Norte, de camino llano y bueno; se
toma por la orilla derecha del río Miño desde un cuarto de
legua hasta dos leguas de distancia. El río corre encajonado pero en cada legua, poco más o menos, hay bajadas hasta
el agua y se encuentra en todos estos lugares pasto en la
orilla. Santa Bárbara es una pascana sin más recurso que
el pasto y agua que ofrece y tiene poca leña. Está situado
sobre la misma orilla del río, casi en línea entre el mineral
de Concho y la cordillera San Pedro, distante del primero
tres y media leguas, y
del pie de la referida cordillera seis
leguas. Junto a la cordillera de San Pedro está la de San
Pablo, y del pie de esta viene un arroyo de agua muy salada
que entra en el Miño, un poco después de Santa Bárbara,
Sobre una y otra orilla de este arroyo hay indicios de sembríos hechos por los antiguos. Su terreno es fértil y
bien se
puede formar aquí una población y gastar toda el agua salada en regar las tierras, para que esta no se una con la del
Miño, impidiendo de este modo que se adultere la buena
agua que éste tiene.
De Santa Bárbara a Polape, 6 ½. Al salir de Santa Bárbara se sigue media legua por la orilla izquierda del río
Miño subiendo su corriente hasta encontrar una quebradita
que viene desde la cordillera y girando hacia la derecha se sube esta quebrada como una legua, se sale de esta
por su izquierda y se llega a una pampa grande de arenal
y cascajo, que tiene dos y media leguas; se atraviesa ésta
hasta bajar a otra quebradita que se sigue subiendo cerca
de media legua; saliendo de ésta también por la izquierda,
se pasa por otra pampita a la quebrada de Polape y se sube
una media legua hasta llegar a la pascana. En Polape hay
dos casas y pasto en el arroyo que viene para la quebrada.
Está situada al pie de la cordillera de este nombre y en línea entre la de San Pedro y Cebollazo. Aquí se puede muy
bien formar una población aunque su temperamento es demasiado frío para el cultivo del maíz y trigo, y
es probable
que aun la cebada no podrá madurar, pero su terreno es
bueno para pastos; su agua es de buena calidad, y en las
inmediaciones hay abundancia de unos matorrales llamados tola, que sirven para leña. En medio del camino de San
ta Bárbara para Polape, se pasa a otro dejándolo a la derecha que va directamente a la pascana Ascotán. Este tiene
13 y media leguas desde Santa Bárbara y
el de Polape 15 y media, pero en el primero no hay agua y en el segundo,
sí, por cuyo motivo ha sido preferido, a pesar del rodeo
que tiene.
De Polape a Ascotán, 9. Las primeras tres leguas de esta
jornada se caminan por quebraditas y lomas y trechos de
mal camino hasta volver entrar recto a Santa Bárbara,
que frente al pie de la cordillera de Pincullio, al Noreste
de San Pedro, y
desde esta unión se sigue por un camino
llano por el pie de Pincullio hasta bajar a un salitral de le
gua y media, el cual se pasa, y
a dos tercios de legua de la
orilla de éste, subiendo por una quebradita, se llega a la
pascana de Ascotán que está situada entre las dos cordilleras de este nombre. En Ascotán no hay agua ni casas, ni
tampoco hay lugar para construirlas, pero sí puede ponerse
una de posta, y es preciso llevar el agua desde la orilla del
salitral, que no es de muy buena calidad, pero tiene en las
lomas de la quebrada buenos pajonales y
bastante tola
para leña. En medio del salitral se atraviesa un camino que
va de Atacama para La Paz, por Oruro y Challapata.
De Ascotán a Tapaquilcha, 9. Saliendo de Ascotán, se
sube por el abra que forman las faldas de los dos cerros de
este nombre por un camino muy tendido, considerando
que este es el único paso de la cordillera. Esta subida tiene
una legua corta de la pascana y
la bajada de legua y media
desde la sima del agua hasta el primer salitral que se atraviesa; es aún más tendida que la subida, pero con el defecto
que tiene muchas piedras sueltas. Después de pasar por el
primer salitral se sube por una faldita y
se llega a una laguna que se deja a mano izquierda, siguiendo por su orilla
por un camino llano y
de buen piso. Al acabar éste, que es
a distancia de cuatro leguas de Ascotán, se sube una loma
escabrosa de donde se descubre otra laguna de bastante
profundidad y
redonda. Se baja hasta la orilla de esta y se
encuentra con un camino que va derecho para Colcha,
pueblo anejo de San Cristóbal de Lípez. Se deja este camino
llegando a la laguna y
se toma el de la derecha que va para
Tapaquilcha por pampas con algunas quebraditas secas
que se atraviesan. Más adelante de la laguna redonda, por
el camino de Colcha, hay otra laguna adonde se dirige y se pierde el arroyo de agua que corre por la pascana de Tapaquilcha, entre los dos cerros de la cordillera de este nombre.
