9 de septiembre de 2015

Mariano J. Medina

Mariano J. Medina
Mariano Jacinto Medina 

Abogado. Nació en 1856, en la ciudad del Cuzco.

Fueron tan sobresalientes sus estudios en el “Colegio de Ciencias” que, siendo aún alumno, le fueron confiadas, como profesor, primero la asignatura de Aritmética; y más tarde, las de Gramática, Literatura Castellana, Geografía Universal, Constitución y Leyes orgánicas, en el colegio nacional cuzqueño de instrucción media.

Optó en la Universidad también del Cuzco el grado de bachiller en Jurisprudencia; y en 1878, recibióse de abogado ante la Corte Superior del mismo departamento.

Trasladóse luego á Lima para consagrarse á la defensa forense; y concurrió, en calidad de diputado suplente por la provincia de Paruro, al Congreso de 1879, instalado al estruendo de la guerra que en aquel año declarara Chile al Perú y Bolivia.

Concluidas las labores parlamentarias en que se esforzaron los Representantes por dar facilidades de todo género al Gobierno, á la vez que honrarla memoria de las gloriosas víctimas de Angamos, el joven legislador permaneció en Lima. Podía en efecto ser necesaria su presencia para el caso de que los sucesos, ya entonces tan graves, requiriesen la inmediata reunión de las Cámaras.

El repentino establecimiento, en Diciembre del mismo año, de la Dictadura Piérola no modificó sus propósitos. Aunque partidario del orden, aceptó la sustancial modificación gubernativa que parecían exigir las conveniencias de la contienda internacional; y cuando al avanzar el enemigo sobre Lima, fué preciso que se armaran todos los ciudadanos, incorporóse como soldado en el batallón de Reserva N° 4 que mandaban como jefes provisionales el Dr. Ramón Ribeyro, D. Juan Corrales Melgar y D. Pablo Sarria.

En su marcha al campamento, hubo de pasar la primera noche sobre el desnudo entablado de un rancho de Miraflores; y la segunda, al raso en un reducto casi en ayunas, con sólo su burdo capote como abrigo. Resistió su naturaleza á tan excesivas como inútiles mortificaciones que enfermaron á no pocos de sus compañeros; y el día del combate, sereno ante el enemigo que por mar y tierra á todos ametrallaba, entre los tantos que en su contorno caían, fué de los últimos en retirarse cuando ya se hizo imposible la permanencia de los sobrevivientes en el ensangrentado campo de batalla.

Después de ofrecida su contingencia de sangre en defensa de la República, contribuyó entre los notables de Lima á la elección del Dr. Francisco García Calderón como Presidente provisional; y luego concurrió en 1881 en calidad de Diputado, al patriótico Congreso de Chorrillos en cuyo seno se discutió sobre la conveniencia de la intervención norteamericana y se autorizó al nuevo Gobierno para la celebración de la paz sin desmembramiento de la integridad territorial.

Asumiendo el poder el Vicepresidente Montero á consecuencia de la detención por las fuerzas chilenas y ostracismo del Presidente, convocado en Arequipa el Congreso de 1883, el Dr. Medina representó en la Cámara de Diputados á la provincia de Lima.

Tomó entonces parte en los acalorados debates para conseguir con honra la paz exigida por las conveniencias nacionales y conceder al Contralmirante la autorización que hizo ineficaz la intervención en el escenario político del nuevo Presidente impuesto por las bayonetas enemigas.

De regreso al Cuzco, Medina se consagró á su profesión forense; y aceptó en los años 1885, 1886 y 1887 cargos judiciales ad honorem, como son los de Conjuez de 1° Instancia, Adjunto al Fiscal de la Corte Superior, y Conjuez de la misma.

Formó también parte del Concejo Provincial, cuya corporación lo eligió para la Alcaldía; y de la Sociedad de Beneficencia en cuyo seno prestó importantes servicios, especialmente en el ramo judicial.

A los horrores de la guerra, sucedía la obra de restauración; y así como en aquella, Medina dedicó á ésta, entusiasta y útil concurso.

Concurrió á las Legislaturas de 1889 y 1890 en calidad de Diputado por la provincia de Acomayo; y figuró con el apoyo de un gran número de Representantes, como candidato á la Vicepresidencia de la Cámara.

En esa época, consagró especialmente su espíritu estudioso á la confección de la ley de Municipalidades, á la reforma del artículo 38 de la Constitución Política en pró de la restricción del derecho del sufragio sólo á los ciudadanos que saben leer y escribir; y á la aclaración del artículo 189 del Código Civil para salvar los créditos de buena fé cuando la obligación recae sobre mujer casada. Sus discursos merecieron el aplauso de varios abogados notables de la capital.

La Corte Superior de Lima le confió en 1891 el cargo de Adjunto á los Fiscales de 2.° Instancia. Pero en ese año vacó una Vocalía en propiedad en la Corte de los departamentos del Cuzco y Apurímac; y propuesto Medina que ya se había distinguido como magistrado de 1° Instancia, la plaza fuéle concedida.

Vuelto por tal causa á la ciudad nativa, independientemente de sus austeros deberes en la administración de justicia, ha continuado prestando inteligentes servicios en importantes cargos gratuitos, como el de Presidente de la Comisión de Delegados del Consejo Superior de Instrucción Pública desde 1893 hasta 1895: en ese carácter, regularizó la recaudación y mayor producto de las rentas de los planteles nacionales de su jurisdicción.


******************
Biografía publicada en el "El Biógrafo Americano"1° tomo, Lima 1903.

Saludos
Jonatan Saona

1 comentario:

  1. ME GUSTARÍA AVERIGUAR QUIEN FUE WALDO TAFF SE DICE QUE FUE UN SOLDADO PERUANO QUE PARTICIPO EN LA GUERRA DEL PACIFICO

    ResponderBorrar