Manuel Thomson |
Parte de Manuel Thomson sobre el desembarco en Pisagua
Comandancia en Jefe Accidental de la Escuadra
Pisagua, Noviembre 3 de 1879.
Señor:
Desde mi última comunicación desde Antofagasta, de fecha 21 del próximo pasado, hasta el 26 del mismo mes, dia en que comenzó el embarque, se ocuparon los buques de la escuadra de mi accidental mando, en alistarse para recibir las tropas, pertrechos de guerra, artillería, caballos, forraje, víveres, etc., etc.
El 28 todo listo a bordo de los diversos buques que iban a formar el convoi i recibidas por éstos las instrucciones por escrito que versaban sobre el orden de salida fuera del puerto, orden de marcha que debía observarse durante el viaje, acompañándoseles el diagrama para que conociesen sus colocaciones, códigos que debían emplearse, cuando el nacional i cuándo el internacional, luces que debían llevarse durante la noche en caso de accidente, modo de avasallo de día o de noche, modo de usar las señales para que fueran pronto comprendidas por toda la escuadra, manera de tomar el fondeadero para evitar colisiones, punto de reunión en caso de separación de alguno de ellos, etc., etc.;
Durante la noche, la Elvira Alvarez con el Copiapó, que cerraban la línea a retaguardia, cortó el remolque, por cuya causa perdieron de vista el convoi, i junto con el vaporcito Toro, que caminaba al costado de la Elvira, se dirijieron a Mejillones, en donde se reunieron a la corbeta O'Higgins i trasporte Matías Cousiño, que de orden del señor Jeneral en Jefe del ejército de operaciones del Norte embarcaban tropa en aquel lugar.
Hice el 31 un reconocimiento frente a Tocopilla con el crucero Amazonas para ver si el Angamos i la Covadonga se encontraban allí, pues el primero había ido a aquel puerto a embarcar parte del rejimiento de Artillería de Marina i dejar en su lugar al batallón Lautaro, i el último había sido destacado con el objeto de acompañar la Elvira Alvarez i el Copiapó.
El 1° de Noviembre todo el convoi reunido permaneció en el paralelo de Pisagua i a cincuenta millas de distancia de la costa, lugar de concentración en caso de separación de algunos de los buques, celebrando a bordo del crucero Amazonas los últimos consejos de guerra con los comandantes de los buques de la escuadra i los jefes de los batallones, para el mejor éxito del ataque combinado de la escuadra con las fuerzas de desembarco. A las 6 PM. de este dia, terminados ya los consejos i conferencias, ordené al convoi gobernar al Este verdadero con un andar máximo de cinco millas, i a las 4 A. M. del 2, tenia por la proa la quebrada de Pisagua a ocho millas de distancia.
En esta situación disminuí a tres millas el andar del Amazonas para dejar acercarse el convoi que se había quedado atrás durante la noche, esperando los trasportes de rueda Paquete de Maule i Huanay. A las 5 AM. ya entre claro, reconocí la población de Pisagua i me dirijí al surgidero con el Cochrane, O'Higgins, Magallanes i Covadonga, buques destinados a atacar los fuertes i despejar la playa i parapetos, para preparar el desembarco. A las 7, reconocidos éstos, i habiendo tomado cada uno de ellos la colocación destinada al efecto i ordenado arriar sus botes tripulados convenientemente i situarse claros de la línea de buques, rompió el fuego el Cochrane a 1,300 metros de distancia, haciéndose en seguida jeneral por los demás buques.
Durante el ataque a los fuertes de la población, situados el uno al Suroeste de ésta i el otro en la punta Norte de Pisagua, el Amazonas disparó algunas granadas sobre las tropas i campamentos que se divisaban en la cumbre de los cerros que caen sobre la ciudad.
A las 10.35 AM., notando que apresuradamente se descolgaba mucha tropa de la que se hallaba acampada en la parte superior de los cerros i a la que el Amazonas habia dirijido sus fuegos i que llegaba a parapetarse dentro de la población, haciéndose difícil el desalojarla cuando se intentase el desembarco, consulté al señor Jeneral en Jefe i Ministro de Guerra i Marina en campaña, la conveniencia de bombardearla, i siendo de la aceptación de estos señores jefes, puse señales a los buques de la escuadra de concentrar sus fuegos sobre la ciudad, lo que en el acto se ejecutó.
Mientras esto sucedía, 10.45, el Jefe de Estado Mayor i ayudantes, con el capitán de navio graduado don Enrique M. Simpson, a cuyo cargo corría la dirección del desembarco de la segunda división, se desatracaban del Amazonas en la lanchita a vapor, para cada cual llenar su cometido. Esta división la componían el batallón Atacama, rejimiento Buin, 100 hombres del 2° de línea i 100 hombres de la brigada de Zapadores, los que desembarcaron por la parte Norte i Sur de la población, después de una gran resistencia de parte del enemigo que hacia un nutrido fuego de fusilería parapetado detrás ele las piedras i metidos en las zanjas i fosos al costado de la vía férrea.
Las tripulaciones de los buques de la escuadra se portaron bravamente i han disminuido un tanto a consecuencia ele las bajas que han esperimentado; pues, repetidas veces se vio salir del costado de un buque un bote con su dotación completa i volver solo la mitad haciendo uso de sus remos, teniendo, en tal caso, que echar arriba los muertos i heridos i volver nuevamente a tripularlo para continuar conduciendo la jente de desembarco. Los partes orijinales que adjunto a V. S. de los comandantes de los buques, le harán ver lo espuesto; permitiéndome hacer notar a V. S. la parte tan activa que ha tocado a la armada de la República en el ataque i toma de Pisagua.
A las 11 h., habiendo recibido órdenes del señor Jeneral en Jefe para dirijirme a Junin, según lo acordado el
dia anterior, hice señales al Itata i Magallanes de "seguir mis aguas" i al Angamos de cruzar fuera del puerto, fondeando en aquel surjidero a las 11h 35m. AM. Acto continuo di principio al desembarco de la primera división, compuesta del rejimiento 3° de línea, batallón Naval, batallón Valparaíso i dos baterías de montaña, después de haber hecho algunos disparos a la tropa enemiga que se veia en las inmediaciones del desembarcadero, la que huyó precipitadamente. A las 11h 35m, el oficial encargado de la división, teniente 1° don Emilio Valverde, pisó en tierra i enarboló el pabellón nacional.
A las 5 n. se habían desembarcado las fuerzas que conducíamos, las que ganaron inmediatamente a paso de
carga la cima de los cerros para cortar por retaguardia la tropa enemiga que defendia a Pisagua.
A las 7 h., habiendo dado orden de restituirse a bordo al oficial encargado del desembarque, izado todas las embarcaciones, dejado en tierra un piquete de 15 hombres de la guarnición de este buque, a cargo de un oficial, para el cuidado del lugar, zarpe' con dirección a Pisagua, donde fondeé a las 7 h. 45 m. PM.
Al amanecer del dia siguiente se continuó el desembarque de caballos, víveres i pertrechos de guerra que tenia a mi bordo, haciéndose igual cosa por los trasportes.
La conducta tan valerosa i decidida observada por los señores jefes, oficiales, tripulación i guarnición de los buques que componen la escuadra de mi accidental mando, ha sido digna de todo elojio, i tan jeneral, que no me permito recomendar en particular a ninguno, pues todos ellos han rivalizado por llenar cumplidamente sus deberes i las esperanzas del país.
Dios guarde a V. S.
M. T. Thomson.
Al señor Comandante Jeneral de Marina.
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Saludos
Jonatan Saona
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