En cada familia siempre hay pequeñas historias que son contadas, breves anécdotas que merecen ser rescatadas, en este caso mostramos dos pequeños relatos proporcionados por la Hna Mercedes Rubira Albornoz, al sr Ronald Miranda.
Narración que le hiciera un Ex - Combatiente en la Defensa de Lima – que participó en la batalla de San Juan, a su nieta, ahora anciana jubilada, Hna. Mercedes Rubira Albornoz (85 años), residente en Lima, Distrito de San Juan de Miraflores.
“Cuando la soldadesca enemiga sobrepasó las líneas de defensa en la batalla de San Juan, presos de su cobardía, nerviosos y animados por el mayor número de tropa que representaban, cometían todo tipo de asesinatos y abusos contra los soldados rezagados e incluso contra la población aislada.
Los que estaban a pie, tenían la bayoneta calada de sus fusiles y mataban a todo ser viviente que se les cruzara en su camino. Eran como demonios que no tenían compasión ni de las criaturas. A los niños mas o menos de entre 1 año y medio de edad que encontraban llorando a sus padres caídos, los lanzaban al aire a fin de esperar ensartarlos con sus bayonetas cuyas culatas apoyaban en la tierra. No tenían honor, eran absolutos asesinos con uniforme. Me daba impotencia el no poder ajusticiarlos con mis propias manos, tan solo tenía que seguir agazapándome por mi vida para replegarme en líneas más atrás”.
Narración que hiciera la anciana Hna. Mercedes Rubira Albornoz (85), residente en Lima, Distrito de San Juan de Miraflores, sobre apariciones fantasmales en SJM.-
“Cuando llegué a vivir a San Juan de Miraflores, en la Avenida Pedro Miotta, conocí a una vecina que era una viejecita con la cual hice una muy bonita amistad. Conversábamos de todo un poco y de los añorados viejos tiempos también. Todas las tardes se quedaba contemplando la calle desde su ventana, como si estuviera esperando a un ser amado. Un buen día me detuvo y preguntó, si había visto qué bonito desfilaban los policías algunas noches, ya entrando a la madrugada. Me quedó la duda y al propósito esperé interminables noches para presenciar el desfile contado por la anciana, lo cual nunca tuve la oportunidad de ver.
El hecho me intrigaba hasta que le pregunté a la anciana como eran esos policías. A lo cual me contestó que los había vuelto a ver hacía pocos días y que desfilaban a paso lento montados en sus caballos, luciendo como cansados unos uniformes abotonados, gorritos, cuello cerrado, correas y botas; muchos de los soldados usaban barbas y cargaban banderas.
Posteriormente fui enterada que el susodicho desfile ocurre sólo en algunas oportunidades y que no todos pueden verlos aunque si escuchar a los caballos, y que se trata al parecer de entidades pertenecientes a las tropas enemigas que lucharon en la batalla de San Juan, y que dejaron sus pasos como perdidos precisamente por ésta, la Av. Pedro Miotta”.
Compilación de ambos relatos: Ronald Miranda Bendezú (Abogado de la Hna. Mercedes Rubira Albornoz, respecto a la pensión que le dejara su señor padre como oficial del Ejército del Perú).
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Saludos
Jonatan Saona
Interesante descripcion de los enemigos y su atroz avance.
ResponderBorrar????? Ciencia?
ResponderBorrarInteresante, yo vivo en Pedro Miotta y antes de que se poblara tanto como ahora, habia mucha gente que afirmaba escuchar caballos corriendo con soldados por las pampas en las madrugadas
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