24 de noviembre de 2018

Nemecio Bonhomme

NEMECIO BONHOMME: NADA NI NADIE DEBE SER OLVIDADO
Por: Liliana Saurré de Muñiz


Nemecio Manuel Bonhomme nació en Trujillo, Perú el 24 de marzo de 1837; hijo del caballero francés Andrés Bonhomme y de la dama peruana Rafaela Arriaga. Nemecio contaba con cuatro años de edad, cuando su familia decide cambiar la ciudad de su residencia y establecerse en el Callao. Para los Bonhomme, acostumbrados a los primaverales días de Trujillo, no fue fácil aclimatarse a la humedad de Lima y el frío del Callao que afectaba la salud de la familia.

Tras la intempestiva muerte de su padre en 1850, la precaria economía familiar y el embrujo del mar fueron motivación suficiente para que Nemecio se presentara al Colegio Militar con el consentimiento de su madre. El 16 junio de 1851 se expide la orden para su admisión en la clase de Guardia Marina de la Armada Nacional donde destacó como alumno del Colegio Militar. 

Desarrollando siempre un profesional y ejemplar desempeño rindió sus servicios desde enero de 1855 a noviembre de 1856 en el vapor transporte Caupolicán, luego, en el vapor de guerra Ucayali, y posteriormente en la fragata de guerra Apurímac 

La Revolución de 1856 fue un evento político importante en la historia del país. El 16 de noviembre 1856 el Teniente 2do Lizardo Montero y el Alférez de Fragata Miguel Grau, ofrecieron a Vivanco el dominio del mar, rebelándose en la fragata Apurímac contra la administración nacional. Durante estos acontecimientos, Bonhomme fue desembarcado del vapor Ucayali por ser sospechoso de simpatizar con los revolucionarios. El 20 de diciembre de 1856 solicitó su baja de la Marina de Guerra del Perú por motivos de salud, aparentemente una enfermedad respiratoria producida por su continua exposición al mar lo afectaba. El 20 de enero de 1857 fue separado permanentemente de la Armada, esta decisión respondió a la sospecha de que Bonhomme simpatizaba con la revolución encabezada por el General Vivanco contra el gobierno de Ramón Castilla.

Bonhomme tuvo el honor de trabajar bajo las órdenes de los Capitanes de Navío Lizardo Montero, Miguel Grau y Gaspar Zelaya en abril de 1857 a bordo del vapor de guerra Tumbes y desde mayo hasta marzo de 1858 a bordo de la fragata Apurímac. 

El 29 de marzo de 1862 pidió su reincorporación a la Armada y señaló como causa de su separación la revolución ocurrida en 1856, solicitud que fue endosada por haber mantenido siempre buena conducta y merecido por ella el aprecio de sus superiores como señala un informe a la Comandancia General de Marina. El 7 de enero de 1863 es reinscrito en la clase de Guardia Marina, por la ley del  11 de abril de 1861 en mérito a la resolución del 25 de mayo siguiente.

Desde enero a febrero de 1863, desempeñó diversas labores en el vapor de transporte Huaraz, en el vapor de guerra Gral. Lerzundi, y fue ayudante en la Batería de Junín.  Por estar su salud afectada a causa del servicio marítimo, en febrero 25 de 1863, pide su  cambio al Ejército en la clase de Subteniente. Sus ejecutorias en la Marina, le hicieron acreedor de una buena recomendación, resaltando sus aptitudes, conducta irreprensible, y asegurando que sus servicios en el Ejército serían de provecho para la nación. El Ejército declaró sin lugar esta petición el 12 de mayo por existir un número de oficiales excedente, recomendándosele "que un marino por cuya buena conducta se ha hecho acreedor al honroso informe emitido por el Coronel Mayor de Ordenes, sería mas conveniente que permaneciera en la Armada siguiendo su carrera”.

El ascenso. 
Por orden del supremo gobierno, fue dispuesto en 1863 que Guardias Marinas y Oficiales fueran examinados. Bonhomme fue considerado entre los mejores, en consecuencia el señor Mayor de Ordenes dispuso su pase al Colegio Militar en unión de algunos compañeros. Pero esta promoción académica no pudo cumplirse, pues la situación económica familiar no estaba acorde con los requisitos.

El 18 de marzo de 1864 fue reincorporado en la Marina de Guerra del Perú a su solicitud, y desde mayo de 1864 hasta julio de 1865 tuvo la oportunidad de rendir servicios en el pontón de guerra Gral. Plaza, en la capitanía de Payta, y en el vapor de guerra Huaraz.