Esta pascana tiene muy buena agua, excelentes pastos y
poca tola. Como está situada en medio de la cordillera, su
temperamento es demasiado frío, para que se pueda cultivar cosa alguna; sin embargo, hay toda comodidad para
una casa de posta.
De Tapaquilcha a Alota, 11. Saliendo de la pascana de
Tapaquilcha se sube por su quebrada hasta el origen de
ésta, desde donde se descubre una laguna que se halla entre
el camino y
el pie de un cerro de cordillera, llamado el Cerro
de la Laguna, llevando esta a la derecha se continúa el camino hasta llegar a la raya divisoria de las provincias de
Atacama y Lípez que corre inmediata a la orilla de la laguna, y sigue hasta el Norte hasta un punto de la cordillera
que llaman Ubina, en el cual se encuentran los límites de
las tres provincias de Atacama, Lípez y Tarapacá. A las
dos leguas y media de Tapaquilcha se llega a la quebradita
Lancara, que tiene buena agua, poco pasto y alguna leña;
media legua está más adelante la quebradita de Vizcuchillas
con los mismos recursos y sirve también de pascana. El camino al entrar y salir de ésta es escabroso; siguiendo para
Alota se llega a las cinco leguas a otro lugar llamado Oclincha,
en donde se puede hacer pascana. La entrada para este
punto es por una quebrada, cuya dirección es de poniente
a oriente, dominada por el Sur de unas grandes peñas, y por
el Norte de una loma, y en ella se halla uña hierba llamada
vizcachera, muy venenosa para las bestias. Al concluir la quebrada se llega a la ciénaga llamada Oclincha. Ocho leguas de
Tapaquilcha y tres de Alota, el camino generalmente es
bueno, pero tiene algunos malos pasos que impiden absolutamente la construcción de un camino carretero y las tres
leguas hasta Alota son por pampa de buen camino. El punto de Alota que en el día no tiene más que cuatro o cinco
chacras, ofrece muchas ventajas para la formación de un
pueblo, tiene en sus inmediaciones pastos abundantes,
bastante tola y
el río que viene por Vizcachillas y pasa por
Oclincha llega a este punto y entra a una ciénaga desplayada, que por cualquier parte de ésta se puede llevar el agua por acequia para el riego de los terrenos. Esta parte
de la pampa de Alota se llama el Prodeo, y dista cinco leguas del pueblo de Soza en dirección al Norte.
De Alota a Avilcha, 11. Toda esta jornada es de pampa
llana y
buen camino hasta Avilcha, donde se concluye la
pampa de Alota y se halla esta pascana al pie de unos cerritos
que la dominan por el Noreste. No tiene casa alguna;
pero, sí, pasto, leña y agua aunque esta no se encuentra en
mucha cantidad. Cinco leguas hacia el Norte de Avilcha
está el pueblo de San Cristóbal, capital de la provincia de
Lípez y
cabeza de Doctrina. Las únicas producciones que
tiene son sus minerales de plata. En esta jornada, a las seis
leguas de Alota, cruza un camino de arrieros que viene de
Salta, va a Colcha, e
igualmente a Pica y la costa.
De Avilcha al río de Santa Catalina, 11. Al salir de la pascana de Avilcha se sube por el cerro que está al frente y forma la ensenada donde se halla esta pascana. Desde su cima
se baja a un llano que a excepción de unas pequeñas subidas y bajadas (las cuales se explicarán en las pascanas donde sé ocurran) sigue hasta el pie de la cuesta de Manqui,
que está a 28 leguas de Potosí. La pascana del río Santa
Catalina desde el pie de la bajada dista 9 y media leguas.
En el intermedio, sobre la mano derecha, y a distancia de
dos a tres leguas del camino, hay algunas chacritas donde
se encuentran corderos y
a la izquierda se ven los cerros altos de San Cristóbal. Este río de Santa Catalina está formado del que pasa por Alota, uno que viene por la pampa
desde el pie de los cerros de San Antonio de Lípez y
de otro
que trae su origen un poco más al Oriente que el segundo
frente a las alturas de Esmoraca. Los tres arroyos se unen
en la pampa antes de llegar a la pascana, pasan por dicho
lugar y se pierden en una laguna o salitral a quince leguas al
Noreste de este punto. En esta pascana no hay casas pero,
sí, paredes de adobes en buen estado. El río corre aquí desplayado y
el terreno inmediato es cultivable, la situación
es aparente para una casa de posta. El camino de toda la
jornada es de arenal de buen piso y hay tola y paja en toda
la pampa.
