Comandancia Jeneral de la 1.a División Naval.
A bordo del «Huáscar», al ancla, Arica, Julio 25 de 1819.
Excmo, señor Jeneral Director de la guerra.
—Excmo. señor:
En armonía con las instrucciones i órdenes que recibiera de V.S. para buscar i hostilizar al enemigo en las costas del Sur, junto con la corbeta Unión i al mando de ambos buques, tengo el honor de elevar al conocimiento de V.S. el presente parte sobre el resultado de mi comisión.
El 17 del corriente a las 3 h. A. M. zarpamos del puerto, después de haber convenido con el jefe de la 2° División Naval, capitán de navío don Aurelio García i García, los mejores medios para llenar nuestro cometido. Navegamos bien separados de la costa a una distancia tal, que no pudiéramos ser vistos por los enemigos.
A las 12 h. M. pasamos por frente de Pisagua i a las 5 h. P. M. por Iquique.
A las 9 h. A. M. del día 18 reconocimos al Norte de Mejillones de Bolivia un buque de vela que resultó ser la barca inglesa Lady Vorc de Veré, que cuatro días ántes había zarpado de dicho puerto con un cargamento de huano con destino a Liverpool. Este buque obtuvo algunos datos acerca de los trasportes enemigos.
—Continuamos en demanda del puerto de Antofagasta, i al encontrarnos a ocho o diez millas de la punta de Tetas, se avistó un vapor hacia la, cuadra de babor que llevaba un rumbo opuesto al convoi. Inmediatamente ordené que la Unión fuese a reconocerlo, mientras yo hacia lo mismo pegándome a la costa. Como el vapor se asemejara al buque enemigo Abtao, activé la persecución, i a las 4 h. P. M. entré al puerto puerto de Mejillones, siguiendo sus aguas, i resultó ser la cañonera Hugon de la marina de guerra francesa que venia en viaje de Coquimbo. Nuestro inevitable arribo al puerto ya indicado frustró el primitivo plan, porque supuse, i con fundamento, que de allí se comunicaría por tierra a Antofagasta nuestra llegada, como pasó en otra ocasión. Por tal motivo desistí de mi propósito i resolví continuar el viaje a las costas de Chile.
En las primeras horas del dia 19 i a veinte i tantas millas de tierra, encontramos varios buques mercantes de vela. Mientras yo reconocía algunos de ellos, ordené que hiciera lo mismo la Unión con el que tenia mas próximo. Del examen efectuado por la corbeta, resultó que el buque era la fragata Adelaida Rojas, cargada de carbón chileno, i que enarbolaba indebidamente la bandera nicaragüense, i se le despachó al Callao para que fuese juzgada por el tribunal respectivo con dotación de la misma corbeta.
En la mañana del 20 i frente a Chañaral, se capturó por la Unión el bergantín E. Saucy Jack, cargado de cobre i en las mismas condiciones del anterior buque, por lo que se le despachó al Callao con igual objeto. Como en estos momentos salia de Chañaral con destino a Caldera el vapor inglés Santa Rosa, mientras yo reconocía el puerto ordené a la Unión que continuara inmediatamente su marcha al referido puerto para llegar antes que el vapor i ver si se podia capturar algún trasporte enemigo. Una vez en el puerto notifiqué al jefe militar de la plaza que iba a proceder a la destrucción de las lanchas, haciéndole responsable de las represalias que pudiera tomar en caso de que se me hostilizara. Así se hizo con todas ellas, sin que se opusiera la menor resistencia.
A las 2 h. P. M. zarpé con rumbo a Caldera i a las 5 h. P.M. encontré en la boca del puerto la Unión. Media hora después penetré en la bahía, siguiendo poco después mis aguas la corbeta, sin que ninguno de los fuertes o baterías nos hiciera fuego, sin embargo de habernos colocado a su alcance. Después de tres horas, esto es, a las 8 h. 30 m. P. M., zarpé de Caldera con rumbo al Sur, sin que hubiéramos encontrado en este puerto ningún buque enemigo.