Atendiendo al mérito y servicios del Guardia Marina de la Armada, el Presidente Juan Antonio Pezet lo ascendió a Alférez de Fragata el 31 de marzo de 1865 y posteriormente fue ascendido a Teniente 2º el 7 de Julio de 1865. Desde julio fue comisionado a Europa y de octubre a diciembre de 1865 al Cónsul General del Perú en Londres Don Federico Pezet.

Su familia. 
En 1867 residió en Lavaur, departamento de Tarn en Francia. Allí conoció a la bella Marguerite Marie Louise, hija mayor de Agustín Bonhomme, y de Aglaé Therese Marie Castrenc con quien contrajo matrimonio en la parroquia de San Francisco el 4 de febrero de 1869 en Lavaur, Francia. 

El hogar de Nemecio se llenó de felicidad con el nacimiento de su hija Maria Luisa el 5 de enero de 1870, a quien bautizaron en la parroquia El Sagrario de Lima. Sus padrinos fueron el señor Manuel Belisario Dulanto y doña Maria Antonieta Bonhomme. 
A su  regreso al Perú, Bonhomme es destinado al Monitor Manco Cápac.

Loreto. 
En mayo de 1873 hasta 1875 Bonhomme fue destacado al departamento fluvial de Loreto donde rindió servicios en la Comisaría de Iquitos y en el vapor Pastaza. La mayor parte del tiempo Bonhomme se desempeñó como segundo  ayudante de la Comandancia General de la Marina en el departamento de Loreto, así lo reporta el Capitán de Corbeta de la Armada Nacional, Oficial 1ro y Jefe de la Sección de Marina en el Ministerio de Guerra y Marina, Manuel Melitón Carbajal.

Iquitos vivía un momento histórico muy importante, transformado en ciudad (1864) y en uno de los primeros puertos de la República, crecía de forma acelerada en población por el próspero desarrollo del comercio. 

Bonhomme perteneció, además, al destacamento de la corbeta Unión y en septiembre de 1875 prestó sus servicios en el Huáscar.

El Combate de Pacocha ocurrió en mayo de 1877, durante la revolución dirigida por Nicolás de Piérola. El Huáscar que se encontraba bajo orden de inamovilidad y al ancla en el Callao, fue asaltado por partidarios de Piérola al mando del Capitán de Fragata Germán Astete, no es de extrañar la participación de Bonhomme en estos eventos acompañando a otros oficiales navales. Marineros de la fragata Apurímac que se encontraba anclada al lado del Huáscar apoyaron a los revolucionarios, que serían protagonistas de un incidente con la Real Marina Británica.

La Guerra con Chile empezó el 5 de abril de 1879. Declarada la guerra al Perú por parte de Chile, Bonhomme con 42 años de edad, no dudó en aceptar el llamado que le hacía su amada patria. Durante seis meses el monitor Huáscar defendió nuestro honor y mantuvo a la escuadra chilena a distancia prudente de nuestras costas, tras su pérdida en el combate de Angamos el 8 de octubre de 1879 la situación fue inevitablemente adversa.  

Ante el desastre de las campañas anteriores  solo quedaba una guarnición en el puerto de Arica, 1,600 hombres al mando del Coronel Francisco Bolognesi contra ella un Ejército Chileno de 8,000 hombres. El 5 de junio de 1880, se presenta un parlamentario ante Bolognesi y entrega un mensaje del Coronel chileno Lagos. El Ejército Chileno, a fin de evitar un derramamiento de sangre pide la rendición del puerto y ofrece respetar la vida de todos los peruanos. El Coronel Francisco Bolognesi, después de consultar con sus oficiales quienes conocían el destino de la nación y el de sus familias, responde al enviado chileno: "decidle a vuestro jefe que Arica no se rinde y que pelearemos hasta quemar el último cartucho”

El 6 de junio de 1880 se preparaban los ejércitos para la batalla. Narra Thorndike en “Vienen los Chilenos”: “...Tiro directo, aconsejaba el teniente 2º Nemecio Bonhomme. Lleva una hora convenciéndose de que con este ángulo de tiro y con toda esta pólvora, su proyectil de 100 libras caerá en medio de la primera batería enemiga, emplazada a trescientos metros de Buena Vista. Campo Hermoso asintió escupiéndose las manos duras, palmas de herrero... A las 11.25 de la mañana, el Parrot número uno despidió un  llameante sonido y pareció volar hacia atrás mientras su boca exhalaba un interminable espeso humo negro que flotó lentamente por encima del fuerte, oscureciendo a sus servidores. Ya Bonhomme y Campo Hermoso saltaban al parapeto a observar los estragos de este disparo que afectó a los chilenos y abrió un agujero en el Condorillo.”

