por Gustavo Dehne Barbery
Acontecida el 26 de mayo de 1880 y catalogada como una de las batallas más importantes del siglo XIX tanto en su magnitud numérica como en su estrategia militar, los países involucrados, esconden héroes quienes en algunos casos son recordados y en otros olvidados en la historia a través del paso del tiempo. Veamos el caso de Alexander Dehne en el contexto mismo de la Guerra del Pacífico 1879-1884, y su imprescindible labor militar en aquel episodio.
Corría el año 1879 y el matutino “El Comercio” en la Ciudad de La Paz amanecía un viernes 28 de febrero con el siguiente encabezado que marcaría una nueva dirección en la historia de las Repúblicas involucradas en especial de Bolivia: “El 14 de febrero tropas chilenas tomaron por asalto el Puerto de Antofagasta…Mejillones y Caracoles en poder del invasor”.
Documentos oficiales publicados de la misma manera expresan mediante decreto único del presidente de Bolivia Hilarión Daza el día 26 de febrero una declaratoria de la Patria en peligro, y a través de una carta publicada en el mismo matutino convoca al Ejército Nacional por medio del Ministerio de Guerra de la siguiente manera:
“Soldados, estad listos para el momento preciso en que se abra la campaña y marchemos a recobrar el hermoso suelo del Litoral que nos legaron los fundadores de la República”.
Es de esa manera que se preparan todas las acciones necesarias con el ejército Aliado para contener el avance de las tropas chilenas, y de ese modo se llegarán a los sucesos de 1880 en Tacna, una población del Perú. Según la versión boliviana descritas por Pedro José Aramayo se libraría durante esa jornada la gran Batalla del Alto de la Alianza cuyas crónicas más importantes quedan plasmadas a continuación:
El orden de la batalla quedó establecido de la manera siguiente: En primera línea, comenzando de derecha a izquierda, la batería boliviana de 6 cañones Krupp, el regimiento Murillo, los batallones peruanos Lima, Cuzco, Rimac y Provisional de Lima, dos ametralladoras y un cañon rayado de Bolivia… 9 piezas de artillería peruana.
A las 9:45 del día 26, el ejército chileno formaba su línea diagonal sobre nuestra izquierda, rompiendo sus fuegos de artillería y amenazándolas con dos grupos de artillería por lo que el Coronel Camacho se apresuró a hacer pasar a la línea de batalla los batallones de Sucre, Viedma y Tarija.
Nuestra artillería contestaba de manera incesante a los disparos del ejército contrario, y solo a las 11:30 a.m. comenzó el fuego de rifles en la misma ala. Media hora después el combate era general en toda la línea donde el General Campero ordenó que las reservas del centro acudiesen a proteger la izquierda pero no siendo suficiente tomó la decisión de conducir las reservas de la derecha con mas 2 cañones Krupp a la izquierda donde el ejercito chileno dirigió su principal ataque.
Continuaba recio y sangriento el combate a mas de la 1 p.m., y ya el ala derecha no contaba con mas reserva que las pequeñas columnas de Zapadores, Gendarmería y Nacionales de Tacna, que también entraron en la línea de batalla, para proteger los cañones Krupp, de manera que a pesar de todo, el ejército aliado combatía con encarnizamiento y denuedo en una sola línea.
A las 2:15 p.m. todo nuestro ejército estaba encerrado por la izquierda en un semicírculo de fuego que obligó a nuestros destrozados cuerpos a combatir la retirada.
¿Cómo llegaron los Cañones Krupp?
El escritor e historiador Ramón Rocha Monroy detalla en un artículo, que el señor José Manuel Pando en septiembre de 1879 fue enviado a Panamá, donde le esperaba una difícil misión de recibir 6 cañones Krupp y aproximadamente 1500 rifles Remington para ser transportados sin novedad en la cañonera Pilcomayo.
De esa manera, todo el mencionado material bélico arribó a Arica el 9 de noviembre de 1879. Los presidentes Prado del Perú y Daza de Bolivia lo felicitaron por el éxito de la misión, en la cuál también llegó el coronel Alemán el Señor Alexander Dehne, experto en artillería y héroe del Pacífico.
Algunas referencias de Alexander Dehne en la Historia
Según información del Archivo Nacional de Sucre detalla que en el diario de campaña de la 5ª división del ejército boliviano, escrito por Manuel V. Alba, quien fue auditor de guerra de aquella unidad militar y, por tanto, testigo de las acciones bélicas en el campo del Alto de la Alianza acontecidas el 26 de mayo de 1880, cuyo texto contiene una cita que explica el papel desempeñado por la batería de cañones Krupp comandados por el coronel Flores y el alemán Alexander Dehne.
