Estanislao del Canto |
(Texto tomado de sus Memorias Militares)
"Estando yo convencido que no daba resultado alguno la circular que pasé a los jefes de las distintas comunidades y que, por el contrario, cada día se manifestaban ellas más hostiles, principalmente las poblaciones que estaban del otro lado del río Huancayo, que habían cortado todos los puentes y que día y noche no cesaban de insultar a nuestros soldados, desafíándolos y dándoles epítetos irritantes, me convencí de que era preciso darles una batida general a fin de escarmentarlos convenientemente. En consecuencia, el día 18 de abril me propuse habilitar el puente de cimbra de la Marejada (Mejorada), para lo cual mandé un piquete de 25 hombres del 2° de línea, para proteger a unos 20 hombres del Lautaro que debían componerlo.
Desde temprano principiaron estos últimos la faena, pero los insurgentes, desde la orilla opuesta y ocultos entre los matorrales y guarnecidos por algunas pircas, hacían fuego sobre la tropa, de lo que resultaron dos muertos y algunos heridos. Entonces hice venir dos piezas de artillería de montaña y ordené colocarlas en un morrito muy conveniente para despejar el frente. Llegaron las piezas y con eficacia barrieron el frente a una distancia de 2 ó 3 kilómetros; pero los artilleros no se escaparon de ser ofendidos por el enemigo...
Hicimos la prueba de sentar un soldado en el aro del cable de cáñamo con su fusil en la mano, y con una pieza o cordel tiraban el cabo y el soldado del Lautaro, y de nuestra parte se iba dando soga a otro cordel que también iba pendiente del grueso cable de cáñamo. Pasó el primer soldado sin la menor novedad y un “Viva Chile” se oyó de los concurrentes. En seguida empezó a pasar el resto de la tropa, y en menos de una hora ya teníamos más de 60 hombres al otro lado. Se hizo pasar sucesivamente dos compañías del 2° de línea y luego un escuadrón de caballería que buscó vado frente a Chongo; y en el resto del día se trabajó en componer definitivamente el puente, lo que no se alcanzó a ejecutar; pero al día siguiente; muy temprano ya estuvo listo...
Resuelto ya a dar una batida general a los indios de la otra banda del río, el día 19 de abril envié al señor Coronel don José Antonio Gutiérrez las instrucciones que siguen:
“Desde ayer tenemos tropas del otro lado del puente Mejorada; y por el vado en frente de Chongos, pasaron tres compañías del 2° y los únicos 30 carabineros que hay en ésta. Todas estas fuerzas fueron mandadas por el Comandante Barahona, y en su trayecto hasta juntarse con el Lautaro, que es la tropa que está al otro lado del puente, han batido a los montoneros, dejándoles no menos de 200 muertos.El día 23 se emprendió la batida por tres puntos: el Coronel Gutiérrez, partiendo desde Jauja, se venía por la ribera sur del río, agua abajo; el Comandante Barahona vadeó el río en frente de Chongos y se fue también por la ribera sur del río, aguas arriba; y el Coronel Robles, pasó por el puente de la Mejorada, que ya se había reparado, pues debía marchar muy lentamente para esperar que se le uniese el Comandante Barahona y seguir después hasta encontrarse con el Coronel Gutiérrez.
Como estos pueblos se muestran siempre rebeldes, es conveniente escarmentarlos completamente.
Con el fin de hacer más eficaz el castigo, creo necesario que US., con la tropa de infantería de su mando, 100 carabineros y las dos piezas de artillería, emprenda su marcha por la otra banda, castigando a los pueblos según el grado de hostilidad que asuman contra nuestra tropa. Creo que el objeto se llenará, si parten las expediciones hasta encontrarse a medio camino.
Si la división de US. no tuviese puente expedito para pasar, creo que no sería difícil buscar un vado para ejecutarlo a la grupa de la caballería, máxime cuando las tropas de Barahona han podido hacerlo en frente de Chongos.
Sírvase disponer que el exceso de caballería que hay en esa, se ponga en marcha para esta plaza, pues la división no podrá marchar desde aquí, sin tener más caballería; y por lo tanto, creo que no podrá moverse antes del viernes 21.
La división que deberá quedar en Jauja la graduará US.
