Páginas

11 de diciembre de 2009

Juan M. Echenique

Juan M. Echenique
Juan Martín Echenique Tristán

Nació en Lima en 1841. Hijo del general José Rufino Echenique Benavente (que fue Presidente del Perú) y de Victoria Tristán Flores.

Empezó su instrucción en Europa, para luego volver al Perú. Inició su formación militar como cadete en 1851, y ya como subteniente de ingenieros fue destinado a la 5º compañía del Regimiento Húsares de Junín en 1853. Al mismo tiempo ingresó en el Colegio Militar, donde permaneció hasta noviembre de 1854. Por entonces estalló la revolución liberal encabezada por el general Ramón Castilla contra su padre, el presidente Echenique, quien terminó por ser derrotado y depuesto a principios de 1855. Acompañó entonces a su progenitor en su destierro en los Estados Unidos.

Imbuido de la ideología liberal, se sumó a la protesta continental contra la intervención francesa en México. Cuando el gobierno del general Juan Antonio Pezet aceptó el claudicante Tratado Vivanco-Pareja se retiró del servicio, pero solicitó su reincorporación en enero de 1866 para sumarse a la lucha contra la Escuadra Española del Pacífico. Fue embarcado en el Chalaco, de donde pasó a la corbeta Unión, a bordo de la cual participó en el combate de Abtao y el combate del Callao. Por entonces fundó el diario El Bien Público (1866).

Viajó después a Europa, comisionado para estudiar las operaciones de la guerra austro-prusiana y los sistemas modernos de armamento. De vuelta en el Perú en 1868, fue ascendido a sargento mayor. Se relacionó con Nicolás de Piérola, por entonces ministro de Hacienda del gobierno de José Balta, y fue enviado nuevamente a Europa con la misión de negociar en pro de la recuperación de la menguada hacienda pública. Fue él quien suscribió en París, con la Casa Dreyfus Hnos. un contrato de la venta del guano que ponía término al antiguo y devaluado sistema de consignaciones (el célebre Contrato Dreyfus, firmado el 5 de julio de 1869). Poco después retornó al Perú en compañía de Augusto Dreyfus. En 1870 ejerció la dirección de El Heraldo de Lima, en su segunda época, desde donde hizo campaña a favor de la candidatura presidencial de su padre.

Ya bajo el gobierno constitucional de Mariano Ignacio Prado y siempre apoyando a Piérola, participó en la captura del monitor Huáscar en el Callao. A bordo de dicho buque actuó en el combate de Pacocha, el 29 de mayo de 1877, enfrentando a dos poderosas fragatas de la armada británica, que comandaba el almirante Horsey.

Apoyó el golpe de estado que Piérola efectuó en Lima contra el gobierno interino del general Luis La Puerta, en plena guerra con Chile (fines de 1879). Instaurada la dictadura de Piérola, fue nombrado prefecto y comandante general del departamento de Lima.

Ascendido a coronel en 1880, asumió la tarea de organizar el ejército de Reserva y dirigir la defensa de Lima ante la inminente invasión chilena. Rechazó los desembarcos intentados por los chilenos en Ancón, y contuvo el avance de una división enemiga hacia el valle de Ate. Durante la batalla de Miraflores del 15 de enero de 1881 se le confió el mando de los doce batallones que conformaban la Reserva, de los que solo uno participó en la lucha. Echenique fue muy reprochado por su falta de iniciativa, a la que se atribuyó en parte la derrota de los peruanos.

A propósito, el historiador Jorge Basadre señala que Piérola fue muy criticado por entregar un cargo importante en el ejército a un personaje como Juan Martín Echenique, «a quien sólo se le conocía (dicen) como intermediario, semidiplomático y comisionado de negocios del Presidente Balta enriquecido y derrochador de grandes sumas en París, jamás al servicio del ejército; y sin embargo, este hombre resultó con el grado de coronel y le gustaba a él pasear a caballo por las calles de Lima con un largo capote blanco».


Tras la ocupación de Lima por los chilenos, Echenique se trasladó a la sierra con Piérola. En Jauja fue nombrado jefe político y militar de los departamentos del centro, pero al considerarse que no estaba a la altura para desempeñar tal cargo, fue sustituido por el general Andrés A. Cáceres. Pasó entonces a integrar la Asamblea Nacional (Congreso) reunida en Ayacucho, como diputado por Carabaya, del 28 de julio a 12 de septiembre de 1881.

Posteriormente se sumó al movimiento iniciado por el general Miguel Iglesias a favor de la paz con Chile. Triunfante dicho caudillo, integró su gobierno como ministro de Guerra, y como tal, combatió a los partidarios de la resistencia, a quienes doblegó en Trujillo, el 10 de octubre de 1883, con lo que afianzó la posesión de Lima. Nuevamente fue representante de Carabaya en el Congreso Constituyente de 1884-85, el cual aprobó el Tratado de Ancón. Tras la derrota de Cáceres en su primer intento de tomar Lima el 27 de agosto de 1884, reasumió el Ministerio de Guerra y al año siguiente fue ascendido a general. Pero tras el derrocamiento de Iglesias, el 3 de diciembre de 1885, pasó al retiro.

Tras ocho años de destierro retornó al Perú para sumarse a la revolución cívico-demócrata encabezada por Piérola, que culminó triunfantemente a principios de 1895. La voluntad popular lo llevó al Congreso, primero como diputado por Lima (1895-96) y luego representando a Azángaro (1897-1900). En 1897 fue ascendido a general. De 1898 a 1899 ejerció la alcaldía de Lima. Y en 1907 presidió la comisión reorganizadora del escalafón del ejército.

Falleció en Lima, el 26 de mayo de 1912.


***************
Saludos
Jonatan Saona

1 comentario:

  1. ¿Chile intentó desembarcos en Ancón durante la guerra? Primera noticia.
    ¿Echeñique contuvo el avance de una división enemiga hacia el valle de Ate?
    Sugiero leer los propios partes peruanos sobre el llamado combate de la Rinconada.
    Los doce batallones peruanos de la reserva que en Miraflores no participaron en la batalla, o escasamente lo hicieron, no estaban en condiciones de batirse contra tropa veterana y altamente disciplinada. Si lo hubieran hecho, la mortandad de paisanos movilizados hubiera sido peor.

    ResponderBorrar