Entre las órdenes que se emitieron ese día, se indicó al Monitor Manco Cápac acercarse a la orilla y reforzar con sus cañones, allí se encontraba el Teniente 1ro José Pizarro Barrechea como oficial de dotación, ex combatiente en el Combate del Callao el 2 de Mayo de 1866 en la Guerra contra España. Los Tenientes Nemecio Bonhomme y José Pizarro compartieron como dotación del Manco Cápac, compañeros durante muchos años y muchas batallas. Bonhomme fue destacado al Fuerte del Este y conocía las escasas o nulas posibilidades de sobrevivir. Pizarro permaneció a bordo del Manco Cápac  sin abandonar su puesto de combate, siguiendo enérgica y regularmente sus órdenes hasta que el agua invadió la máquina de su barco luego de ordenada la sumersión del monitor para evitar que cayera en manos del enemigo. El historiador Jorge Basadre documenta que Alfonso Ugarte describe en una carta a su primo Fermín Vernal…”Estamos resueltos a resistir con toda seguridad de ser vencidos”, y escribe Thorndike en “Vienen Los Chilenos: “…sólo porque es preciso cumplir con el honor y el deber”.

Nemecio Manuel Bonhomme, hombre fuerte, valiente, honorable y de coraje a toda prueba fue de los primeros en ofrendar su vida por la patria que tanto amaba, encontró la gloria aquella mañana del 7 de junio de 1880 en el Fuerte del Este. Y su honra crece enmarcando lo mejor de las virtudes nacionales que contrastan ante la cobardía de unos y el abuso de otros. 

Durante mi investigación sobre la Batalla de Arica, encontré pasajes sobrecogedores que desgarran nuestro espíritu y nos arrancan lágrimas, así como he podido apreciar, el compromiso de estos caballeros, que confiaban y depositaban sus vidas en manos de sus compañeros, seguros de nunca ver esta confianza traicionada. Honor…palabra sagrada.

Muchos dudaron de los excesos del Ejército Chileno durante esta guerra, cuya tropa mató, destripó a heridos y remato sobrevivientes en Arica y consolidando su victoria entró a la ciudad de Lima atacando a la población civil. 
  
Hoy día a comienzos del siglo XXI muchos desconocen y dudan que tanta barbarie sea cierta. Lamentablemente, años después Chile sufriría los desmanes de su ejército en carne propia, después de 1973 Chile supo y confirmó de lo que era capaz su ejército con sus propios hermanos. 

El 14 de julio 1904 falleció Marguerite Marie, esposa de Bonhomme.  En 1922 sobrevino la muerte de su hija que siempre llevó una vida honorable y murió sin dejar descendientes. 

El honor, la dignidad, entrega y amor a la patria son patentes en cada pasaje de nuestra historia, no son solamente figuras anecdóticas o convenientes. Nemecio Bonhomme, tu lección de honor y las de tus compañeros son dignos ejemplos que nos mostraran el camino cierto, iluminando nuestro destino en los momentos nacionales de mayor reto, y nos recordarán siempre que NADA NI NADIE DEBE SER OLVIDADO. 

Quisiera finalmente, transcribir literalmente el último párrafo del parte oficial del Combate de Arica, escrito por el Coronel Manuel C. De la Torre, Jefe de Estado Mayor de la Plaza de Arica, que es un mensaje del pasado para la generación presente y futura de toda la Nación Peruana......

“.........Quieran Dios y la Patria aceptar el sacrificio de tantas víctimas, de tantos patriotas de corazón, como un holocausto ofrecido en aras del honor nacional para la salvación del país, i pluguiera a la Divina Providencia, por tanta sangre generosa vertida, que nuestro Gobierno sea siempre bien inspirado i retemplado el valor, la fe i el entusiasmo en nuestro pueblo que, una vez por todas, debe mostrarse unido y viril hasta ver realizados sus noble propósitos”

Extracto del parte oficial del Coronel Manuel C. De La Torre

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Historia de la República del Perú (1984)- Jorge Basadre
Vienen los Chilenos-Guillermo Thorndike
Archivo Histórico de la Marina

Nuestro sincero agradecimiento:
Al amigo Contralmirante de la Marina de Guerra del Perú, Reynaldo Pizarro Antram por su valiosa ayuda en la preparación y recopilación de información de este artículo. Y a todos los que de una u otra forma hicieron posible este tributo a nuestro héroe.


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Texto escrito por Liliana Saurré de Muñiz, y publicado en la REVISTA DE MARINA

Saludos
Jonatan Saona

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