Para los efectos de los víveres que necesita la tropa de su mando, US. los exigirá del alcalde municipal.
Repito que dejo a la consideración de US. la gravedad del castigo, que más o menos deba hacerse a los pueblos, según su hostilidad; pero recomiendo a US. que todo montonero que sea tomado con armas y que haga hostilidad a nuestras tropas sea inmediatamente fusilado.
Dios guarde a US
E. del Canto''.
El parte que de esta jornada pasé al señor Coronel Jefe del Estado Mayor General es el siguiente:
“Mayo 3 de 1882 .- N.° 161.
Con motivo del levantamiento general de todas las poblaciones situadas en la parte occidental del río Huancayo y como este levantamiento era una hostilidad directa para la división de mi mando, por razón de que los recursos de víveres tienen allí su puente, dispuse formar pequeñas divisiones para que operasen contra los pueblos rebeldes, tanto para castigar la rebelión, que según me decían tenía por origen la contribución de víveres, como porque manteniéndose rebeldes los pueblos, la situación de nuestras tropas era por demás desagradable.
Efectivamente, se organizaron tres divisiones que debían internarse en la banda revoltosa por Jauja, puente de la Mejorada y vado de Chongos; la primera era mandada por el Coronel graduado don José A. Gutiérrez, y se componía de 4 compañías del 3° de línea, una compañía de Carabineros de Yungay y dos piezas de artillería. La segunda, que se internó por el puente de la Mejorada, era mandada por el Coronel don Eulogio Robles, y se componía de 4 compañías del Lautaro, dos piezas de artillería y un escuadrón de caballería, y la tercera, que pasó por el vado de Chongos, la mandaba el Teniente Coronel señor don Manuel R. Barahona y se componía de tres compañías del 2° de línea y una de caballería.
Se ha expedicionado incesantemente durante diez días, sosteniendo combates con los pueblos sublevados y haciendo marchas forzadas para conseguir la completa dispersión de los grupos de montoneros.
Después de 10 días de excursión, cábeme la satisfacción de anunciar a US. que todos los pueblos se han pacificado, y parece que continuarán tranquilos y obedientes a sus autoridades, pues todos ellos, con excepción de Chupaca y Chongos, que están desiertos, han remitido actas en que piden perdón y aseguran vivir en paz.
El pueblo de Chupaca fue el más rebelde y hostil, y fue indispensable demoler las habitaciones de los principales cabecillas, para ejemplo y escarmiento de otros pueblos.
En el paso del río y en los diferentes combates que ha habido, se ha tenido la desgracia de perder seis hombres y ocho heridos.
Según los partes que en su original acompaño a US, el número de indios y montoneros muertos asciende a un número de 200 a 300, sin que se pueda precisar este número fijamente. El día 19 del pasado, día en que empezamos a operar, fue tomado con armas en la mano, el jefe de una división montonera titulada “Libertad” en unión de sus dos ayudantes. Los tres fueron puestos a la disposición del Tribunal militar y después de su juzgamiento se les fusiló en una de las plazas de esta ciudad. El nombre del jefe era don Vicente Samaniego y sus ayudantes Enrique Rosado y Tomás Catarro.
El señor coronel Robles hizo prisioneros a los SS. Ramón Padilla, Emiliano Hurtado, y 5 individuos más, por creérseles complicados como montoneros. Todos ellos han sido puestos a la disposición del tribunal militar para que sean juzgados con arreglo a la ley.
También ha traído la división del señor Coronel Robles setecientos animales vacunos de todas las edades y como ocho mil ovejas; y la división misma recogió de los montoneros 21 cargas de azúcar, 4 sacos de arroz y 10 barriles de licor. La división del coronel Gutiérrez trajo 146 animales vacunos y 86 ovejas, como igualmente 8 sacos de arroz y 6 barriles de manteca.
Durante las operaciones de las divisiones han caído en nuestro poder dos rifles Peadbody, dos rifles Winchester, dos escopetas, dos carabinas de distintos sistemas, un fusil de chispa y varias lanzas.
De los animales traídos se está sosteniendo la división de mi mando .
Dios guarde a US .
E. del Canto”.
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Texto tomado de las "Memorias Militares de Estanislao del Canto", Santiago 2004
Saludos
Jonatan Saona
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