24 de febrero de 2019

Lizardo Montero

Lizardo Montero
El Contra-Almirante Montero.
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 10 de diciembre de 1887)

El retrato del Contra-Almirante de la Armada Nacional Don Lizardo Montero, ocupa hoy la 1° cara de nuestro semanario.— Desde 1853 hasta 1883 la vida de D. Lizardo Montero dedicada al servicio del país, es tan conocida, que bien pudiéramos no consignar la biografía de este personaje; pero á fin de no variar nuestro programa, apuntaremos algunas fechas sin entrar en apreciaciones cuya tarea corresponde á los que después de una ó dos generaciones emprendan la labor histórica

Natural de Piura, cuna del ilustre Grau y de muchos otros notables marinos, Don Lizardo Montero nació el 27 de Mayo de 1832. Hizo los primeros estudios en su ciudad natal y los terminó en Quito.

Regresó del Ecuador á bordo del «Rímac» y fué entonces, hallándose reunido con los distinguidos oficiales de la marina peruana, cuando se reveló su decidida vocación á esa noble carrera.

En 1851 ingresó al Colegio Naval Militar de Lima y permaneció en él hasta 1853 en cuyo año se embarcó en el «Mercedes» en clase de aspirante:

En 1854 naufragó el «Mercedes» en aguas de Casma. Embarcado después en el «Rímac,» se halló también en el naufrajio de este buque ocurrido en 1855.

Nombrado Profesor de la Escuela Naval, permaneció en ella hasta embarcarse en la «Apurímac,» ya con la clase de Teniente 2°.

Se hallaba á bordo de esta fragata cuando estalló la revolución de Vivanco — Don Lizardo Montero, secundó ese movimiento, pronunciándose á favor de él con el buque, cuyo mando le encomendó Vivanco, confiriéndole á la vez la clase de Capitán de corbeta.

Como sabemos, la revolución aquella fracasó y Don Lizardo Montero fué desterrado á Chile por el entonces Presidente de la República, General Don Ramón Castilla.

Vuelto de su destierro en 1859, se dirijió a Europa, donde permaneció hasta 1863, en cuyo año, el Gobierno utilizó sus servicios, siendo desde entonces su vida activísima Comandante del «Lerzundi,» primero; luego Prefecto de Tacna y Jefe Marítimo de Arica, el señor Montero, promovido á la clase de Capitán de Fragata, fué llamado al Callao á donde se dirijió, mandando en Jefe la flota nacional.

Ya en este puerto, fué nombrado Comandante General de Marina y ascendido á Capitán de Navío.
En esta época tuvo lugar el desacuerdo con España.

Designado por el Gobierno de Prado para adquirir en EE.UU. de Norte América los elementos bélicos que necesitaba el país, desempeñó con éxito tan delicada misión, teniendo la suerte de llegar al Callao precisamente el 2 de Mayo de 1866, encargándose en el acto del mando de la Escuadra y enarbolando su insignia en el «Tumbes.»

No creemos necesario relatar aquí el glorioso combate del «2 de Mayo;» ocupamos de la parte que en él le cupo desempeñar á Don Lizardo Montero.
Después del combate, marchó á Chile como 2° de la Escuadra aliada, que mandaba en Jefe el Vice-almirante Blanco Encalada.

Antes de la caída del General Prado el señor Montero llenó en Colombia una importante misión diplomática.

Durante la administración de Balta además de otros cargos, fué Diputado por Piura y Senador por el mismo Departamento.

Sus numerosos amigos exhibieron su candidatura para Presidente de la República en el período de 1872 á 76; — pero después se unió á Don Manuel Pardo y secundó sus miras.

Durante la administración de este ilustre ciudadano, de quién fué muy estimado, el señor Montero prestó útiles servicios al país, y muy importantes en la pacificación de la República, cuando a revolución de Piérola. Estos servicios fueron recompensados por el Congreso, que, á propuesta de Don Manuel Pardo, confirió al señor Montero la alta clase de Contra-Almirante de la Armada Nacional.

En 1879 estalló la guerra entre el Perú y Chile.

Todos conocemos los menores incidentes de esa campaña.

El Contra-Almirante Montero asistió á casi todas las desgraciadas pero gloriosas batallas libradas, hasta la consumación de nuestra derrota en los campos de San Juan y Miraflores.

La heroica batalla de Tacna consignada en la foja de servicios del Contra Almirante Montero, será uno de sus más bellos títulos para la estimación de sus conciudadanos. Después de la batalla de Miraflores, se dirijió al Norte de la República y luego al interior.

Los esfuerzos de los caudillos de la época para organizar ejércitos y emprender nuevas operaciones contra el enemigo, no tuvieron el éxito que hubiera sido de desearse.

El Contra-Almirante Montero que investía entonces el cargo de Jefe Político y Militar del Norte, fué nombrado por el Congreso de Chorrillos Vice-Presidente de la República. El fracaso de las negociaciones iniciadas por García Calderón, lo llevó á la silla Presidencial, hasta que firmada la Paz por Iglesias y desalentado el Ejército de Arequipa, estalló en esta ciudad una revolución que puso en inminente peligro la vida del señor Montero, quien se vio obligado á abandonar el país dirijiéndose á Europa.

Ahí permaneció hasta el año 1885 recorriendo diversos países y recibiendo en todas partes, honrosas manifestaciones de aprecio.

Hoy el Contra-Almirante Montero se halla nuevamente entre nosotros.


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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 31, Lima, 10 de diciembre de 1887.

Saludos
Jonatan Saona

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