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21 de marzo de 2018

Luis C. Martínez

Luis Cruz Martínez
Don Luis Cruz Martínez
Subteniente del Chacabuco

I.
Luis Cruz Martínez, el más temerario de los combatientes de La Concepción, fue hijo de un misterio, pero desde la edad de dos meses le crió en Curicó como madre adoptiva doña Martina Martínez de Franco, i esto es todo lo que de su ignorada cuna se sabe.

De su escuela dice uno de sus compañeros de aula lo que sigue, casi tan vago como su cuna:

"Al estallar la guerra, estudiaba el cuarto año de humanidades en el liceo de este pueblo, siendo d alumno más aventajado con que contaba ese establecimiento. Vasta memoria, intelijencia despejada, aunque demasiado tierna, i conducta ejemplar, eran las prendas que auguraban al joven estudiante un porvenir seguro i un sólido bienestar a su familia.

“Una larga lista de premios confirma lo que dejamos apuntado.

De su virtud, dejó él mismo noble memoria, porque cuando ascendió a cabo dispuso en favor de su madre adoptiva i desvalida una mesada de ocho pesos, i cuando ascendió a subteniente subió el precio de su gratitud a treinta pesos, los dos tercios de su haber.

En cuanto a su valor, había peleado como sarjento en Chorrillos i días antes de morir soñaba con nuevas batallas,

"Por acá,—escribía desde Jauja a Chile el 3 de julio,— se corre con mucha insistencia que iremos al departamento de Arequipa; el ejército lo desea i está que se muere de ganas de ir cuanto antes. Yo estoi mui contento con la noticia. Así como salvamos en el Manzano, en San Juan i Miraflores, podemos salvar, si Dios quiere, en Arequipa. Iré, pues, con muchísimo gusto al encuentro de los enemigos de Chile."

II.
Según todas las noticias recojidas, inclusas las auténticas del Estado Mayor Jeneral, el subteniente Cruz peleó i murió con imponderable bravura, reconocida i acatada por sus mismos feroces inmoladores. Su tierno cadáver fué encontrado en medio de la plaza, en el sitio que los pueblos elijen para el zócalo de sus héroes; i hai constancia de que, reconociéndolo los montoneros desde los balcones de la casa de Valladares, situada frente al cuartel en la plaza de La Concepción, i que él solía visitar, gritábanle a voces que se rindiera; i el sublime mancebo, blandiendo la espada con su brazo ya herido por dos balas, los denostaba de cobardes i asesinos, hasta que, despedazado literalmente por el plomo, cayó en el lugar maldito.

El subteniente Cruz había sido en el Curicó el ayudante favorito del bravo i olvidado Olano, i hoi está visto que él no sólo le enseñó a pelear sinó que le enseñó a morir.

III.

Era el subteniente Cruz al comenzar la guerra niño de tan tierna edad que apenas podía alzar su rifle a la altura del hombro, i era de estatura tan pequeña i endeble que cuando comenzó a militar como clase en el rejimiento Curicó, dábánle sus camaradas humorísticamente el nombre de "el cabo Tachuela"; pero su alma grande sobrepasaba por cien codos su niñez i su estructura física, i así quedó probado.

IV.

Los peruanos mismos deponiendo su animosidad declararon que en diversas peripecias del combate ofreciéronle la vida desde la ventanas de la casa ya mencionada de los Valladares, de cuya familia era amigo.

Pero el inflexible niño a cada grito de misericordia de sus enemigos respondía blandiendo su espada en un grito bravio i osado reto haciendo recordar en miniatura a Cambronne i su dicho en Waterloo.

El subteniente Cruz fué encontrado medio a medio de la plaza de La Concepción con sus manos destrozadas por un pertinaz combate sostenido al arma blanca.

I a la verdad, inspiraron a sus propios exterminadores tal respeto la incontrastable resolución i el valor indomable de los setenta i siete chilenos de La Concepción, que aún muertos los últimos, aquéllos huyeron, cosa que ellos mismos cuentan en sus boletines, i forma un elojio incomparable para "los exterminados"

El Congreso Nacional reconoció por un acto esplícito el heroísmo de los combatientes de La Concepción, otorgando los sueldos íntegros de los oficiales muertos a sus madres (1883), sin excluir la madre adoptiva que recibió un año más tarde una pensión vitalicia por haber "educado a un héroe."


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Texto e imagen tomado del Álbum de la gloria de Chile, Tomo II, por Benjamín Vicuña Mackenna

Saludos
Jonatan Saona

2 comentarios:

  1. Perú y Bolivia firmaron en secreto una alianza militar, Argentina también quería invadir a Chile, finalmente vencimos a todos.

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  2. "Finalmente vencimos a todos". No registro yo antecedente alguno de que se haya vencido a Argentina. Aún.

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