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| Batallón Aroma |
Al señor Ministro de la Guerra
La Paz, julio 7 de 1880
S. M.
Habiendo quedado herido en la ciudad coronel Ildefonso Murguía, Comandante General que ha sido de la Division reserva del costado derecho, el día de la batalla, en el campo de la batalla y creyendo de mi deber como 1° Jefe del extinguido Batallón Aroma. N° 4 dar conocimiento a ese Ministerio, de las operaciones de los Batallones "Alianza N° 1°" y "Aroma N° 4" que componían la División reserva, el parte adjunto enterará al señor Ministro.
Además séame permitido, en obsequio a la verdad y en el cumplimiento de mi deber, recomendar ante el Jefe del Estado, por el digno conducto del señor Ministro, la abnegada y digna conducta que han observado durante la batalla los señores Jefes y Oficiales de los Batallones Alianza y Aroma.
Oportunamente elevaré a ese Ministerio la relación de los señores Jefes y Oficiales de ambos cuerpos, con expresión de los muertos, heridos y los que han quedado en la Ciudad de Tacna.
Con este motivo, me es grato ofrecer al señor Ministro mis consideraciones de alto respeto.
Dios guarde a U. S.M.
Balbino D. Medina.
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Ministerio de a Guerra. -La Paz, julio 7 de 1880.
Publíquese por la prensa.
Salinas
Parte de las operaciones de la Division reserva, compuesta de los Batallones "Alianza N° 1" y "Aroma N° 4" en la jornada del 26 de mayo, en el campo de la Alianza.
Destinada la Division como reserva del ala derecha del Ejército, formó en el sitio que le fué designado, al toque de "Jenerala" que se dejó oir en el campamento a las 7 a. m.
A las primeras bombas que cambiaron nuestras baterías del ala izquierda, con las de la derecha del enemigo, el enotusiasmo en la División se inflamó de una manera general, todos prorrumpieron en estrepitosos vivas a la "Alianza, al Perú y a Bolivia." Los Jefes y Oficiales recordaban sus deberes a la tropa, éstos pedían a los unos y a los otros que los condujeran al terreno del honor.
A las 9 a. m. un ayudante del E. M. G. comunicó una órden al Comandante General coronel Ildefonso Murguía, éste a su ves mandó la Division ganar terreno por el flanco izquierdo; se verificó este movimiento, hasta que llegó la Division al punto donde se hallaba el costado izquierdo del centro del Ejército, alli demandó alto y frente. En disposicion de columnas paralelas la Division descansó cerca de una hora (siempre a retaguardia de la línea de batalla). Una nueva órden del E. M. hizo que la Division tomase otra vez al costado derecho hasta la altura del Escuadron Murillo, que formaba en el segundo puesto que la Artillería Boliviana con una sección ocupaba el 1°; al llegar la División al punto citado, se escucharon las detonaciones de la fusilería en el ala izquierda; entónces el entusiasmo fué mayor, en todos los rostros se pintaba la alegría, pues que el combate era ya ineludible. Los Oficiales de uno y otro cuerpo se estrechaban la mano fraternalmente, señalando el campo donde luego tendrían la ocasión de lucir su patriotismo. A las 2 p.m., otra órden comunicada al Comandante General llevó a la Division al sitio donde antes se hallaba. La tropa llegó fatigada, pero siempre entusiasta; mas, su entusiasmo se cambió en furor al ver que el batallón "Victoria" (Peruano) tomaba la fuga en un desórden espantoso.
Nuestra tropa ébria de furor, como se ha dicho, al frente de tamaña infamia, quiso romper sus primeros fuegos sobre los cobardes que abandonaban el campo del honor, mas mis órdenes y la actitud enérjica de la Oficialidad de ámbos cuerpos, contuvieron a la tropa que no pudo ménos que hacer escapar uno que otro tiro.
Dada la órden de avanzar sobre el enemigo, se hizo en la disposición de batalla con un furor indefinible. El choque que fué terrible, ni los órdenes del Comandante General ni los gritos de los Jefes de cuerpos, pudieron contener a la pequeña Division que cual torrente se precipitaba sobre las innumerables huestes enemigas que en columnas cerradas ganaba terreno sobre los nuestros; mas de una hora de desigual combate se sostuvo con ventaja de nuestra parte. Cuando la tenacidad del combate se hacía cada vez mayor, una división de caballería enemiga nos destruía de retaguardia. La tropa se diezmaba instantáneamente —en ese momento fueron heridos el Comandante General de la Division y 1.° Jefe del batallón "Alianza" coronel Ildefonso Murguía, el Teniente coronel 2.° Jefe Felipe Ravelo, el Teniente Oscar Pinto del Batallon Aroma, y varios otros oficiales.
Entónces la retirada se hizo forzosa, se mandó formar grupos en retirada y se verificó ésta rompiendo la línea de enemiga. Al llegar a la altura que domina la ciudad de Tacna, los pocos soldados que salvaron, quedaron confundidos entre los dispersos de los cuerpos del ála derecha.
La Paz , julio 7 de 1880
Balvino D. Medina.
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Registro Oficial de la República de Bolivia, Año I, n° 43, La Paz, 3 de agosto de 1880
Saludos
Jonatan Saona
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