En la mañana del 21 entré a Huasco i, como en Chañaral, destruí todas las lanchas, mientras igual operación practicaba en Carrizal Bajo la Unión. A las cinco de la tarde entré también a este último puerto para salir media hora después de haberlo reconocido. Al siguiente día volví por segunda vez a Chañaral i saqué a remolque la barca nicaragüense Adriana Lucia, cargada de cobre, i que por encontrarse en condiciones análogas a las anteriores, fué remitida al Callao al mando i cuidado de un oficial, dos guardia-marinas i ocho marineros de este buque. La corbeta entró en la misma tarde al puerto Pan de Azúcar i rompió todas las lanchas que allí existían. El resto del día pasó sin que ocurriera ninguna novedad importante, hasta las 8 h. P.M., que encontramos un vapor que, reconocido, resultó ser el Chala, de la Compañía Inglesa de Vapores, que había salido de Antofagasta con destino a Caldera el día anterior. Nos comunicó que se encontraba en dicho puerto el trasporte chileno Itata, en el que había llegado últimamente de Valparaíso una comisión compuesta de varios jefes del ejército i presidida por el Ministro de Estado don Domingo Santa María.
En la tarde se le dio el rendez-vous al comandante García i García para que amaneciera con la Unión, de 20 a 25 millas de Antofagasta, para operar ambos sobre este puerto. A las 6 h. A.M. del 22, pocas millas al Sur del puerto ya nombrado, descubrí en el horizonte, hacia el Norte, dos humos, e inmediatamente ordené se diera todo el andar al buque, pues suponía que alguna nave perseguía a la corbeta, o que ésta daba a caza a un trasporte.
Una hora después pudo ver que se efectuaba lo último i goberné a cortarle la retirada al trasporte. La corbeta, merced a su rápido andar i hábil manejo, acortaba la distancia visiblemente. El buque enemigo, que al principio huía al Norte, i después al N.O., encontrábase acosada en su fuga por los nuestros, que estrechaban la distancia instante por instante. La Unión le hacia al mismo tiempo algunos cañonazos con las piezas de menor calibre. A las 10 h. 15 m. a.m., encontrábase el Huáscar a tiro de cañón, i disparó por vía de intimación una de las piezas de a 300, cuyo proyectil pasó por sobre la proa del trasporte.
Preparábame a hacerle un segundo tiro, cuando el Rímac enarboló en su palo trinquete la bandera blanca: estaba rendido. Inmediatamente llegué a su costado i mandé botes, con oficiales, soldados i tripulantes, para recibir el buque, nombrando al mismo tiempo como comandante provisorio de dicho trasporte al capitán de fragata graduado don Manuel Melitón Carvajal. A su bordo venia de trasporte el escuadrón "Carabineros de Yungai," fuerte de 258 plazas, inclusive 15 individuos entre jefes i oficiales. Este cuerpo viene al mando del teniente coronel Búlnes. En el Rímac han venido también 215 caballos, una gran cantidad de carbón, armamento, proyectiles i otros artículos importantes de guerra, cuyo inventario se está actualmente haciendo i que remitiré oportunamente a V.E. El rol de los prisioneros tomados en el Rímac es el que tengo la honra de adjuntar a V.E. La caza duró cerca de 4 horas, i a consecuencia de los proyectiles de la Unión, murió un soldado i salieron cuatro heridos, todos ellos del escuadrón de "Carabineros de Yungai." Se ordenó también que de a bordo de la Unión pasasen al trasporte otros oficiales i tripulantes. Asimismo varios de los prisioneros fueron trasbordados a este buque i a la Unión. Entre los prisioneros se encuentran: el teniente coronel don Manuel Ruines, el sarjento mayor don Wenceslao Búlnes, el capitán del buque don Pedro Lautrup i otros varios. El capitán de fragata don Ignacio Luis Gana, con varios otros, pasó a la Unión.
En el resto del viaje hasta este puerto, en el que he fondeado hoi a las 9 h. 30 m. a.m., no ha ocurrido nada de importante. Al concluir permítame el honor de felicitar a V. E. i al país por el triunfo moral obtenido sobre el enemigo, arrebatándole en noble lid uno de sus mas importantes trasportes, como asimismo, uno de los mejores cuerpos que componen su ejército.
Todo lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V.E. a fin de que se digne conceder su aprobación a los procedimientos de que doi cuenta. Tan luego como remita su parte el comandante García i García, tendré el honor de remitirlo a V.E.
Dios guarde a V.E., Excmo. señor.
—MIGUEL GRAU.
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Saludos
Jonatan Saona
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