Del río de Santa Catalina a Tinajas, 10 leguas. Continuando el camino para Tinajas se pasa el río y se sigue por
el lado izquierdo de un morro que está en medio de la pampa, y a la izquierda del camino se hallan los cerros que dominan el terreno llamado de Corregidores en donde hay
chacras. Aquí se une el camino que viene de Huatacondo,
Pica y la costa para Potosí. Desde Pica hasta este punto
de reunión hay 86 y media leguas, pasando por Huatacondo,
que dista 20 leguas de Pica y es anexo a esta Doctrina, como
lo son también Quillagua y Mamiña y Loa en la costa. La
primera chacra de Corregidores se encuentra a tres leguas
de la pascana del río, frente al citado morro, y media legua
retirada a la izquierda del camino recto. Antes de llegar a
Tinajas, la igualdad de la pampa es interrumpida por algunos cerros, a los cuales se empieza a acercar sobre la derecha del camino seis y media leguas del río. Legua y media
más adelante se pasa por una abra que está en medio de
éstos, llamada Puquios, y
en el día es la pascana que se suele
hacer entre el río y Amachuma, pero por no encontrarse
aquí más qué dos pozos de agua, algo mala y poco pasto,
han creído más conveniente adelantar la pascana hasta
Tinajas, que dista dos leguas de Puquios y tiene mejor pasto
y agua y
una casita. Al salir de Puquios, sigue el camino
por la derecha de los cerros por una pampa grande que llaman Pelada, por ser el terreno todo colorado. A la conclu
sión de ésta, a la dirección Noreste, se ve el cerro mineral
de Ubina, el de Chorolque al Oriente, y
un poco hacia el
Sur, el de San Vicente, a cuyas inmediaciones está el mineral de Portugalete. Tinajas está situado un cuarto de legua
a la izquierda del camino entre unos cerritos, y no tiene
más recursos que los referidos.
Tinajas a Amachuma, 5. El camino sigue por la pampa
Pelada llevando los cerritos a la izquierda tres leguas hasta
llegar a un terreno un poco quebrado. Antes de empezar
éste, cruza un camino que viene de Tucumán para Oruro
y
La Paz y
es el que transitan los comerciantes. Hay
otro camino a media legua antes de llegar a la pascana
de Amachuma que sirve para el mismo objeto. Toda esta
jornada es de buen piso, a excepción de la subidita al salir de la pampa, que es áspera pero corta y se empieza a encontrar trechos por donde es muy difícil construir camino de
ruedas. En Amachuma hay pozos de agua de dos pies de
profundidad que se hallan en el lecho de un río por donde
en años pasados corría bastante agua, y ahora está seco,
pero se puede tener suficiente para las bestias que transitan
y
dos o tres familias. Todas las inmediaciones del punto de
Amachuma tienen una faja fuerte de buen pasto y mucha
tola.
Amachuma a Agua de Castillo, 7 leguas. Esta pampa es
por pampa toda llana, de pasto y tola, pero sumamente árida y arenosa; tiene también algunas desigualdades imposibles de remediarlas para que pasen carros. A las cinco le
guas de Amachuma se pasa un lugar por donde antes corría un río y
en el día se encuentra agua en algunas partes
de él, pero no muy buena y en poca cantidad. A seis leguas
de Amachuma, se encuentra el camino que va de Ubina por
el lado derecho a Tola, pampa que dista cuatro leguas, y
de allí cruza el camino al lado izquierdo hacia el Norte. Una
legua más adelante, siguiendo el camino derecho, está la
pascana del Agua de Castillo, donde hay pastos, aguas y
leña, tiene una casita inmediata y
ofrece proporciones para
la construcción de una casa de posta.
De Agua de Castillo a Chiutaca, 7 leguas. Al salir de Agua
de Castillo, hay una legua de llano hasta Uchiuchaquilla
en cuyo punto se pasa el arroyo que viene de Tolapampa.
