16 de diciembre de 2018

Francisco Rosas

Francisco Rosas
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 06 de agosto de 1887)

No es la primera vez que el retrato del Sr. Dr. D. Francisco Rosas aparece en las páginas de un periódico ilustrado: publicaciones extrangeras han cumplido ya, por su parte, ese deber de la prensa, dando á conocer al mundo civilizado los rasgos fisonómicos de uno de los hombres más importantes del Perú y de la América española, en la gran revolución de las ideas democráticas y liberales de estos últimos tiempos.

Hoy honramos, pues, las páginas de nuestro semanario, dando á sus lectores un grabado que representa con entera fidelidad á tan ilustre personaje. Presidente de la Cámara de Senadores ,y del Congreso instalado en esta Capital el ultimo 28 Julio.

Doctor Don Francisco Rosas

Para escribir la vida pública de este ilustre peruano, grande por su inteligencia y su prestigio, no se necesita un volumen: basta su fisonomía, altamente simpática para todos, para descubrir, á primera vista, las cualidades y méritos sobresalientes que lo adornan.

Para enumerar los importantes servicios que á su país tiene prestados, en el trascurso de pocos años, hemos de ser, por eso mismo, concisos; pues está en la conciencia de todos sus compatriotas y de cuantos en el extrangero siguen, atentamente, la marcha de los acontecimientos de nuestra historia política, el convencimiento de que el Dr. Rosas es uno de aquellos hombres dotados por la naturaleza con disposiciones no comunes, para intervenir con acierto en las intrincadas cuestiones de la administración pública.

Francisco Rosas nació en la provincia de Chancay (Departamento de Lima) el 2 de Abril de 1829, siendo sus padres el reputado Doctor en Medicina Don Francisco Rosas y la señora doña Melchora Valcázar.

Después de haber recibido al lado de su familia la conveniente instrucción preparatoria, pasó, siendo aún muy niño, al antiguo Colegio de San Fernando, en cuyo establecimiento se contrajo al estudio de las ciencias médicas, distinguiéndose por su aplicación y su notable aprovechamiento hasta obtener en 1851 los grados de bachiller, licenciado y doctor en la Universidad Mayor de San Marcos.

Pero la inteligencia de Rosas no podía limitarse únicamente al estudio de la Medicina: su alma necesitaba remontarse á más elevadas regiones en la prolija investigación de los misterios de la ciencia, y por eso, á la vez que se le veía seguir sin interrupción alguna los estudios profesionales a que se había dedicado, hallábasele también en el Colegio de Guadalupe sobresaliendo entre los más aprovechados alumnos de las clases de literatura, matemáticas, historia, economía política, filosofía
y derecho.

En 1856 fué nombrado profesor de Fisiología en la Escuela de Medicina, puesto que desempeñó hábilmente en el trascurso de muchos años, consagrado siempre á las labores de su profesión, con una reputación digna de sus profundos conocimientos, y prescindente de la política militante, hasta estos últimos tiempos en quee el deber lo llamaba á tomar parte activa en la dirección de los negocios públicos del Estado.

Inaugurada en el Perú, con el gobierno del Excmo. Señor Don Manuel Pardo, la época de verdadera regeneración para el país, el Dr. D. Francisco Rosas fué inmediatamente designado por el nuevo mandatario para servir el Ministerio de Gobierno, Policía y Obras Públicas, puesto que desempeñó con probidad, energía y extraordinaria inteligencia, desde 1872 hasta 1874.

El Dr. Rosas había merecido antes la distinción de ser aclamado, en Febrero de 1861, miembro honorario del Ilustre Colegio de Abogados; y durante la administración del Coronel D. José Balta fué uno de los cien notables llamados á componer la respetable Municipalidad de ese tiempo.

A su salida del Ministerio, en 1871, fué elejido Alcalde Municipal de Lima; y, en 1875, hallándose en ese puesto, el Gobierno le envió á Europa en comisión especial para negociar la venta de dos millones de toneladas de huano, cuyo producto debía aplicarse especialmente, en la parte que fuera necesaria, á cubrir los gastos extraordinarios que, en tan críticas circunstancias del Erario nacional, reclamaba indispensablemente la tenacidad con que se trataba de alterar, en el Sur de la República, el orden público constitucionalmente establecido.

A su regreso de Europa, en 1876, fué elegido Senador par el departamento de Cajamarca, y como Presidente de esa Cámara, presidió también las sesiones del Congreso, hasta la clausura de éste.

En 1877, volvió nuevamente á Europa, en una comisión particular que á su inteligencia confiaron los Bancos Asociados del Perú para llevar á cabo una negociación de huano y salitre; y habiendo regresado á Lima en 1878, volvió á tomar parte, como Senador por el departamento de Cajamarca, en las sesiones del Congreso que presidía en esa vez el señor Don Manuel Pardo.

