Etna Velarde. Pintora. Retratista de los héroes nacionales.
Entrevista publicada en La República, el Sábado, 23 de junio de 2012
Conocemos a los héroes a través de su mirada. No solo porque ilustró los textos de historia de Gustavo Pons Muzzo –esos que leímos en el colegio–, sino que esta mujer pequeña y frágil ha hurgado mejor que nadie en las intimidades de quienes murieron por la patria, para así darles un rostro y un alma.
Eres la pintora de nuestros héroes. O sea, pintas nuestro álter ego.
Me llamaron "La niña de los héroes". Fue Alfonsina Barrionuevo, que fue a mi taller a entrevistarme. Me vio cara de niña y dijo: "¡Pero yo creí que eras una viejita! ¿Qué haces en medio de armas y todo eso?". Yo estaba pintando los cuadros para el doctor Pons Muzzo.
¿Qué te fascinó de los héroes?
Que den la vida por el ideal de patria. Por ejemplo, el comandante Espinar. Cada vez que paso por la avenida Espinar le rindo homenaje, porque él, con un batallón, subió a conquistar un cerro en la batalla de San Francisco... ¡sabiendo que iba a morir!
¿Y hay héroes sobrevalorados?
No, sobrevalorados no he encontrado. Más bien héroes a los que falta reconocer. Por ejemplo, a Pedro Vilca Apaza, que fue un héroe similar a Túpac Amaru, pero en Puno
¿Cuál es el héroe que ha sufrido la mayor injusticia de la historia?
El último que he pintado, Juan Santos Atahualpa, que presidió la conspiración en el centro, pero era completamente desconocido ... Un hombre culto, se había educado en España, sabía latín.
Muchos héroes fueron generales y coroneles. ¿Por qué ya no hay héroes entre los generales y coroneles de hoy?
Creo que también hay, sino que no logramos vislumbrarlos.
Los más visibles son los que firmaron el acta de sujeción a Montesinos.
Ah, sí, hay de todo. Tal vez se vieron obligados por la disciplina militar, toditos en fila, a firmar eso de lo que ahora se avergüenzan.
¿Bolognesi hubiera firmado un acta de sujeción como esa?
No creo, ni Grau.
¿Los héroes están entre los subalternos, los que dan el pecho en el VRAE?
Pero si hubiera una guerra, creo que tendríamos héroes del pueblo también. Mira, en la Batalla de los Reductos (15 de enero de 1881), cómo murieron jóvenes, niños, que se alistaban para los “cabitos”. Eso lo he pintado en un cuadro que se llama "La batalla de los Reductos", que está en Barranco
Y hablando de luchadores, ¿alguna vez has pintado a tu esposo (Jorge del Prado, líder del Partido Comunista)?
Sí, sí lo he pintado. Tengo el retrato en mi taller.
¿Cómo se conocieron?
Fue en una actuación aquí, en San Marcos. Yo tomaba parte en un homenaje a Cuba y leí una poesía. Jorge estaba entre los que habían venido a escuchar, y luego me vino a saludar y me felicitó. A mí me halagó muchísimo.
¿Y cómo se enamoraron?
Fue a través de la cultura, porque a él le gustaba mucho la música clásica. En esa época no existían los CD, y él me traía la música de Beethoven, porque tenía los conciertos completos.
Si pudieras elegir un momento de nuestra historia para vivirla, ¿cuál sería?
La época de la Emancipación. Porque ahí, ¿sabes?, intervinieron muchas mujeres y recién se les está reconociendo. Como Tomasa Tito Condemayta. Cuando la pinté, nadie sabía su nombre.
Y cuando pintas héroes sin registro gráfico, ¿cómo les das un rostro?
Por ejemplo, Túpac Amaru. Cuando me mandan a hacer un cuadro para el Ministerio de Educación, solo había un cuadro de él con ojos grandes, alto, rasgos netamente españoles. Yo lo pinté con rasgos andinos.
Si pudieras elegir a un héroe para condensar el espíritu de nuestra patria
Túpac Amaru y Grau, cada uno en su época. A Grau lo admiro mucho. He leído casi toda su vida. Y ahí, en el cuadro, he puesto hasta el reloj que compró en Liverpool, el reloj que estaba en el Huáscar.
¿Algún héroe te decepcionó?
Nunca. Para pintarlos tengo que admirarlos. Trato de comprender a mi personaje y ver sus mejores rasgos, porque ese cuadro no es para el momento, sino para el futuro, como representante de una época.
¿Cuánto de tu imaginación entra en tus retratos?
Muchísimo. Yo tengo que sacar lo mejor de ellos. En el parecido, pero también algo más.
Cuando se trata de gente viva, ¿prefieres trabajar el retrato en vivo o a través de fotos?
Uso todos los medios, porque lo que me interesa es el resultado, ¿no? Por ejemplo en el retrato de Gustavo Mohme, ahí hasta su reloj me trajeron. Lo conocí mucho, y quería que él me mire. No termino un cuadro hasta que parezca que me mira.
¿Y a quién no pintarías nunca?
Uy, ¡habría toda una legión! (risas).
La ficha
Cuando tuve uso de razón ya pintaba. Aprendí con mi padre, que formó una escuela en mi casa, con mis hermanos. Estuve casada con Jorge del Prado, líder del Partido Comunista. La Universidad de San Marcos, donde estudié, ha hecho una retrospectiva de mis 40 años de trabajo. Se llama "Trazos de una vida". Al frente, se exponen las fotos que hizo mi hija Carmen, mi mejor trazo.
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Entrevista publicada en La República, el Sábado, 23 de junio de 2012
Foto tomada del blog VyVcomunicaciones
Foto tomada del blog VyVcomunicaciones
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