Desde Uchiuchaquilla se sube una cuesta corta y un poco
pendiente y
de su cima se continúa el camino media legua
por unos cerritos y se llega a una quebrada seca y se pasa
otra muy tendida que tiene dos leguas y media de buen piso
que conduce a la pampa Llallave de la cual se pasa una y
media legua de camino quebrado entre cerros, hasta llegar
a otra quebrada seca que se baja para llegar al río que viene
por una angostura desde Tomave, a distancia de dos leguas
del punto donde se pasa el río. Desde éste hasta la pascana
de Chiutaca, hay una y media legua de camino bueno para
bestias de carga pero intransitable para carretas. Chiutaca
está situada en una llanura o quebrada de una legua de ancho y tres de largo, forma ciénagas que dan muy buen pasto, y a pesar de no tener mucha leña inmediata, presenta ventajas para la construcción de un pueblo considerable; tiene
en el día entre 20 y
30 casitas esparcidas por las faldas y
pie de los cerros que dominan la ciénaga; dista dos y media
leguas de Tomavi, que es cabeza de Doctrina y
6 y media
de Tolapampa, que también es cabeza de Doctrina. Los
ríos que vienen de los minerales de Tolapampa y Tomave
que se pasan en esta jornada corren de Poniente a Oriente
hasta caer al río de Torocalpa, en el camino de Potosí a
Tupica y después se unen con el Cotagoita.
De Chiutaca al río Vicisa, 11. Saliendo de Chiutaca se
pasa al lado del Oriente de la ciénaga y se sigue el camino
por el pie de los cerros dos y media leguas hasta un punto
llamado Pasautaca, en donde hay casas, pasto, agua y leña.
De aquí se sigue por el lado derecho de un morrito que aparece al frente por un camino pedregoso de subida tendida,
atravesando arroyos de agua que forman siete cienaguitas,
cuya agua corre en la misma dirección que las de Tolapampa y Tomavi. A cinco leguas de Chiutaca, se encuentra una
loma por donde sube el camino y se continúa por su cima
media legua, bajando de aquí al pie de la cuesta de Mauque,
que dista 7 leguas de Chiutaca. Esta cuesta tiene un
cuarto de legua de subida y media de bajada; la subida es
de piso duro y pendiente, y la bajada es de arena fina, pero
de piso tan malo que llega ésta hasta las rodillas de las
bestias y tiene mucho declive. Después de pasar la cuesta
de Mauquí, sigue el camino por una pampa arenosa de pasto
y tola y
atravesada de trecho en trecho por arroyos de agua
que corren hacia el Oriente. A las dos leguas de Mauquí se
encuentra otra llamada Loja y tiene 700 pasos de subida
pendiente de una sola piedra y más de medio cuarto de legua
de bajada muy tendida y de buen piso; esta tiene una legua
y va poco a poco estrechándose tanto que es preciso tomar
la falda del cerro de la derecha por un camino de un cuarto
de legua muy malo y descompuesto hasta llegar al río de
Vicisa, que viene de Poniente muy encajonado entre los
cerros, y en tiempo de agua sólo es transitable por puente.
Llegando a este río se sigue por su orilla izquierda media
legua en donde se puede formar la pascana y
construir una casa de posta, porque ocultamente hay sembradíos de lanas y es fácil cultivar cebada, alfalfa en toda la orilla del
río. Esta jornada ofrece más dificultades que cualquier
otro trecho para la construcción de un camino de ruedas, y aun para poner en estado de transitar bestias de carga
es necesario mucho trabajo. A dos leguas de esta pascana
está el pueblo de Villoyo, situado en una quebrada honda,
media legua fuera del camino recto sobre la mano izquierda.
Del río Vicisa a Churata, 8. Desde la pascana se empieza
a subir por una quebrada seca y
honda que tiene una legua
de camino tendido y para salir de ésta se sube una cuesta
pesada de arena blanca. A 400 pasos de su cima, se encuentra con el camino que va para Villoyo, y
se sigue el camino
recto que va para Potosí, por bajadas y subidas hasta la
quebrada por donde corre el río Negro, cuya bajada es muy
escabrosa. Al salir de ella se toma por una pampa que tiene
dos y media leguas de buen piso y
se empieza otra vez el
terreno muy quebrado. Al concluir la pampa se descubren
a la derecha las casas de Chaquilla a una legua de distancia; entre éstas y
el camino, todo el campo tiene pasto verde
muy bueno. Chaquilla tiene seis leguas del río Vicisa y dos
y media de Churata. Esta pascana está situada en una quebrada un poco a la izquierda del camino; tiene agua, pasto
y leña en sus inmediaciones; hay dos casitas, actualmente
puede ponerse una de posta con comodidad.