También existe en el libro “Historia del Ejército de Bolivia”, escrito por el coronel Julio Díaz Arguedas quien referido a la historia del regimiento 1º de Artillería, correspondiente a la actuación de esta unidad militar en la Guerra del Pacífico, específicamente en la Batalla del Alto de la Alianza explica:
“Su comando fue organizado en la siguiente forma: coronel Adolfo Flores, coronel José Camacho, Teniente Coronel José Manuel Pando, comandante Adolfo Palacios, Mayor Octavio Paz, Alexander Dehne (Alemán).”
¿Quien fue Alexander Dehne?
Alexander Dehne fue un militar prusiano nacido en Berlín- Alemania en el año 1853, quién fue combatiente de la guerra Franco-Prusiana de 1870-1871, graduado de la Academia Real de Artillería e Ingeniero Agrimensor de profesión.
En 1879 fue comisionado por su gobierno para traer a Bolivia 6 cañones Krupp y posteriormente enseñar su manejo tal cual certifica su compañero de armas Francisco Pérez indicando lo siguiente:
“El 9 de noviembre del referido año 1879, y burlando el bloqueo del puerto de Arica rodeado por la escuadra chilena desembarcó los cañones Krupp que Alexander Dehne había traído en compañía del entonces Comandante José Manuel Pando quienes vinieron desde Lima”.
Además Pérez cuenta: “Mientras los bolivianos marchábamos con dirección a Camarones al mando del General Daza presidente de Bolivia, los cañones Krupp comprados para Bolivia por el coronel Dehne, el Capitán General y presidente del Perú el General Prado los había dispuesto de regreso después del complot de Camarones, y los cañones fueron devueltos. Los ilustres jefes Coronel José Manuel Pando y Alexander Dehne en menos del tiempo de un mes lograron instruirnos a los artilleros en el manejo de los nuevos cañones Krupp con los que se hizo un ejercicio de tiro al blanco el 22 de diciembre de 1879 habiéndose obtenido un sorprendente y enloquecedor para el ejército aliado, todo debido a la actividad y entusiasmo del militar prusiano Dehne, colaborado por su intérprete Pando”.
Queda plasmada la actuación de Alexander Dehne en una de sus cartas dirigida al presidente de ese entonces el señor Ismael Montes que dice:
"...habiendo concurrido a la batalla del Alto de la Alianza y caído en ella prisionero y conducido como tal a San Bernardo donde cerca de dos años sufrí el cautiverio consiguiente negándome a las solicitaciones que se me dirigieron de pasar a servir al ejército chileno... " .
En un documento de 1884 que se encuentra en los archivos de la Vicepresidencia de la República certifica el grado militar de Alexander Dehne como Teniente Coronel graduado parte del Estado Mayor General, teniendo como actividad posterior la reorganización de la artillería del ejército boliviano como jefe instructor hasta el 10 de abril de 1899 según su expediente militar expuesto por el mismo Dehne en una carta escrita al Ministro de Guerra José Santos Quinteros en el año 1907 que dice:
“me incorporé en el ejército boliviano con el mismo entusiasmo con que lo habría hecho en el ejército de mi patria y serví en él con toda lealtad por largos años, según consta de mi calificación aprobada, existente actualmente en el despacho de su mando, por 19 años, 10 meses y 6 días, sacrificando mi existencia por Bolivia, concurriendo a la guerra del Pacífico y actuando además en la gloriosa batalla del Alto de la Alianza donde expuse mi vida en defensa de los justos derechos de la Nación Boliviana, sufriendo las consecuencias con el cautiverio en país enemigo. Como puede ver mi expediente, Señor Ministro, serví hasta el 10 de abril del año 1899...”
Dehne estableció su familia en Bolivia y falleció en Oruro un 22 de noviembre de 1927, y hoy quedan algunos rastros de un héroe olvidado donde sus restos descansan en el Mausoleo de excombatientes del Pacífico en la ciudad de Oruro, y una avenida de la misma ciudad que lleva su nombre.
Desenlace
Pedro José Aramayo despide su crónica con las siguientes frases en referencia a los sucesos del 26 de Mayo de 1880 donde se libro la Batalla del Alto de la Alianza:
“Es digno de notarse el esfuerzo varonil con que nuestros artilleros pudieron salvar del campo de batalla algunas piezas que, trasmontando los Andes en medio de las dificultades del terreno, las tiene el pueblo en la plaza de la ciudad de La Paz.”
Pese a que se conoce el resultado de la guerra después a la Batalla del Alto de la Alianza, cabe resaltar la acción de los personajes que siendo personas comunes ofrecieron sus vidas por causales que creían justos en el marco bélico en el cual eran los principales protagonistas siendo éstos inclusive de otros continentes, y es motivo suficiente para recordarlos año tras año por su accionar auténtico, ya que son parte también de nuestra historia.
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Escrito por Gustavo Dehne y publicado en Bolpress.com
Saludos
Jonatan Saona
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