12 de enero de 2019

Justiniano Borgoño

Justiniano Borgoño
Coronel don Justiniano Borgoño
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 03 de setiembre de 1887)

Altamente simpática para todos y con suficientes títulos á la estimación de sus compatriotas, la persona del señor Coronel Borgoño, nos presta hoy la ocasión de honrarnos consignando aquí algunos ligeros apuntes históricos sobre su vida.

Hijo del Benemérito señor General D. Pedro Antonio Borgoño, veterano de la Independencia, y de la señora Doña Manuela Castañeda, nació Justiniano Borgoño en la ciudad de Trujillo el 5 de Setiembre de 1836.

Sus estudios escolares los hizo en el Seminario de dicha ciudad, por los años de 1847 á 1852, época en la cual sus dignos señores padres le colocaron, á la temprana edad de 16 años, al frente de la administración de sus valiosos intereses, en la Hacienda Tulape del rico valle de Chicama.

Después de cuatro años de constante y asidua labor, en que dio á conocer sus dotes no comunes para el trabajo, el joven Justiniano Borgoño sintióse inclinado á seguir la carrera de su ilustre señor padre, y, dado de alta en el Ejército de la República, el año de 1856, tuvo ocasión de encontrarse en los combates librados en el puerto de Islay, sirviendo, primero á órdenes del Contra-Almirante Haza y después, bajo la dirección del General Rivas, que trabajaban por la pacificación de la República, sirviendo al Gobierno legalmente establecido en ese tiempo.

Los hechos de armas que dieron por resultado, en esa misma época, las tomas de Iquique, en Diciembre de 1856, y la de Arica, en 1858, vieron presente al valiente oficial Borgoño, que en la segunda de estas acciones era ya Capitán de la segunda Compañía de la columna «Regeneración,» cuyo jefe era el Teniente Coronel Don Manuel Varela.

Después de este penosísimo ensayo en la carrera de las armas, Borgoño quiso volver á la vida privada, y en 1858, tomó en arrendamiento la Hacienda de sus señores padres y comenzó nuevamente sus labores en la agricultura, perseverando en ellas hasta crearse una posición independiente, á costa de sus propios esfuerzos.

Declarada, en 1879, a guerra al Perú por la vecina República de Chile, Borgoño sintió latir su corazón con los ímpetus del patriotismo, y sacrificando sus intereses particulares, púsose al servicio de la causa nacional con todo el entusiasmo de un hijo digno de la Gran República Americana.

En 14 de Abril de 1879, el Coronel Borgoño se acuartelaba en Trujillo á la cabeza del batallón «Libres de Trujillo,» después N.° 11. que él formó con su constancia y entusiasmo por la defensa de la causa nacional, pasando en seguida al puerto del Callao, con el especial encargo de operar sobre las- baterías de la Punta hasta el caso extremo de que fuera necesario destruirlas, dado que el enemigo invasor intentara algún desembarque por ese lado.

El 25 de Diciembre, pasó á la Hacienda de Villa, y habiéndosele señalado como posiciones el Cerro de Santa Teresa, combatió bizarramente en él, el día 13 de Enero de 1881, contra el ejército chileno.

Mas, en su retirada hasta Chorrillos, fué hecho prisionero, después de haber sido herido en la pierna derecha y sufrido otras ligeras contusiones.

Ocho días permaneció en el trasporte «Copiapó» y, después, en la ciudad de Lima, en calidad de prisionero, hasta que, el 9 de Abril, fué puesto en libertad, sin condición alguna, por el General Saavedra, jefe del ejército de ocupación, quien le otorgó además un salvo conducto, con el cual pudo constituirse en la ciudad de su nacimiento.

El Coronel Borgoño permaneció entre Trujillo y Chicama hasta principios de Junio, en que se dirijió á Cajamarca al mando de una pequeña fuerza organizada por él, y allí el Contra-Almirante Montero, Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Norte, invistióle con el carácter de Prefecto y Comandante General del Departamento de la Libertad, cuyo delicado puesto asumió á mediados de Julio del mismo año y sirvió satisfactoriamente hasta el 21 de Junio de 1882, en que pasó á la ciudad de Chota á tomar el mando de la primera División del Ejército del Norte, con la que combatió en San Pablo contra las fuerzas chilenas.

Después de haber desempeñado comisiones de importancia, facilitado gruesas sumas de dinero para los fuertes gastos de la guerra, y realizado diversos movimientos militares, á consecuencia de la segunda invasión de los chilenos á Cajamarca, tuvo noticia en Cajabamba del movimiento político realizado por Don Miguel Iglesias en Montan, siendo éste Jefe Superior Político y Militar del Norte, por ausencia del Contra-Almirante Montero que se hallaba en Arequipa; y hallando dichos procedimientos extraños á su modo de sentir y de pensar, continuó su marcha sobre el Centro, llegando á la ciudad de Tarma, el 11 de Noviembre de ese año, donde se puso inmediatamente á órdenes del Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Centro, General Don Andrés Avelino Cáceres, el que le confió el mando del batallón "Zepita N.° 2," perteneciente á la primera División del Centro; mando que conservó hasta el 10 de Julio de 1883, en que se libró la batalla de Huamachuco, habiendo recibido el Coronel Borgoño una herida en esta memorable jornada.