De Churata a Cebadillas, 12. Saliendo de la pascana de
Churata que, como se ha dicho, está un poco a la izquierda
del camino, se baja a una quebrada que se llama de San
Juan y todo el paso de ésta, tanto de bajada como de subida, tiene el nombre de «Mal paso de San Juan», y va por una
piedra salida pero no resbalosa para ser de una sustancia
muy blanda. Después de llegar a su cima se atraviesa una
loma y se baja a otra quebrada llamada Quillcata en cuya
falda se halla una casita con pasto y agua. Quillcata tiene
una legua de Churata y
se sigue por la quebrada de este
nombre una legua más, hasta llegar a una abra que se sube
llamada Lupetambo, distante una legua del pueblo y mineral de Porco, que está a la derecha del camino. Desde esta
abra, se sigue por una pampita arenosa de un cuarto de legua hasta una quebradita. Se pasa ésta y se entra a la de
Agua de Castillo, donde ha habido un ingenio y existen todavía los edificios pero sin techos. El agua aquí es excelente
y hay pasto y leña en la quebrada. Subiendo el cerro que la
forma, que es muy empinado y largo, se llega sobre la falda
del cerro de Pacopaco, posición muy alta; se continúa el
camino por faldas, bajadas y subidas; del mal camino hasta
llegar al cerro y punto de Anco Apacheta, desde donde se
descubre hacia el Norte el cerro de Potosí. Siguiendo una
legua más adelante se divisa la quebrada honda Tocontaca
al frente y en la bajada hacia la derecha a medio cuarto
de legua distante están las casitas de Condumni. Se baja a
la quebrada y se pasa por la casa inhabitada de Tocontaca,
la cual dista siete leguas y media de Churata y cuatro,
y media de Cebadillos. Desde Tocontaca hasta Cebadillos,
el camino empieza por subidas largas y de piedra sólida,
después se atraviesa una loma y se llega a una pampa de
donde se baja por una cuesta muy empinada y de mal ca
mino hasta la hacienda de Cebadillos que tiene toda pro
porción para construir casas, aunque la leña se halla algo
distante. En el día, hay una casa nueva y
de bastante comodidad. Esta jornada tiene seis leguas de bajada, cinco de subida y
una sola legua que se puede llamar llana.
De Cebadillos a Potosí, 3. Este camino tiene una legua de
llano, un cuarto de legua de bajada y legua y tres cuartos
de subida, la cual en algunas partes es de piedra sólida y
muy empinada. La parte llana es de buen camino, quitándole las muchas piedras que tiene, y la parte quebrada se
puede reparar un poco, a fuerza de trabajo, para hacerla
menos penosa en el tránsito de muías de carga.
Suma total: 181 y media leguas.
CONCLUSIÓN
De todo lo dicho en las notas anteriores, que son una fiel
explicación de cuanto se ha observado en el terreno, resulta
que el puerto de Cobija es el más aparente para la introducción y extracción de efectos de esta República, pues, a pesar de que los territorios limítrofes por el Norte y
el Sur
han usurpado terrenos inmensos de las provincias de Atacama,
en los cuales se hallan los puertos de Loa y Paposo,
no son tan útiles éstos como el de Cobija; porque el de Loa
tiene muy mal fondeadero, mala calidad de agua y escasez
de pasto y leña, y
el de Paposo tiene el inconveniente de la
gran distancia por travesías de desiertos que hay desde
él hasta el punto de Chiuchiu y Santa Bárbara, que es donde
se reúne su camino para la capital de Potosí. Pero mejor
que todos estos y
el puerto natural de Potosí, Oruro y La
Paz, es el de Arica, y es probable que pueda conseguirse de
la República del Perú a mucho menos costo que el que ocasionaría poner el de Cobija en estado de utilidad y seguridad, y perfeccionar o mejorar el camino desde este puerto
a la capital de Potosí. Se ha calculado la cantidad de 117
mil pesos para el trabajo de surtir el puerto de agua, pero
no se ha hablado del importe de la construcción de la batería, que es indispensable para la protección del camino.
La cual para 6 piezas de a 24, trabajadas con perfección,
se ha calculado tenga 12,000 pesos de costo. La aduana y
sus alcances correspondientes causará un gasto conforme a
su capacidad, pero en atención a que las maderas han de
venir de fuera se ha calculado que su importe será de 20 a
30 mil pesos.