Convocado después un Congreso extraordinario, con motivo de la guerra que Chile había declarado al Perú, el Dr. Rosas volvió á presidir el Senado; y habiendo sobrevenido en Octubre de 1879, la catástrofe del "Huáscar" que, desde el primer instante, nos hiciera adivinar esa serie de desastres sufridos por nuestras armas, que terminó fatalmente en los campos de San Juan, Chorrillos y Miraflores, fué nombrado por el Gobierno de entonces para ir á Europa en la difícil comisión de celebrar ciertos arreglos con los acreedores del Perú, á fin de restablecer el crédito del país, proporcionarle recursos para la terminado de la guerra é impedir, al mismo tiempo, que el ejército invasor de nuestras costas pudiera apoderarse y utilizar en su provecho el huano y el salitre de Tarapacá que existía en los depósitos.

Esa negociación fué llevada á término con todas las precauciones debidas y en tiempo muy oportuno; mas. desgraciadamente, no produjo los efectos que debía, á consecuencia del trastorno político de Diciembre de 1879 por el cual el nuevo Gobierno de Lima tuvo ocasión de llegar á la celebración de muy diversos arreglos con la casa comercial de Dreyfus, fréres y Ca.

Desde luego, el Dr. Rosas quedó residiendo en Europa, sin carácter público alguno ni la menor participación en los asuntos financieros de su país; y en la misma condición permaneció todo el tiempo que durara el poder dictatorial de D. Nicolás de Piérola en la Capital de la República y, próximamente después, la ocupación militar de esta misma por el ejército chileno.

Mas, habiéndose instalado el gobierno provisorio del Dr. D. Francisco García Calderón, con fecha 18 de Marzo de 1881, en el pueblo de Magdalena, el Dr. Rosas fué nombrado nuevamente Comisionado Especial y Extraordinario para llevar adelante la ejecución del contrato de 7 de Enero de 1880 con la ''Sociedad de Crédito Industrial,"' que Piérola había desaprobado, y procurar los fondos necesarios para pagar á Chile la indemnización de sus gastos de guerra, salvando la integridad del territorio peruano. Los patrióticos esfuerzos y la actividad inteligente del comisionado hablan conseguido ya el término deseado de semejantes arreglos; pero, desgraciadamente, los acontecimientos que sucedieron al fracaso de la intervención americana, por muerte del Presidente Garfield en los EE.UU. y, posteriormente, la presencia del Gobierno del General Iglesias en la Capital de la República vinieron á frustrar estos planes, cuya realización habría sido para el país un bálsamo de rehabilitación y consuelo.

Instalado nuevamente en la ciudad de Arequipa el Gobierno del Doctor García Calderón, bajo la dirección del Vicepresidente de la República General Don Lizardo Montero, éste nombró inmediatamente al Dr. Rosas, en Enero de 1882, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Perú en Francia é Inglaterra, á la vez que Agente Financiero en Europa; y, recibido oficialmente, el 14 de Junio, en tal carácter por el Gobierno de Francia, ejerció plenamente sus funciones hasta que tina nueva serie de acontecimientos, que no es del caso recordar, dio por resultado el reconocimiento del General Iglesias como Presidente de la República del Perú.

El Dr. Rosas volvió á quedar con este motivo en Francia como un individuo particular, prescindente de los asuntos políticos y financieros de su país, hasta que el General D. Andrés Avelino Cáceres, organizó su Gobierno Provisorio en Arequipa y le nombró Ministro Plenipotenciario del Perú en Inglaterra y Agente Financiero y Confidencial Diplomático en Europa en cuyo carácter permaneció hasta la caída del General Iglesias é instalación de la Junta de Gobierno que convocó al Congreso Extraordinario de 1886, que era el que debía elegir al nuevo Presidente Constitucional de la República.

Fué entonces cuando el Dr. Rosas regresó al cabo de siete años al Perú, habiendo sido elegido, en su ausencia, Senador por el departamento de Ancachs. Instalado el Congreso Extraordinario, fué el Presidente del Senado; y, reelegido para el próximo ordinario, es también el Presidente de esa Cámara en el actual Congreso de 1887.

El Dr. D. Francisco Rosas ha prestado, pues, en poco tiempo servicios de gran importancia á su país, y está llamado por su vasta ilustración y su prestigio, por la rectitud de su carácter y su actividad laboriosa á contribuir eficazmente á la gran obra de su rehabilitación social, política y financiera.


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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 13, Lima, 06 de agosto de 1887.

Saludos
Jonatan Saona

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