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2 de marzo de 2014

A la juventud

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A la noble juventud paceña.

El incalificable atentado con que Chile acaba de escandalizar al mundo libre e independiente de Colón, profanando el suelo bendito de la patria de nuestros padres, de esta patria querida de nuestros hijos; el cobarde asalto de nuestros bogares, de nuestra fortuna y de nuestra honra, ese crimen, ciudadanos, nos ha agrupado en torno de nuestro hermoso pabellón, para defender la soberanía nacional, vilmente escarnecida por los miserables piratas del Pacífico.

El pueblo de Murillo, este pueblo siempre noble y siempre grande, ha levantado su voz prepotente para vengar con su sangre el bárbaro ultraje inferido a Bolivia y a la América entera. La esplosión del patriotismo, que ha conmovido, que ha electrizado todos los corazones, tiene ahora que manifestarse mas elocuente, tiene que realizarse en el hecho.

Unificado el sentimiento pátrio, sepultadas en el olvido todas nuestras disensiones políticas del pasado y del presente, hemos jurado ante Dios, que velará por la santa causa de un pueblo libre e independiente.

Pues bien.
Valientes y abnegados jóvenes, vosotros que representáis la patria de mañana, tenéis que cumplir, los primeros, ese solemne juramento. Debéis sellar con vuestra sangre la autonomía de Bolivia. Ese es el legado que habéis recibido del primer protomártir de la independencia americana.

Os invitamos pues, con la ardiente fé de nuestro patriotismo, para organizar inmediatamente un Escuadrón de voluntarios, que con el nombre de Murillo marche a la vanguardia del ejército y del pueblo armado. Para este fin estaremos reunidos el día de mañana, horas 2 p. m. en el local de la oficina de correos, calle del Comercio.

Arriba, ciudadanos!
O nuestra hermosa tricolor ha de flamear triunfante sobre nuestros lares, o ha de ser nuestra mortaja mas gloriosa.

La tumba o la patria.
Paisanos, amigos, vamos a vencer o morir. No hai otro camino que el de la gloria.

¡Viva Bolivia!
¡Viva nuestra independencia!

Fuego a los chilenos, fuego a los cobardes invasores de nuestro suelo!

Dios y la Patria nos han señalado el camino del deber, Dios y la Patria nos bendecirán en la victoria o en la muerte.

La Paz, marzo 1° de 1879.

A. Quijarro, Pedro García, Juan Saravia y Espinosa, Severo Mátos, Martin de La Viña, Emeterio Gonzáles, José Nicolás Burgoa, José Víctor Pérez, Manuel B. Mariaca, Fernando .E. Guachalla, Jenaro Zapata, Manuel V. Ballivián, Vicente López, José María Eizaguirre, Flavio López, Demetrio Muñoz, Fermín Prudencio^ Enrique de La Viña, Z. Saavedra, Inocencio Balanza, Zenon Cortadellas, Francisco Mariaca, Daniel del Castillo, Justo Prudencio, Rodolfo Galdo, Samuel Valverde, José Guillen, Federico Cabrera, Olegario Muñoz, C. Adolfo Monasterios, Ricardo de La Riva, Benjamín de La Riva, Enrique Cortadéllas, José G. Crespo, A . Duran, José G. Gonzáles, José M. Goitia, José Belzu, Valerio Loza, Zacarías Blanco, Joaquín Espinosa, Elías Jiménez, José Monje, José B. Calderón, Cupertino Arteaga, Manuel S. Guerrero, César S. Guerrero, Francisco de A. Iturri, Jorje Molina, Manuel Luna, Rodolfo S. Bustamante, Federico G. Zapata, Adolfo Palma, Serjio Velasco, Ricardo Guzmán, Benedicto Rodríguez, Wenceslao Mendizábal.

Siguen 82 firmas que por la premura de tiempo no se publican, pero que las garantizan
Fernando E. Guachalla y Jenaro Zapata.

“Imprenta de la Guerra.— Editor, José Monje."


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"El Comercio". Año II n° 173. La Paz de Ayacucho, domingo 2 de marzo de 1879.

Saludos
Jonatan Saona

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