Después de la gloriosa derrota, Borgoño acompañó al General Cáceres hasta el pueblo de Conchucos, lugar en q8e dicho General le nombró Comandante General de las fuerzas que debían organizarse nuevamente en el Departamento de la Libertad; cargo que desempeñó hasta el 16 de Octubre del mismo año, en que fué por segunda vez nombrado Prefecto y Comandante General de dicho Departamento, hasta el 30 de Noviembre en que se retiraba del'servicio activo para volver á sus labores de la agricultura.

Mas, desconociendo el pueblo de Trujillo la autoridad del General Iglesias, en el comicio de 22 de Julio de 1884, proclamando como Presidente del Perú al heroico General Cáceres, llamó también por aclamación al Coronel Borgoño á desempeñar nuevamente el'doble cargo de Prefecto y Comandante General de ese Departamento, que sirvió con indecible actividad hasta el 3 de Setiembre del mismo año, en que el Coronel Puga lo separó de él nombrándole Comandante en Jefe del Ejército del Norte. Pero, negándose el Coronel Borgoño, por razones que no es del caso expresar, á la aceptación de este cargo, se embarcó inmediatamente con destino á Guayaquil, para desorientar á las autoridades del General Iglesias; regresó oculto en el mismo vapor y, desembarcando secretamente en el Callao, pasó á la Capital de la República con el objeto de informarse del verdadero estado de la opinión pública respecto á la situación de entonces; volvió nuevamente al Callao, para tomar el vapor que se dirigía al Sur y, desembarcándose en el puerto de Chala, se encaminó desde allí, el día 5 de Octubre, á la ciudad de Arequipa, pasando por la quebrada de "Ático."

El día 25 de aquel mes, el Coronel Borgoño era nombrado Prefecto y Comandante General del Departamento de Arequipa, y en 2 de Enero del año siguiente, Comandante General de la primera División del Ejército, habiendo desempeñado interinamente desde el día 8 de ese mes hasta el 2 de Febrero siguiente, el cargo de Ministro de Guerra y Marina, por ausencia del propietario señor Coronel Ibarra.

Pocos días después, á la salida del General Cáceres de la ciudad de Arequipa, el Coronel Borgoño quedaba, con la División de su mando, desempeñando las funciones de Jefe de aquella Plaza, que abandonó el 13 de Mayo para atravesar el Departamento del Cuzco, conduciendo hasta Concepción, al travez de penosísimos caminos, no solo su división sino la Artillería, Parque y Maestranza del ejército en campaña.

El 4 de Julio, asistió al combate de Masma, cuyo cerro tomó á la cabeza del batallón «Junin N° 1.» Posesionado de Jauja fué nombrado Comandante General de las fuerzas de Castrovireina y el Departamento de Ica, con retención del mando de su División; el 26 de Julio emprendió la marcha hacia la ciudad de Huancavelica, mas habiendo recibido orden de contramarchar, lo verificó por la provincia de Tayacaja, incorporándose al ejército el día 8 de Agosto, en la ciudad de Tarma, que evacuó dos días después en compañía de la segunda División, que estaba á órdenes del Comandante en Jefe del Ejército, Coronel Remigio Morales Bermúdez, y el 15. coronó con sus fuerzas las alturas de Canta, á cuya toma asistió como uno de los principales combatientes.

Después de haber ejecutado varios movimientos militares de reconocida importancia, el Coronel Borgoño asistió á la batalla de Huaripampa. el 15 de Noviembre del año indicado, resistiendo durante
cinco horas los fuegos de todo el ejércitoque obedecía al Coronel Relaize, hasta emprender la más honrosa retirada sobre Ataura, por la margen izquierda del río Mantaro.

Reunido el ejército, siguió la marcha hasta Yauli, donde recibió órdenes para tomar, como lo verificó, el pueblo de Chicla; el 30 de Noviembre asistió al combate de Quiroz, y el 1° de Diciembre defendía la derecha y el puente Balta de Lima, luchando á la cabeza de sus soldados.

Organizado el Exmo. Consejo de Ministros, el Coronel Borgoño desempeñó con el tino y la sagacidad de un jefe prudente y experimentado, la difícil comisión de desarmar las fuerzas que aún existían en los Departamentos de Lambayeque, Cajamarca y Libertad.

En las últimas elecciones practicadas en la República, el Coronel Borgoño fué favorecido por la provincia de su nacimiento con todos sus votos para que la representara en el actual Congreso, y el señor General Cáceres, al asumir el mando Supremo, le nombró Ministro de Estado en el despacho de Guerra y Marina, en 4 de Junio de 1886; cargo que desempeñó hasta el día 6 de Octubre del citado año, en que fué aceptada su renuncia y volvió á ser designado para ejercer las mismas funciones en el nuevo Gabinete, hasta el 22 de Noviembre en que fué aceptada su nueva renuncia.

En 14 de Diciembre último, fué nombrado Inspector General de la Guardia Nacional; y, al presente, desempeña otra vez el Ministerio de Guerra y Marina, formando parte del nuevo Gabinete nombrado por el Excmo. señor General Cáceres, para reemplazar al que presidía el señor Dr. D. Pedro Alejandrino del Solar, hasta el día 19 del presente.


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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 17, Lima, 03 de setiembre de 1887.

Saludos
Jonatan Saona

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