El proyecto de formar un camino carretero desde el puerto hasta Potosí es absolutamente impracticable según se ha
demostrado en el detalle del itinerario, pues los cerros que
se encuentran al salir del puerto, al pasar de Culupo, al
llegar al río de Loa, en Chacance y Aguacate, una quebrada
que hay entre este punto y Calama, dos malos pasos entre
Calama y Chiuchiu, el paso del río Miño, otras dos quebradas entre este punto y la cordillera, la jornada desde
Tapaquilcha a Oclincha que está sumamente llena de quebradas, la subida al salir de la pascana de Avilcha, el terreno que hay entre Agua de Castillo y Chiutaca y todo el
camino desde el río Vicisa hasta Potosí, son obstáculos in
vencibles que impiden su construcción, por cuyo motivo se
omite calcular el gasto que causaría. Teniendo en consideración que el Gobierno, indispensablemente, debe emplear alguna cantidad en la composición del camino que actual
mente existe, a fin de hacerlo transitable para mulas de
carga, se ha calculado la siguiente suma de los gastos que
causará esta operación:
Desde Potosí a Cebadillas para componer las bajadas, pasar de las quebradas y quitar las piedras sueltas que hay en estas tres leguas, necesita $ l.200
De Cebadillas a Churata 12 leguas, a $ 400 una legua con otra 4.800
De Churata al río Vicisa hay 6 leguas de distancia; pero el camino está malo, se necesita para su composición, $ 8.000 y a más 1.000 para construcción del puente 9.000
Desde el río Vicisa hasta Chiutaca hay once leguas en la composición de la ladera al salir del río, las cuestas de la Laja y Manqui y quitar las piedras al resto del camino 3.000
De Chiutaca a Agua de Castillo, que hay siete leguas, se pueden invertir en componer las cuestas 1.000
De Agua de Castillo hasta Alota, un trecho de 25 leguas, no necesita más que limpiarlo, lo que con 50 pesos por legua se hace regularmente 2.600
De Alota hasta Tapaquilcha, que hay 11 leguas, se encuentran malos pasos aunque todos transitables, y costará una legua con otra $ 70 770
De Tapaquilcha hasta Ascotán, hay 9 leguas de buen camino y se pondrá en mejor estado, quitando todas las piedras sueltas que hay en el paso de la cordillera 500
Desde Ascotán hasta la bajada del río para llegar a Aguacate hay 43 leguas y el camino no necesita de composición más que en las bajadas de Polape y de Aguacate, que podrá hacerse con 500
El paso del río en Chacance es bueno, como igualmente todo el camino hasta el puerto de Cobija que tiene 24 leguas y se compondrá con 900
$ 24.270
RESUMEN GENERAL DE GASTOS
Trabajo en el puerto para surtirlo de agua $ 117.000
Construcción de una batería en el puerto 12.000
Casa y
almacenes de aduana 30.000
Composición de todo el camino 24.270
Construcción de 19 casas de posta 19.000
Suma total de gastos $ 202.270
Todos estos gastos se han calculado teniendo presente la
escasez de fondos en que está el Estado en el día; pero si
aun de este modo parecen todavía muy exhorbitantes, se
puede economizar más de la mitad de la cantidad total, dejando por ahora, como se ha dicho, la empresa de la zanja,
pues con el tiempo se irá perfeccionando toda la obra siempre que se impendan algunos gastos anuales para mejorar
de cuyo modo serán imperceptibles. Sin embargo de esto
sería también muy conveniente tomar algunas medidas para
proveer de muías estos puntos y
dar desde luego impulso
al camino, en cuyo supuesto se considera muy del caso que
se introduzcan a las provincias de Atacama y Lípez 3,000
mulas compradas de cuenta del Estado, y se repartan a los
arrieros, fiadas, contratando con éstos el pago de dos pesos en cada viaje que hagan desde el puerto hasta la capital, y
de este modo se efectuará la compra de cada mula en
cinco viajes, calculando su valor en 10 pesos, y los comerciantes tendrán este alivio para la pronta conducción de sus
efectos. Hay cuatro puntos en el tránsito que ofrecen ventajas para manutención de estas mulas, y son las lomas de
Cobija, las ciénagas de Calama, Alota y Chiutaca, lugares
también aparentes para la construcción de pueblos.
—
Chuquisaca,
4 de Enero de 1826.
(Firmado) El Coronel Ayudante General de E.M.G. Francisco Burdett O'Connor.
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Texto publicado en la Revista Chilena de Historia y Geografía, tomo LVIII de 1928 n° 62
Saludos
Jonatan Saona
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