12 de abril de 2019

Ricardo Rossel

Ricardo Rossel
Don Ricardo Rossel
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 01 de diciembre de 1888)

El año de 1825 vino al Perú M. Eugenio Rossel, francés de nacionalidad, ilustrado y de buena familia; hombre honorable y laborioso, que estableció la primera casa de comercio francesa de importación en Lima. Visitando las iglesias en los días de Semana Santa, oyó en los oficios del convento de la Trinidad, la voz de una joven que cantaba admirablemente; averiguó por ella y supo que se llamaba. doña Carmen Sirot, que estaba asilada en el convento, desde los disturbios de la guerra de independencia; la conoció, la amó, y seis meses después obtuvo su mano.

De ese matrimonio nació en 12 de Mayo de 1841, nuestro amigo Ricardo Rossel, que heredó de sus padres, como sus demás hermanos, admirables disposiciones artísticas. No hay ningún miembro de su familia que no haya sabido cantar y tocar algún instrumento; y que no haya tenido fanatismo por las artes.

Rossel hizo sus estudios en el Seminario de Santo Toribio, obteniendo todos los primeros premios en sus clases y la medalla de oro en el último año de instrucción superior.

Manifestó desde muy tierna edad inclinación y disposición naturales para el arte musical, que ha cultivado con esmero, y para las letras, en que tanto ha sobresalido. Empezó á componer versos cuando apenas contaba trece años. No tenia noción alguna de literatura; pero empleaba sus horas de reposo, sus noches y días festivos leyendo los clásicos para formar su gusto.

No hay justicia en decir que son los literatos en Hispano América hijos desheredados de la fortuna. Recórrase la lista, que no es corta, empezando por Olmedo y don Andrés Bello, que son los primeros en la República de las letras, y se verá que gran número de los que principiaron buscando consonantes, acabaron por encontrar altos puestos en la burocracia, los parlamentos ó la diplomacia. Lo que puede decirse es que la literatura no es una carrera, y que los que no han querido hacer de las letras escabel para llegar á las alturas de la política, á ménos que hayan heredado gran fortuna, han tenido que abandonar la soledad de la biblioteca y recurrir á otro género de especulaciones para hacer frente á la parte prosaica de la vida.

Rossel no se ha exhibido como hombre público, ni ha tomado parte activa en la agitada política de su país; á lo cual debe sin duda la independencia de una posición social sin odios ni pasiones y la general estimación de que goza. Hubo de hacerse cargo de la casa industrial de su padre, muerto en 1,859; se consagró después á las faenas agrícolas hasta 1874; es desde entonces jefe de la casa comercial que lleva su nombre en el Callao, y desde pocos años socio y gerente de una empresa minera.

Hé aquí por qué no puede exigírsele una obra de largo aliento, apesar de su gran inteligencia, de sus largos estudios y su temperamento esencialmente poético. Y sin embargo, robando sus horas al sueño, ha trabajado y publicado constantemente durante los últimos veinte años, obras y composiciones de diversos géneros; discursos literarios, informes, artículos para la prensa, novelas y poesías; lo que sólo puede esplicarse por una admirable laboriosidad y una irresistible vocación al cultivo de las letras, que se ha manifestado especialmente desde la fundación del Club Literario (hoy Ateneo de Lima) del que ha sido uno de los socios más activos y entusiastas. En casi todas las veladas ha tomado parte, y siempre sus trabajos han tenido la aprobación general. Su excelente estudio sobro las obras de don Manuel Bretón de los Herreros, le ha valido merecidos elogios de la prensa de América y la de España. En el mismo Club leyó su leyenda Catalina Tupac Roca, con la que acababa de ganar el primer premio (una medalla de oro) en el certamen literario internacional convocado en Chile en 1877. Con esto motivo el Gobierno del Perú le decretó una segunda medalla de honor y otra el Club Literario.

No tienen los versos de Rossel la forma escultural de los de Pompilio Llona, ni la profundidad de los de Arnaldo Márquez, ni la galanura de los de Salaverry, ni el picaresco retozo de los de Juan de Arona. Su carácter distintivo es el sentimiento; y porque Rossel siente lo que piensa, piensa con el corazón. Conserva esos arranques entusiastas y generosos de la primera juventud y canta sin esfuerzo, como cantan las aves al primer albor de una mañana de primavera. Su poesía es espresión nobilísima del pensamiento, y talvez sus aficiones musicales contribuyen á darle esa cadencia que la hace igualmente agradable al corazón y al oído. Difícilmente podrá encontrarse un verso suyo mal medido.

No ha coleccionado sus composiciones numerosas que corren diseminadas en diversos periódicos...

No se escriben versos de esta clase sin haber pensado y estudiado mucho, y sin saber manejar las herramientas, como tan gráficamente dice don Ricardo Palma. En esta y otras de sus últimas composiciones domina un fondo filosófico que hace más encantadores los versos nuestro amigo.

Entre sus obras en prosa merecen especial mención, por su fondo y su forma las leyendas La Huérfana de Ate, y La Roca de la Viuda; así como el académico discurso con que inauguró los trabajos de la Sección de Literatura y Bellas Artes del Ateneo de Lima en Enero de 1886.

Desde 1875 hasta 1881 ha sido el señor Rossel Presidente de la Sección de Literatura del Club Literario, y después de reinstalado en 1885, fué nombrado con el mismo carácter cesando en 1886. Hoy es Vice-Presidente del Ateneo de Lima.

Ha desempeñado cargos municipales en los Concejos del Callao, y formado parte de diversas juntas y comisiones oficiales para asuntos económicos y mercantiles, y ha sido Presidente del Tribunal de Comercio de aquel puerto.

Es digno de notarse que la fantasía y sentimiento estético de nuestro poeta puedan vivir en amigable consorcio, el juicio práctico y frió razonamiento que exijen sus prosaicas ocupaciones siendo curioso que con la misma pluma con que acaba de formular una cuenta corriente escriba un soneto, y que pase, como lo ha sucedido frecuentemente, de una reunión comercial ó minera á ocupar la tribuna del Ateneo. Extraña elasticidad de facultades intelectuales, que le caracteriza como un tipo especial.

Sirvió con generosidad y decisión á su patria en la época triste de la guerra con Chile. Fué uno de los iniciadores en el Callao de la colecta pública para la construcción de un blindado, y encabezó la suscrición con una gruesa suma de dinero. Aunque exceptuado del servicio militar por la grave dolencia que poco después lo puso al borde del sepulcro, se afilió en el batallón de la Reserva que defendió el reducto número 2 en Miraflores.

Desde 1886 es Miembro Correspondiente de la Academia Española.

No ha llegado el momento de hacer in extenso una biografía de nuestro querido amigo, que está ahora en el vigor de la edad viril, y de quien tienen mucho que esperar todavía su patria y las letras hispano-americanas. Su vida es una vida bien empleada.

V. HOLGUIN
Lima, 15 de Noviembre de 1888·


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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 85, Lima, 01 de diciembre de 1888.

Saludos
Jonatan Saona

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