31 de enero de 2020

Proclama de Campero


Proclama de Campero tras la caída de Lima

El Presidente Constitucional,
General Narciso Campero,

A LA NACIÓN

CONCIUDADANOS
La toma de Lima no altera de modo alguno la política ni los propósitos del Gobierno que la Convención Nacional tuvo a bien confiarme.

La situación de la República, es por demás difícil; no importa. Bolívar vencido en mas de treinta combates, no desmayó por eso y, perseverando tenaz e infatigable en la contienda, alcanzó por fin el triunfo definitivo que decidió de la suerte de todo un continente.

Hagámonos, pues, dignos del nombre de bolivianos, e invocando los manes del fundador y padre de la patria, mantengamos vivo el fuego sagrado de la libertad.

La paz impuesta por Chile, es imposible; porque sería, para Bolivia y el Perú, la paz que para siempre unciera ambos pueblos al ominoso yugo del vencedor.

Chile con su poderosa escuadra y los formidables elementos bélicos que, al favor de aquella, pudo trasportar tan fácilmente, se ha apoderado de casi toda la costa del territorio aliado; pero el interior de ámbos países está intacto.

El ejército aliado, numéricamente hablando, ha quedado harto reducido, es verdad; mas, el clima de la Altiplanicie, nuestras sierras y nuestras quiebras interiores, son otras tantas fuerzas auxiliares, contra las que las naves y la devastadora artillería enemiga, serán impotentes.

Además: ahí está ese gran baluarte de los Andes. Que lo escalen, pues, los invasores, y entonces verá la América, y verá también el viejo mundo, en lo que vienen a parar las decantadas glorias de Chile.

CONCIUDADANOS: pensad en que el pueblo mejicano, reducido ya a sus últimos atrincheramientos —los bosques y las breñas— recobró su autonomía a fuer de perseverante.

Recordad también, que nuestros antepasados combatieron, casi sin armas ni recursos, durante tres lustros. Mostremos, pues, que somos hijos de los Murillo, los Lanza, los Arce, los Padilla, los Camargo y tantos otros héroes de la independencia, si no queremos hacernos despreciables ante las naciones que nos espectan. Y ¡cuenta! que los pueblos labran ellos mismos su felicidad o su desgracia, su dignidad o su deshonra.

Hai quiénes anhelen la paz?; pues razón de mas para prepararse a la guerra; porque el que se humilla, podrá merecer cuando mas el perdón, no los honores de un tratado decoroso.

Aun no sabemos qué actitud tomará el Perú después de la toma de Lima; sea empero la que fuere, el Gobierno de Bolivia está en el ineludible deber de mantenerse en armas miéntras se reúna la Convención Nacional, y sostener a todo trance la alianza, con inquebrantable lealtad.

Tal fué, conciudadanos, el espíritu de la última representación nacional, y el mandato que ella impuso al gobierno que tengo la honra de presidir.

El nuevo gabinete, que no es sinó el fiel continuador de las ideas y propósitos del que dejó las carteras por consideraciones políticas, sabrá responder conmigo a la Convención y al país entero, poniéndose a la altura de la solemne situación por la que atraviesa Bolivia.

La Paz, 1. ° de febrero de 1881.
Narciso Campero.


Imprenta de la Unión Americana—por José C. Calasanz Tapia.


****************
Documento original se encuentra en el "archivo Piérola", colección de la BNP.

Saludos
Jonatan Saona

3 comentarios:

  1. Debemos recordar que en la guerra estuvo siempre Inglaterra a favor de Chile, porque quería Atacama. Por ello le dio armas y escuadra.

    ResponderBorrar
  2. Campero menciona que “No sabemos que actitud tomará el Perú luego de la toma de Lima”. Los muertos que la Resistencia Peruana liderada por el Coronel Cáceres ocasionó al ejército de Chile en la Sierra del Perú le dieron la respuesta. La toma de Lima No fue el final de la guerra.

    ResponderBorrar
  3. Campero menciona que “No sabemos que actitud tomará el Perú luego de la toma de Lima”. Los muertos que la Resistencia Peruana liderada por el Coronel Cáceres ocasionó al ejército de Chile en la Sierra del Perú le dieron la respuesta. La toma de Lima No fue el final de la guerra.

    ResponderBorrar